Capitulo 14.

162 27 0
                                    

–La estamos perdiendo, el cáncer migró–. Gardens también está preocupado. Lo puedo ver en su rostro lleno de arrugas, le tiene mucho cariño a Lucía. Sabe por todo lo que ha pasado Zack para que ella esté saludable, no debe darse por vencido. Lucía puede hacerlo.

–Salvenla, sólo eso; salvenla por favor–Responde Zack en medio de susurros.

–Por favor doc, haga todo lo que esté a su alcance. Lucía es la luz de nosotros, por favor. Confío en usted–Digo esperanzada por todos los casos que él ha salvado de niños en esta situación, no lo dejo responder y vuelvo con Zack.

–Ha pasado por tanta mierda que ya estoy cansado de no poder hacer nada por ella, sufre y no puedo absorber su sufrimiento. Es mi niña Cailín, es lo único que me queda. Desde que mis padres murieron me he sentido solo y ella está siempre allí pidiéndome jugar con sus muñecas y con tan solo ver su hermosa sonrisa hace que me olvide de todo lo que ocurre en mi fracasada vida. Cuando mamá informó a la familia sobre su enfermedad a todos nos cayó como un balde de agua fría, fué inesperado. Papá y mamá murieron en la autopista de Nueva York para traer su medicación. Lucía se culpó mucho tu tiempo por eso, y no sabes cuán difícil ha sido. No puedo perderla–Dice Zack angustiado.

–Ella podrá–Sólo logro responder eso. Ya me está afectando demasiado ésta situación. Tal vez Lucía no me contó nada debido a que se siente culpable y contándome pensó que yo me iría de su lado. Siempre estaré dispuesta a estar con ella sobre todas las cosas, sin excepción.

Mi abuela llegó con comida porque sabía que yo no había traído dinero al hospital para comer algo en la cafetería. La mitad lo compartí con Zack, ya teníamos todo el día aquí y no lo había visto consumir algo. Él no quería comer, lo tuve que obligar. Si no comía un trozo de la mínima fruta estaría débil y no dejaré que se caiga al suelo tan rápido. Si necesita apoyo, yo se lo daré.

Cuando murió Kevin nadie estuvo para mi, más bien porque nunca lo comenté ya que el simple hecho de nombrarlo hacía que mis lágrimas cayeran en picadas de mis ojos.

««–Cailín, puedo llamar a tus amigos para qué te distraigas un poco. No puedes estar en la cama más tiempo te enfermarás, pequeña–Dice mi abue Victoria, preocupada. Me encontró llorando en mi habitación cómo siempre, no quiero comer, no quiero ver el sol, no quiero hablar con nadie, sólo quiero hundirme y ya.

–Déjame sola, no quiero hablar con nadie. Sólo él me entendía, nadie más. Sólo él puede llenar este vacío y no está, ¡ESTÁ MUERTO! ¡VETE DE MI HABITACIÓN! ¡NO TE QUIERO VER! ¡POR FAVOR, DÉJAME SOLA!–Gritarle a mi abuela es lo peor que puedo hacer, pero quiero estar sola y hundirme sola. Él ya no está,y tengo que aceptarlo.««

Perder a un familiar o un amigo/a, no es nada fácil. Para nosotros los que somos dichosos de quedarnos aquí en éste mundo "maravilloso" entre comillas, es increíblemente difícil acostumbrarse a estar sin ellos, sin su compañía.

-

Lucía murió, el cáncer migró a gran parte de su cuerpo y no pudimos hacer nada. La tuvimos en nuestras manos y murió. Se fué como Kevin, en un abrir y cerrar de ojos. La luz que me iluminaba fué apagada de nuevo por la vida. Cruel vida.

El doctor Gardens me vió muy grave con su pérdida y me dió una gran idea.

–Primero, haz de su funeral muy alegre. Globos, y todo lo que a un niño le gusta. Sus palabras un día fueron "Hey Doctor G. Para mi funeral quiero muchos globos y trampolines para que mis amigos de aquí del hospital vayan y se diviertan como se divertían jugando conmigo". Creo que Lucía sabía que moriría pronto, el cuerpo se conoce Cailín, y ella se preparaba para su fin–Miro atentamente a Gardens con lágrimas en los ojos–Segundo, sé que estás sufriendo un montón pero para no sentirte tan mal de no haberte despedido. Escribe una carta, una bella y colorida carta expresando todas las cosas y recuerdos lindos que viviste con ella, y por fin le das tu adiós, luego que la hayas escrito colocala adentro de su ataúd. La carta se irá con ella para siempre–Concluye, y no soporto el insistente nudo en mi garganta que no deja salir mis palabras, sólo palabras entrecortadas.

Mi Realidad©.«Editada».Donde viven las historias. Descúbrelo ahora