Prologo

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Era una tranquila noche de primavera por primera vez en un largo tiempo la ciudad de Nueva York se encontraba en paz, pero aun que la ciudad se encontrara tranquila la mente de nuestro protagonista se encontraba bastante turbia ni siquiera el balancearse en la ciudad era suficiente como para despejarse era como si su mente aun se encontrara en esa misma noche.

Peter P.O.V

Ya han pasado 2 meses desde esa noche, la noche donde el padre de Harry murió... La noche donde rompí la única regla que jure jamás romper... La noche donde mi mundo se vino abajo.

Y yo mismo me lo tengo merecido, jugué con los sentimientos de una gran persona, pensé solo en mí y termine decepcionándolos a todos en otras palabras un día normal en la vida de Peter Parker...

En serio extraño a Gwen, pero Harry la necesita más él perdió a su padre y fue mi culpa que eso pasara, actué egoístamente al ser controlado por mi ira y el que este con Gwen es lo menos que pueda hacer... Aun si eso me lastime. También es mi castigo pase tanto tiempo ignorándola que era lógico que ella se cansara de esperar y buscara su propia felicidad y después de lo que le hice a Liz...

A medida que los pensamientos tomaban el control del muchacho una gran explosión logro regresarlo a la realidad.

Perfecto esto es justo lo que necesitaba una buena dosis de acción lograra subirme el ánimo o almenos hacerme olvidarme un poco de mis problemas actuales. Quien lo diría son las 3 am y ya están intentando robar el museo de historia ¿Acaso no duerme esta gente? Bueno lo mejor será ir y acabar con esto, tengo examen mañana.

Decidí entrar desde el techo ¿Qué original no? Para mi sorpresa el perpetrador era mi viejo amigo/enemigo.

—¡Mysterio amigo! ¿No crees que ya se pasó tu hora de dormir? — Trate de sonar sarcástico era uno de mis métodos para darme valor, nunca he sido una persona muy valiente que digamos por lo que siempre trato de hablar de más y así evito el quedarme...

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—¡Mysterio amigo! ¿No crees que ya se pasó tu hora de dormir? — Trate de sonar sarcástico era uno de mis métodos para darme valor, nunca he sido una persona muy valiente que digamos por lo que siempre trato de hablar de más y así evito el quedarme congelado en momentos como este.

—¡Tonto! ¡¿Crees que el gran mysterio necesita algo tan burdo como el horario de dormir?!— Al igual que siempre mi plan para hacerlos enojar era un éxito con el extra de que ahora sabía mi ubicación y por ende podía atacarme con todo ¿Inteligente no?

—Pues eso fue lo que tu madre me dijo antes de venir aquí — Sin aviso me abalance a él, no era la clase de criminal que se interesaba en la historia y eso solo significaba que trabajaba para alguien, usando mi telaraña trate de quitarle su guante el cual era necesario si es que quería hacer uso de sus trucos de magia baratos, cosa que el ya se esperaba ya que en cuanto toque su guante una enorme corriente eléctrica emanó del mismo guante la cual fue conducida por mi telaraña llegando asta mi.

—¿En serio pensaste que el gran mysterio volvería a caer en el mismo truco?—

—Para serte sincero si, pero bueno dejémonos de rodeos para quien es el trabajo. Te conozco y siempre me pareciste alguien que creía más en lo místico que en lo histórico o almenos eso me dice tu cosplay— Trate de distraerlo un poco con mi típicos insultos, pero por alguna razón estos no parecían hacer efecto se notaba ansioso y nervioso como si deberás quisiera algo para el mismo ¿Pero que? ¡¿Que podría ser tan importante como para venir a las tres de la mañana?!.

Atrapado en parís.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora