CAPÍTULO 7: ROJA

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Cuándo Scott salió de casa en lo único que podía pensar era en ¿quién es realmente él? ¿Por qué me había elegido para esto? ¿Cómo sabía que lo comprendería? En fin, sería mejor que fuera a dormir.

***

Estaba sola, sentada en las rampas del parque, hacía frio y comenzaba a llover, entonces fue cuándo lo vi. Venía hacía mi, corriendo, como si alguien lo estuviera persiguiendo. ¡ROJA, AYUDAME! -me gritaba- ¡AYUDAME!
Mi corazón latía al cien, quería gritar, moverme, pero algo no me lo permitía. ¡AYUDAME, POR FAVOR!- Seguía gritando, él nunca llegaba a donde estaba, se veía como corría, más no se movía. -¡ROJA, DILE QUE LO SIENTO. JURO QUE NO QUERÍA QUE PASARA! ¡ROJA, ROJA, ROJA...!

-¡ROJA! ¡DESPIERTA! ¡¿QUÉ TE PASA?!

-Ah, ¿Qué? ¿Qué?- estaba empapada de sudor y temblaba, con David mirándome con una expresión de susto en su cara.

-¿Qué pasa? ¿Todo bien?

-Si si, solo, solo fue una pesadilla. No te preocupes. ¿Qué hora es?

-Ok, ok. Son las 10:30 am. ¿A qué hora regresaste a casa?

-Temprano, como a las 11:30- 12:00.

-Mientes, sé cuando lo haces. ¿Scott estuvo contigo?

-Ahg, lo siento. Regresé en cuanto ustedes se metieron, Scott me alcanzó y regresó conmigo.

-¿Ves? ¿Es tan difícil decirme la verdad?

-No, ya te dije que lo siento. Ahora, ¿podrías salir? Necesito vestirme.
Iba saliendo de las cobijas cuándo me lo preguntó.

-Roja, ¿qué estabas soñando?

-¿Eh? ¿Por qué? No lo recuerdo.- No quiero recordarlo.

-Bueno, pensé que sería importante, no parabas de gritar el nombre de Scott. Te espero abajo para desayunar algo.

-Ok, si.- Quedé petrificada después de lo que dijo David. Tenía que ir a verlo.
Me puse lo primero que encontré (unos jeans viejos color azul, una camisa blanca y la sudadera gris que traía en la noche), tome una liga y me amarre el cabello en una coleta. Bajé las escaleras y me encontré con David en la cocina. Desayunamos y le dije que saldría, que no iba a demorarme. El asintió y subió a su cuarto.
¿Qué iba a decirle? Era absurdo llegar a culparlo por aparecer de esa manera en mis sueños. Él no había hecho nada. Cuánto más me acercaba a la casa, más sentía nervios. Estaba a centímetros de tocar a su puerta cuándo se abrió. Era Nely.

-Ah, hola Roja. ¿Cómo estás?

-Hola, Nely. Bien, gracias. ¿Y usted?

-Me da gusto. Bien, muchas gracias. ¿Qué puedo hacer por ti? ¿Gustas pasar?

-Este, no gracias. Solo ¿se encuentra Scott?

-Oh, si. Pensé que vendrías a buscar a Jack, pero esta bien. Ahora lo llamo.

Nely entró a su casa y ¿Por qué iba a querer ver a Jack? A ese ni le hablaba. Ok, hablando de él...

-Hola- me dijo acercándose a la puerta- ¿Cómo estás?

-Ham, bien. ¿Qué tal tú? ¿Qué te pareció la fiesta?

-Hubiera estado mejor si te hubieras quedado conmigo.

¿Estaba coqueteando conmigo?
-Jajaja, no. No lo creo.

-Hey, hola.- Por fin, Scott- ¿Qué pasa? ¿Cómo estás?

-Bien, gracias. ¿Y tú? ¿Ya estás listo?- Sigueme la corriente, por favor.

-¿Ah? Si si, listo. ¿Nos vamos?

Los lobos de Roja.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora