Heartbreaker

💔Capítulo 20💔

Damon

Salí de la clase directo a buscar a Elena, alguien en su clase me había dicho que estaba en la biblioteca. Seguí mi camino dispuesto a encontrarla, necesitaba hablar con ella.

Al girar en la esquina mis ojos se alargaron en unas ciertas personitas.

Al verme Hayley apartó el cuerpo de Klaus de una forma violenta.

Este era mi momento de verificar bien a ese maldito idiota.

—Hayley —levanté mi mano en saludo y ella se extrañó un poco. Llegue hasta ellos—. Santa Klaus, cierto —deslice una sonrisa socarrona señalando al borracho de la plana.

—Ja, eres gracioso —me palmeó el hombro con fuerza y le di una mala mirada. Calme mi mente y las ganas de romperle la cara. Me gire a Hayley y le puse el brazo alrededor de la cintura.

—Te estaba buscando para pedirte el número de Safira.

—¿Para qué?

—Estas bromeando, sus pasteles son una maravilla —ella sacó su teléfono y se lo arrebate—. Yo lo busco —fingí que buscaba eso pero me fui directo a su calendario. La tonta de Hayley tenía un raro problema con las fechas y si algo iba a ser ella lo apuntaba todo. Me fije en la fecha de hoy y en efecto, tenía algo—. Por cierto, quería disculparme por lo de ayer —ella me vio algo desorientada, gire levemente los ojos a Klaus y los volví a regresar a Hayley—, que pena de verdad, ya sabes que cuando bebo no puedo parar en otro lado.

Le devolví el teléfono después de apuntar en el mío el supuesto número.

Hayley se veía confundida pero a la vez emocionada, ella amaba que los hombres le prestaran mucha atención, ese era su mayor defecto.

—Damon, no te preocupes, ya sabes que he sido yo la que te he dicho que puedes ir a buscarme.

Le sonreí y baje mi barbilla hasta su oreja, roce mis labios en su mejilla de una forma lenta y seductora.

—Por eso te quiero, mi lobita —le gruñi y ella soltó una risita nerviosa pero feliz.

Klaus se aclaró la garganta y volteé mi rostro para verlo. Hayley se dio cuenta de mi plan y me apartó tomando mis brazos.

—Tengo que irme —se sacudió el cabello y tomó una respiración.

—No, espera —saque unos calzones de mi chaqueta y se los extendí—. Se me olvidaba que la otra vez que estuvimos detrás de la biblioteca, ya sabes —me lamí los labios—, recuerdas cuando llevabas ese vestido rojo suelto, pues dejaste eso en mi bolsillo —me gire a ver a Klaus de nuevo, sus ojos se habían tornado rojo intenso. Todo era mentira, pero ver su reacción me gustaba —, upss, perdón, Klaus, se que nuestras intimidades no te interesan, soy tan olvidadizo a veces.

Baje mi mirada a sus manos, ambas estaban en puños.

—No, no. Sigan, disfruten, se que fuiste novio de Hayley hace mucho tiempo —miró a Hayley mientras está seguía en shock.