Come Back {Elijah Mikaelson}

18 (Parte II)

—¡¿Qué pasa?! —Gritó Fiorella golpeando el manto invisible que les impedía salir. Mark tomó una silla y la arrojó contra la ventana, pero esta no se rompió.

—¡¿Qué es eso?! —Gritó Mark golpeando él vidrio hasta que la silla quedó destrozada.

—¡Tenemos que salir de aquí! —Chilló James.

—¡Es obvio que debemos salir! —Gritó Lissa, quien no dejaba de moverse de un lado a otro. —¡Tú! —Señaló a Skylar. —¡¿Cómo estas tan calmada?

—Talento natural. —Se encogió de hombros restando importancia. No era la primera vez que tenía sangre en las manos o todo el cuerpo, ni siquiera la primera vez que tocaba sangre humana. —¿Alguien tiene un teléfono? Dejé el mío sobre la mesa.

—¡¿Y qué le diremos a la policía?! —Gritó Jake. —¡¿Hola oficial, jugamos a la ouija y el padre muerto de Skylar mató al guardia de seguridad?!

—No fue él, de hecho, nos advirtió. —Estaba tan calmada que los demás comenzaban a preocuparse. —Pero si no podemos salir debemos llamar a alguien.

Tenía un punto. Todos comenzaron a buscar sus teléfonos: Fiorella y James los dejaron en el taller, Hannah no había llevado, Lissa no sabía dónde estaba y los de Mark y Jake estaban en la maleta donde estaba la ouija.

—Bien... —Volvió a hablar Skylar. —Solo nos queda volver por un teléfono ¿Alguno recuerda cuanta batería tenía?

—El mío estaba cargando. —Respondió Fiorella. —Debe estar en 100% o mínimo un 90%

—Perfecto, iré por él. —Skylar era la única entrenada, la única que podía pelear. Pero había un problema, si los dejaba solos no tendrían con qué defenderse. —Si ven algo sospechoso corran hacia el segundo piso.

Y sin más se fue de ahí, rezando porque, sea lo que sea que había matado al guardia, la siguiera a ella y no a ellos.

Llegó al taller, las luces parpadeaban, pero era suficiente para que ella pudiera moverse sin problemas entre las mesas. Llegó, pero no estaba la maleta de Jake, se la habían llevado, pero el cadáver y toda la masa de órganos seguían ahí. Al acercarse a la mesa de trabajo de James encontró los tres teléfonos ahí, pero había algo raro, el de Fiorella ya no estaba conectado.

Guardó el de Fiorella en el bolsillo y luego tomó el suyo, dispuesta a llamar a Elijah cuando se sintió observada. Dio media vuelta tan rápido como pudo, se encontró con un vampiro, primero pensó que la mordería y así él moriría y se salvaría, pero ese no era su plan: saltó sobre ella para romperle el cuello.

Skylar logró apartarse, pero él la sujetó de las piernas cuando intentó correr haciéndola tropezar. Por el impacto de la caída el teléfono se rompió contra el suelo, pero esto no fue lo que la preocupó, su rostro chocó contra las baldosas y sintió liquido resbalar nuevamente por su rostro.

No importaba, solo pataleaba para que la soltara.

«Los vampiros no pelean así» su lado analítico salió a flote. Ese sujeto parecía más salido de una película de zombies, era torpe y gruñía mientras trataba de sujetarle las piernas. «¿Control mental?» pensó.

Al final el "vampiro" le clavó los dedos en las piernas justo cuando ella comenzó a arrastrarse entre el charco de sangre y masa corporal.

—¡Ya quieta! —Gritó el vampiro clavándole los dedos en los brazos ahora. Skylar entre sus propios gritos escuchó pasos corriendo hacia el taller, luego un ruido silbante y después algo caer sobre su espalda.

—¡Mi Dios! —Era Fiorella, quien la sujetó sin importar toda la sangre que tenía encima. —¿Qué era eso?

—No tengo idea. —Y realmente no la tenía. Al ver las venas saltadas y los ojos rojos pensó que se trataba de un vampiro, pero cuando analizó como atacaba y gruñía lo dudó totalmente. —Vámonos.