Caminaba con Scott rumbo a la nueva plaza. Por lo que me habían contado esperaba que fuera magnífica.
-¿Cómo has estado, Roja?
-Jaja, ¿por qué preguntas eso? Nos vimos antier. Pero estoy bien, creo. ¿Y tú? Aparte de mal del ojo.
-Jaja, todo puede pasar en un día. ¿Por qué "crees"? ¿Pasa algo?
-Pues lo mismo de siempre, discusiones con papá y con Johana.
-¿Y ahora que fue?
-Solo le dije que su comida estaba pasada de sal y que yo la hacía mejor. -Cuándo yo lo digo se escucha tan estúpido como lo fue.
-Jajaja, ay Roja. Tu siempre dando problemas, jaja.
No contesté, su comentario no se me hizo gracioso y creo que lo noto porque seguido me ofreció disculpas.
Llegamos y no se veía tan mal. Nos pasamos mucho tiempo ahí. Fuimos al cine y a recorcholis, bailamos y nuestros cuerpos estuvieron tan cerca como las almas, yo estaba confundida y él muy nervioso. Por la expresión en su cara cada vez que me veía, supe que yo era quien provocaba todo en él, y él era quien desenterraba algo en mi. Todo el día fue perfecto y al finarlizarlo cada quien volvio a casa, ambos con la mirada perdida dentro de la brillante luz de la luna. Con una gran sonrisa recordaba lo bello que fue intentar algo nuevo. No más fiestas, no más libros, no más amigos, no más discusiones con hermanos, solo nosotros dos siendo uno solo, olvidando los problemas, superandolos juntos.
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Los lobos de Roja.
Teen FictionHay veces en las que no todos logramos superar nuestros miedos o traumas solos, pero hay algo en ella que le permite ser fuerte y salir adelante. Sus miedos pronto ya no serán más parte de ella. Y nunca estarás tan solo como lo crees.