Capítulo 15.

135 17 0
                                    

2014.

Inicié la secundaría. Muy nerviosa de lo que ocurriría en esa etapa nueva y "bonita" según los adultos. Tal vez sea cierto, porque en la adolescencia también hay alegría, pero detrás de esa alegría se ocultan muchas cosas; mal de amores, decepciones, hipocresías, traiciones, depresiones y miles de cosas más. La adolescencia nunca será fácil.

Durante ese año, en 7mo grado conocí a mi mejor amiga Alondra (recuerdo todo eso, y soy tan feliz). Ella sufría por un patán que nunca la valoró por quién es, ella es tan valiente; en mi opinión cuando te enamoras de una persona es tan difícil apartarte de ella, ya que piensas que no llegarás a encontrar a otra persona que te haga sentir igual o, incluso mejor en el amor; pero sí, es posible.
Esa etapa siempre estará en la vida escrita:
Te enamoras, confías en esa persona, empiezas a enamorarte y te lastiman... Pero sigues allí siendo fuerte y sobrellevando el dolor de compartir tanto con dicha persona y que al final dices "Perdí mi tiempo al lado de una persona que nunca me quiso". Pues no, fué una experiencia que te enseña a seguir viviendo. Tus errores te enseñan a seguir por el duro camino de la vida.

Conocí a Renato, mi mejor amigo. Llegarse a enamorar de tu mejor amigo es tan oído en estos tiempos ¿es normal, no?. Es la persona en la que más confías tus secretos y la que siempre estará ahí para tí en cualquiera de las ocasiones.

-

¿Quién diría que mi mejor amigo gustaba de mí y yo lo dejaba en la famosa friendzone? ¿Cómo pude ser tan estúpida y no darme cuenta antes?.

Conocí también, a ese amigo que te quiere y te cuida como un padre; Jorge. Él siempre venía a mi mesa a levantar mi ánimo. Un gran amigo, él debería multiplicarse; todos necesitan un amigo cómo él. Nunca hipócrita; siempre sincero aunque la verdad duela.

Javier. Oh, Javier, siempre en tu círculo de amigos tendrás un amigo negro. Es tan divertido, te saca tres sonrisas en una. Si te encuentras con él, nunca dejarás de reír.

Esa amiga gritona y dramática. Daniela.

Mi mejor amiga Alisse sin duda es la mejor. Trabaja en una floristería la conozco desde hace mucho pero está vez en especial quería hablar sobre ella. Lo merece absolutamente todo, su vida amorosa pues es un desastre pero estoy súper segura que pronto encontrará a su príncipe. Ha estado allí sobre todas las cosas y de verdad no hay palabras para expresar lo afortunada que soy de tenerla a mi lado apoyándome.

-

Renato se cansó de esperame, ni en mis más locos sueños hubiera imaginado que sentía algo por mí.

En las vacaciones me enamoré de él, fué el turno él de dejarme en la friendzone. El karma, supongo. Dejamos de hablar durante 2 meses y medio.

2015.

Extrañé el colegio, por el simple hecho de que las vacaciones fueron terriblemente aburridas.

Alondra cuando me vió no dudó en abrazarme. La extrañé un montón, nos teníamos que poner al día.

¿Los opuestos se atraen, no? Renato me abrazó tan fuerte cómo pudo. Fué el mejor momento. Supongo que estamos bien.

~2 meses después.~

–Hola–beso sus labios y me siento a su lado.

–Hola–dice despreocupado.

–¿Estás bien? ¿Estás molesto?–pregunto. Sus cambios de humor a la vista, de nuevo.

–Estoy bien, ¿qué te hace pensar que estoy mal?–suelta escupiendo sus palabras. Tuerzo el gesto e ignoro su respuesta.

–¿Cómo va el fútbol?–Pregunto buscando tema de conversación.

–Bien–Responde él.

Siempre es lo mismo, la misma conversación una y otra vez; para al final terminar discutiendo.

Podíamos durar días sin hablarnos si yo no me acercaba a hablarle. ¿Difícil? Sí, muy difícil. Sin conexión, sin interés.

Era mejor cuando éramos mejores amigos, él era diferente, ¿por qué cambió?.

Él tenía una mejor amiga de un año más avanzado de nosotros. Samantha.
Ellos sí aparentaban ser novios, se veían mejor ellos juntos. Ellos sí tenían la conexión que faltaba en mí relación.

Por un comentario inocente sobre mis estúpidos celos. Todo se tornó negro, y él me terminó por ella. Que no soportaba que yo hablara mal de sus "amigas".
Pero al final del cuento, su amiguita Samantha se buscó a alguien más, y le dejó de hablar. Renato quedó solo.

~3 meses después.~

Me encontraba en mi red social Facebook, navegando y viendo memes. Hasta que veo muchas notificaciones de likes a fotos muy viejas.
ME. ESTABA. STALKEANDO.
Y al cabo de dos minutos, el chico inició un chat.

~Chat de Facebook Ashton Thompson~

•Ashton: Hey, ¿cómo estás? Soy amigo de Renato. En mi círculo de amigos han dicho que eres muy amigable y quisiera conocerte.

•Cailín: Está bien. Bien, ¿y tú?.

Y de allí, empezó nuestra conversación. Y meses después me contó sobre su pasado oscuro. Tuvo la confianza en mí para contarme eso.
Sufrió bastante y para aliviar su dolor estaba en lo peor que se puede caer; las drogas. Más de una vez le pedí que lo dejara, que no solucionaría nada haciendo ese tipo de cosas; estaba en riesgo y me preocupaba su bienestar. Hasta que un día, mi pesadilla se hizo realidad, lo golpearon y lastimaron, fui a ayudar a curar sus heridas.

-Sólo son unos pequeños golpes, no es nada. Estoy bien- dice Ashton mientras yo curaba la herida de su ojo.

-Te lo dije una y mil veces, lo digo por tu bien Ash, no son buenas personas. Te seguirán buscando hasta que pagues todo, ¿por qué no sales de este mundo por mí? Te lo suplico, es todo lo que te pido–Se cristalizan mis ojos.

-Ya estoy muy hundido en esto, ¿crees que no he querido salir de esta mierda y ser libre de una vez?. Sólo quiero que tú te cuides, ya me han visto contigo y me aterra que algún día quieran hacerte daño–Dice con tono preocupado.

Todo esto me cayó como un balde de agua fría, no quiero que nos pase nada; ni a él ni a mí. Tengo que ayudar a vencer esto.

~1 semana después~

Mi abuela estaba de viaje a Ecuador.
Me quedé con Ash.
Él siempre cuidaba de mí cuando abue Victoria estaba ocupada.

-

Ashton estaba en lo correcto, me estaban siguiendo. Me espiaban y sabían hacia a dónde me dirigía, me encontraba caminando hacía mi casa. Las calles oscuras y desoladas, el miedo corría por mis venas, sentía que alguien seguía mis pasos. En un corto reflejo de mis ojos por detrás de mí hombro confirmé que sí, me estaban siguiendo. 4 tipos con capuchas y ropa negra para ser más específicos, robaron mis cosas, rasgaron mi ropa y me golpearon en todo mi cuerpo. Todo ocurrió muy rápido, nadie se enteró, no quería preocupar a Ash pero mis moretones no los logré ocultar muy bien.

–¿Qué tienes allí? Tienes un hematoma muy grande. ¿Quién te hizo esto?–Mi camisa se levantó un poco revelando uno de los tantos en mi cuerpo. Mi cara instantáneamente va hacia el piso–RESPÓNDEME–Siempre tuve miedo de la faceta de Ash agresiva. No lograba pensar cuando se encontraba completamente molesto.

Mi Realidad©.«Editada».Donde viven las historias. Descúbrelo ahora