Capítulo 1.

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•La vida de Cailín•

Vivo en Venezuela, en una ciudad pequeña en que la mitad del tiempo todos sus integrantes se conocen. Soy una adolescente de 15 años de edad, soy pequeña de estatura (mido 1.56 para ser más exactos), tengo piel morena. Me describo cómo una persona alegre, me encanta reír aunque he pasado por tantas cosas difíciles en mi vida, siempre sonrío y me encanta hacerlo, amo los libros siempre he querido escribir uno y abrir una librería. Soy una persona de bien y estable debido a mi abuela materna, ella siempre ha estado para mí y se ha hecho cargo de mi persona cuando mi madre nunca lo hizo. Soy la mano derecha de mi abuela, nuestra confianza es increíble, es luchadora y desde hace mucho tiempo ha sido mi ejemplo a seguir, tiene el corazón más grande de todos, es tan caritativa y alegre. Me encanta cuando las personas dicen que tenemos mucho parecido, la mitad del tiempo digo que soy su hija, amaría que ella fuera mi madre, en serio quisiera eso...
Mi madre y mi padre se divorciaron cuando nací, no me crié en una casa en la convivía con mis padres o digamos un vínculo familiar en el que ellos estuviesen presente; nunca fué así. Sin embargo no me arrepiento, además pienso que Dios me dio la gran oportunidad de tener en mi camino a mi gran ángel. Mi madre nunca se encargó de mí, ni mucho menos preocuparse por los sucesos ocurridos en mi vida, los días en mi vida transcurrían en dolor y pensamientos negativos sobre la misma, siempre necesité a mis padres a mi lado, pero a medida del tiempo me fuí acostumbrando a tener todo en los brazos de mi abuela, ha sido padre, madre, mejor amiga, ella simplemente es todo y me ha levantado del suelo cuando siento que ya no puedo más.
Mi padre por otra parte, cuando se separó de mi madre, hizo una nueva familia tuvo un hijo que es mi medio hermano, a mi padre lo he visto muy poco, aunque sinceramente todo es mejor de esta manera. Cada vez que lo veo tiene algo con que decepcionarme.
Mi tío materno (hermano menor de mi madre), es mi héroe en todos los sentidos, luchó por sus sueños y ha querido sacarnos de nuestra situación económica complicada, nunca he dudado de él ha cumplido lo que se propone y le debo muchas cosas. Nunca lo defraudaré daré lo mejor de mí para que él se sienta orgulloso de mí.

Mi Realidad©.«Editada».Donde viven las historias. Descúbrelo ahora