CAPITULO 9- NOS VAMOS.

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Todos empacamos todo lo que era mas importante llevar. Comida, agua, ropa, armas, municiones, todo.
Cada quien llevaba una mochila con cosas. Nao y Sooren llevaban la mochila con ropa para todos, Arturo y Selsy llevaban una con comida y un poco de municiones, Monse llevaba una cargada con todas las armas y llevaba de la mano a Juanpa, Manuel llevaba una con un poco de comida y armas pequeñas.
Hiroshi, Natsu, Gabriel José y yo cubriamos a todos con las armas.
Gabriel, Natsu y Hiroshi por detrás, José y yo por delante.
Todos íbamos saliendo del centro comercial poco a poco y silenciosamente.
Buscábamos algún auto que funcionará para poder subirnos y conducir. De repente Nao grito:

—Hey, aquí hay uno, al parecer dejaron la llave!— todos corrimos hacia el auto. Jose subió al asiento del conductor y giro la llave para encender el motor, lo repitió tres veces hasta que encendió, no tardamos ni cinco segundos en subir todos al auto.
Jose condució rumbo a el destino que teníamos planeado ir y comenzar un nuevo estilo de vida. Juanpa durmió en el camino junto con Monse. Yo traté de dormir, pero cuando por fin trate de conciliar el sueño, Gabriel grito:
—Zombies!— todos asomamos la cabeza por la ventana, Hiroshi y yo sacamos la mitad del cuerpo y con arma en mano, comenzamos a abrir paso por la carretera.
Nos metimos de nuevo para recargar y nos percatamos de que había un carro que se aproximaba a nosotros.
Pero lo que mas nos sorprendió a Gabriel, Hiroshi y a mi, fue reconocer el auto...
Era el auto de las cuatro personas que vimos la otra noche!
Nos miramos unos a otros y sin pensarlo dije casi gritando:
—Da la vuelta! Vamonos!— Mire a José y lo tome del hombro, lo cual empecé a sacudirlo una y otra vez.

— Ok, esta bien! Daré la vuelta! Tranquila.— dijo José girando el volante.

—Oye, por que tan alterada? Pasa algo malo?— dijo Natsu mirándome raro.

—Ese es el auto de las cuatro personas que vimos la vez pasada— dije nerviosa.

Todos me miraron sorprendidos por lo que había dicho.

—Vamonos! No podemos arriesgarnos!— dijo Manuel preocupado.

—Tiene razón, no sabemos las mañas que tengan esas personas— dijo Arturo acercándose a mi.
Últimamente lo note algo protector conmigo, pero no sabia el por que, se me hacia lindo de su parte(7u7)
Todos nos asomabamos por las ventanas del auto, pero por suerte el auto de las otras personas lo habíamos perdido. Jose estaba agotado de manejar, por lo que le pregunte:

—Hermanote? Quieres que maneje un rato?— lo mire y me amarre el cabello con una liga que tenia en mi mano como pulsera.

—Claro, por que no?— dijo tallandose los ojos de lo agotado que estaba por conducir varia horas.

—Oye ve a dormir con los demás, es un poco tarde, te levantare si pasa algo si?— dije tocando su brazo.
Se coloco en el asiento del copiloto, se recostó, me miro y dijo:

—No te puedo dejar sola, que tal si te pasa algo? No, no, no, me quedare despierto cuidando a mi hermanita— dijo con voz como de niño pequeño.
La cual me provocó risa.

—Jaja, claro... Ahora la pequeña del grupo soy yo? Genial— dije riendo y algo sarcástica.
—Jaja, pues para mi si! Sigues siendo mi hermanita.
Lo mire sarcásticamente molesta

The after life...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora