Capítulo 1.

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Soy Victoria Cooper, con el tiempo me conocerán como Zoé, un apodo que fue parte de mi cambio; todo comenzó en aquel año.

1983
Fue un año decisivo en mi vida, nos mudamos desde Londres a una gran casa en Seattle, al parecer mi padre había conseguido un gran cargo en una compañía importante, mi madre aunque no estaba feliz por dejar todo en Londres, al ver la gran casa que ahora nos pertenecía, hizo lo de siempre; una sonrisa y continuar.
No fue de gran importancia para mi el mudarme, aunque tenia compañeros con los cuales pasaba el rato, nunca fui apegada a ellos, vivía en mi mundo como decían muchos.
Al cabo de una semana ya todas nuestras pertenencias estaban en casa, los libros de papá, la vajilla francesa de mi mamá y mi amada guitarra.

La familia feliz era sólo una apariencia, papá era alcohólico, y mamá era adicta a algunas pastillas, todo era un infierno puertas adentro pero en apariencia debíamos ser maravillosamente felices.

- Victoria, ¿cuántas veces te he dicho que nada de esas cosas? -dijo señalando mis posters de bandas con cara de asco- ¿qué acaso quieres ser como ellos?

Si, mi madre odiaba todo lo que a mi me encantaba, Olivia, Olivia Cooper era su nombre, era una dama muy refinada, de esas que toma el té levantando el meñique.

- me encantaría, amaría ser como ellos, pueden ser quien ellos quieren, ser libres. - dije en un tono calmado, cruzada de brazos.

- no querida, nunca serás como ellos, serás una linda dama.- dijo sonriendo.

- como digas madre - dije simplemente dándole la espalda.

Ya había tenido ésta discusión muchísimas veces, después de un tiempo deje de darle importancia.

Escuché como la puerta se cerro diciéndome que mi madre tampoco lo iba a discutir.

Desde hace algunos meses he estado pensando en dejar a mis padres, quiero empezar de nuevo, los quiero, pero no puedo seguir viendo como se pelean cada día.

Dos semanas después de mudarme conseguí un trabajo, el trabajo era muy fácil, simplemente acomodar CD'S en una tienda de música, ganaba bien, y todo el sueldo lo podía ahorrar, ya estaba decidido conseguiría un apartamento para independizarme.

Me encontraba en mi cuarto, eran pasadas las 6:00pm de un domingo aburrido, estaba escuchando algunos discos, puse uno que hace poco había comprado *pyromania- def leppard* me dispuse a ojear algunas de las revistas que tenía en mi cuarto de repente escuché golpes en mi ventana, no le di mucha importancia al principio, quizá era algún ave o algo parecido pero se volvieron a escuchar esos mismos golpecitos con un tono de desespero, decidí ponerme de pie y ver que pasaba, me acerqué a la ventana con algo de temor y al asomar mi cabeza vi a un chico rubio, mirándome un poco extrañado.

- ¿eres tu la de la música? -Dijo mirando a todos lados como si lo persiguieran.

- si, lo soy ¿tienes algún problema? - Lo mire extrañada.

- vale. - ni siquiera terminó de decir eso cuando ya estaba subiendo por la enredadera que daba a mi cuarto.

- ¿qué diablos de sucede? ¡Baja ahora! - pero ya era tarde, ya estaba frente a mi, y dispuesto a entrar.

- no hagas ruido niña, sólo estaré acá un rato, mientras se calman las cosas. - dijo corriendome para poder entrar.

- ¿y que te hace pensar que yo dejare que lo hagas? - cruzando mis brazos y mirándolo fijamente.

- bueno, alguien que los escucha no puede ser mala persona- señalando mi poster de Sex Pistols- sonreí ante eso- además me causa curiosidad que una chica escuche ésta música, no es muy visto aquí en Seattle- cruzandose de brazos-  adivino, no eres de aquí, nunca te habia visto de hecho.

- entonces las personas de aquí son muy aburridas- sentandome en mi cama.

- en efecto, lo son.- sentándose en el piso.

No respondí eso, y hubo un pequeño silencio, ya saben, de esos incómodos en el que no sabes que estupidez decir para hacer una conversación.

- ¿tocas la guitarra? - señalando el lugar donde se encontraba mi amada lucy; si, le tenía nombre.

- en realidad no, hace mucho quiero hacerlo, pero no sé por donde empezar- dije un poco desilusionada.

- ya veo...¿quisieras que te enseñe un poco?

- ¿sabes tocar la guitarra? Dije mirándolo feliz.

- además de la bateria y el bajo. -  encogiendose de hombros, como si no fuera nada.

- me encantaría...- no sabía como llamarlo, supongo que él lo noto porque respondió.

-Michael, mi nombre es Michael - sonriendome
- Victoria- devolviendole la sonrisa.

Ha pasado un poco más de una hora, Michael tuvo demasiada paciencia conmigo y con mis torpes dedos, en realidad es un muchacho encantador, sus ojos son preciosos y su cabello alborotado combina muy bien con esa pinta de rockero y un toque punk.

- no Victoria, es así - dijo mientras acomodaba mis dedos, vi que se puso tenso después de aquella leve caricia.

- ¿pasa algo? - lo mire con curiosidad.

- no, nada -intento hacer una leve sonrisa, pero a este hombre se le veía a leguas cuando fingia- pero ya es algo tarde y me tengo que ir- levantándose y agarrando una mochila que traía con él.

- vale, pero tengo una duda - cruzandome de brazos y interfiriendo en su camino a la ventana.

- dime - imitando lo que hice con mis brazos

- ¿de qué te estuviste escondiendo ésta última hora?

- oh, eso...bueno, estaba con unos amigos y...

FLASHBACK

- muchachos, tengo una idea, siganme. - dijo con entusiasmo  Carl.

Michael: ¿qué tienes pensados Carl?- dije curioso.

- robemos algo para tomar- dijo levantando sus cejas

- gran idea Carl - dijo feliz Daniel.

- no lo sé, aún es temprano, nos verán muy fácil - rascandome la cabeza

- vamos michael, son dos contra uno, Daniel también está de acuerdo - Carl puede llegar a ser muy intenso cuando se lo propone.

- si, vamos Michael. - añadió Daniel mientras me agarraba del brazo.

-está bien, pero al menos algo que valga la pena - advertí.

Llegamos a una pequeña tienda que era atendida por un anciano; la víctima perfecta, de por si nuestra vestimenta en este pueblo era algo de que hablar, así que el anciano se sorprendió un poco cuando nosotros entramos. Agarré un par de botellas de vodka, Carl tomó unas botellas de cerveza y Daniel simplemente vigilaba.

Nos acercamos al lugar donde se encontraba el anciano, tomamos unas mentas y corrimos como nunca, lo escuchamos gritar, sentí un poco de pena por él, pero seguí corriendo, escuche otra voz llamándonos volví a mirar y ahora nos perseguía un policía, sabía que en pocos minutos llegarían más policias, así que decidí separarme de Daniel y Carl; entre a los vecindarios, me escondí en la parte trasera de una casa y fue ahí cuando escuche a Def Leppard, el resto de la historia ya es obvia.

Rocket Queen (Duff Mckagan, Victoria "Zoe" Cooper)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora