Grace Sky, una chica competitiva hasta calar los huesos que posee un promedio de excelencia académica. Chris Jones, un chico inteligente que forma parte del montón, Y a diferencia de Grace, no se involucra tanto en la escuela. Para ellos, ganar la f...
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Pasaron tres días, hoy era viernes y no, hoy no tocaba reunirse en casa de Grace, si no que hoy era el cumpleaños de ambos chicos.
¿Qué ironía no? Cumplir el mismo día que tu enemigo. Aunque, ahora ya no estaba muy segura de clasificar a estos chicos como tales.
El 26 de Abril, un buen día para nacer a mi parecer.
Grace había organizado una pequeña fiesta en casa, al igual que sus amigos le organizaron una a Chris, pero a grandes escalas.
Ambos chicos se habían invitado mutuamente a la fiesta de cada uno, pero era claro que ninguno podría ir a la fiesta del otro, así que no hicieron más comentarios al respecto.
Durante la mañana, Grace recibió muy pocas felicitaciones, al contrario de Chris, que casi todos los alumnos de último año e incluso de otros grados lo felicitaron.
A la tarde, saliendo de clases, Grace fue al centro comercial para comprarse algo lindo que ponerse para la fiesta. Una hora después, había encontrado el vestido perfecto, en tono rojo y manga tres cuartos, con hombreras y largo hasta medio muslo.
Lucía muy bien en aquel vestido.
Después de eso se marchó a casa, dónde la esperaban sus padres para comer con ella.
Por su parte, Chris había ido directo a casa como cualquier día y junto con sus padres y hermana partieron un pastel al terminar de comer, ya que no tendrían la dicha de pasar con Chris el resto del día debido a la fiesta que le habían organizado sus amigos.
Chris comenzó a sentir un mal presentimiento, pero no por nada acerca de su familia o él, sino por Grace. No sabía a qué se debía eso, pero no era una sensación nada bonita.
Grace pasó la comida en compañía de sus padres y estos, después de finalizar de comer y felicitar a su hija, esperaron una hora para marcharse de nuevo al trabajo.
Y ese era el poco aprecio que le tenían, o al menos así lo hacían ver con sus acciones.
El resto de la tarde, Grace comenzó a decorar la casa junto con Sarah y Tomás que la ayudaron. Grace estaba tan ansiosa y entusiasmada por su fiesta que no podía esperar a que llegaran ya sus invitados.
Las horas pasaron y dio la hora en la que Grace había citado a sus invitados.
Mientras tanto, Chris se dirigía a casa de Danáe, la cual también era de un gran tamaño como la de Grace. La fiesta que le habían organizado sería ahí.
Cuando Chris llegó, tocó el timbre y Danáe lo recibió, entonces sus más cercanos amigos salieron de su escondite gritando.
– ¡Feliz cumpleaños Chris! –gritaron todos.
Chris sonrió y todos le fueron dando un abrazo al chico.
Al principio la fiesta era muy tranquila ya que solo había poca gente, porque eran los amigos más cercanos a Chris. Pero conforme los minutos fueron pasando, la gente comenzó a llegar hasta que la casa quedó repleta.
