Grace Sky, una chica competitiva hasta calar los huesos que posee un promedio de excelencia académica. Chris Jones, un chico inteligente que forma parte del montón, Y a diferencia de Grace, no se involucra tanto en la escuela. Para ellos, ganar la f...
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Al día siguiente, los chicos se reunieron en la clase de ciencias para organizar todo.
– ¿Preguntaste Jones?
– Si, mis padres me dieron permiso el día que sea. ¿A ti Sky?
– Muy bien, a mí igual –respondió Grace–. El día de ayer planee un calendario sobre cómo nos podíamos organizar para terminar el proyecto a tiempo.
– Entonces, ¿cómo nos organizaremos? –preguntó Chris.
– Si mis cálculos no fallan, nos reuniremos una vez a la semana. Una semana en una casa y la siguiente en la casa del otro. Tendremos siete semanas para determinar todos los datos que se requieren. A partir de eso, tendremos cuatro semanas para armar las maquetas.
– De acuerdo, ¿qué días? –preguntó Chris.
– Los viernes estaría perfecto para mí, porque es mí día libre. ¿Qué hay de ti? –dijo Grace.
– Creo que los martes es el día menos ajetreado en casa, ese día estará bien, aunque tendré que renunciar los viernes a tocar con la banda. Todo por la bendita feria de ciencias.
– No eres el único que tendrá que renunciar a sus actividades extracurriculares –mencionó Grace.
– ¿Tú qué haces Sky? –Preguntó Chris–. Jamás te he visto haciendo algo.
– De deportes práctico tenis, pero en lo cultural toco el piano y violín –dijo Grace–. No creo que a eso se le llame hacer nada.
– Tranquila, solo era una broma, yo sabía que practicabas tenis.
– ¿Siempre tienes que ser así Jones?
– Así es Sky.
– Agh, este viernes nos reuniremos en mi casa, ¿de acuerdo? –Cambió el tema Grace–. Mi chofer nos llevará a casa saliendo de clases.
– Bien, ¿algún punto de encuentro a la salida?
– En el pilar izquierdo de la entrada de la escuela.
– De acuerdo, supongo que eso es todo ¿no? –preguntó Chris.
– Así es –respondió Grace.
– ¿Cómo vas con el ambiente de Skones? –cuestionó Chris.
– ¿Skones? –se extrañó Grace al escuchar aquel nombre extraño.
– Si, nuestro planeta, ¿lo recuerdas?
– ¡Ah! Claro, ya está terminado –respondió Grace.
Y el timbre sonó, indicando que la clase había concluido.
– Ya no hay tiempo, el viernes me lo dices, ¿de acuerdo? –dijo Chris.
– Bien, hasta entonces Chris.
Chris le dedicó una sonrisa a Grace, tomó sus cosas y salió del aula.
Esta era su última clase de ciencias durante la semana, por lo tanto el resto de la semana ya no se tendrían que sentar con su insoportable enemigo. Al fin tendrían algunos días de paz.
El resto de la semana pudieron descansar siendo ellos mismos y no tratando de ser mejor que su oponente.
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