Grace Sky, una chica competitiva hasta calar los huesos que posee un promedio de excelencia académica. Chris Jones, un chico inteligente que forma parte del montón, Y a diferencia de Grace, no se involucra tanto en la escuela. Para ellos, ganar la f...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Tras darle un final feliz al juego, ambos chicos se despidieron de la familia Jones y salieron de casa.
Ambos se montaron en el auto y Chris condujo hasta la casa de Maia Ackerman.
Cuando llegaron a la casa de los Ackerman, notaron que no había mucha gente todavía ya que era temprano y, todos saben que la verdadera fiesta comienza a partir de media noche.
Ambos bajaron del auto, pero, antes de dirigirse hacia la casa de Maia, Chris sacó de la cajuela su guitarra eléctrica, junto con el amplificador para esta.
Ambos se dirigieron a la entrada y tocaron el timbre. Esperaron ansiosos hasta que Maia apareció y abrió la puerta.
– Eh chicos, adelante pasen –dijo Maia con una sonrisa y un claro olor a alcohol. Alguien había comenzado la fiesta antes...
– Gracias, ¿la banda ya llegó? –preguntó Chris mientras entraba a la casa.
– Si, te estaban esperando –respondió Maia.
Chris asintió y se adentró en la casa, seguido de Grace.
Al llegar a la sala de estar, Chris vio a sus compañeros, con los cuales formó la banda.
Muchos pensaban que, al vivir en Seattle, la banda de Chris nunca prosperaría debido a que era la única ciudad de estados unidos a la cual las compañías e industrias de música ignoraban. Ya que el único cantante famoso de la ciudad hasta la década había sido JimiHendrix.
– Al fin apareces –dijo Danáe sonriente, la vocalista de Uncertain Nation, la banda de Chris.
Danáe era una chica hermosa, afroamericana, pero sus facciones eran finas y perfectas. Además su cabello negro como la oscuridad las hacía resaltar. Sus ojos son de un color café y tiene unas cejas muy pobladas. Y cabe mencionar que sus labios tienen un grosor perfecto, no es demasiado, pero tampoco es poco.
– Les dije que llegaría un poco tarde, por lo de la feria de ciencias –dijo Chris mientras dejaba el amplificador en el suelo y se quitaba la guitarra del torso.
– ¿Llegaron juntos? –preguntó confundido Koi.
– Si, yo la invité –dijo Chris volteando a ver a Grace quien permanecía callada.
Koi era un chico asiático de cabello negro, con hoyuelos en las mejillas y una dentadura perfecta. Sin dudas era un asiático bastante atractivo.
– Pero, ¿qué no se odian? –preguntó Orlando confundido.
Chris y Grace se voltearon a ver. Ninguno de los dos tenía respuesta a esa pregunta.
Orlando era un chico bastante atractivo de piel aceitunada y mandíbulas fuertes. Con el perfil de un dios griego y unos labios rosas. Sin embargo, no era muy listo.
