En caída libre

¿Será ella?

Canción del capítulo- And I love her
P.s: si no sabes de que va esta dinámica lee la nota que se encuentra en la primera parte
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Esa noche no podía pensar en otra cosa que no fuera la chica del parque, me parecía curioso como alguien que parecía una delicada flor pudiera demostrar tanta confianza de un momento a otro, aunque bueno hablamos de mujeres, un tema del cual no soy un experto.

Desde que conocí a Amy jamás me había vuelto a enamorar y aunque había conocido a varias chicas, ninguna me causaba lo que ella generó en mi hace tantos años, lo cual me hizo preguntarme ¿qué es esto? Un simple amorío o algo más... Fuera lo que fuera sabía que tenía que descubrirlo y que no existía un mejor escenario que el que ella me había presentado.

Ya en la mañana siguiente me dispuse a empacar aún dándole vueltas a la situación, saben ni siquiera le pregunté su nombre, ¡cómo pude pensar en salir con alguien cuyo nombre no conozco! Y más preocupante aún ¿por qué no se lo pregunté? Las ideas rondaban mi cabeza y yo sólo podía pensar en que iba a pasar esa noche, tal vez conocería al amor de mi vida, o tal vez sólo una incómoda cita y ahora a todo esto se le sumaba la idea de que fuera una cleptomana buscando robarme todo lo que tengo (que no era mucho de hecho) y lo peor del asunto era que no podía contener la emoción.

Así que llegó la hora, me puse una camisa de manga larga color blanco con  unos jeans deslavados y le pedí las llaves del auto a mis tíos,  los cuales aceptaron al oír que se trataba de un chica; tomé las llaves y subí a su  viejo Cadillac marrón, me preguntaba si sería buena idea llevarle algo, flores, dulces o alguna de esas cursilerías que las parejas enamoradas se regalan mutuamente ejemplificando mi idea de que las relaciones no eran más que una señal del desmedido consumismo humano, finalmente decidí hacerlo lo más natural posible y no llevar nada, después de todo no sabía si esto era una cita o sólo una salida de amigos.

Llegué a The Hook unos cuantos minutos antes de lo acordado, era una especie de restaurante/bar de temática irlandesa y música a todo volumen, un lugar casual dónde los chicos de mi edad iban a embriagarse con cerveza importada y a comer comida rápida mal preparada, además de poder jugar un poco de billar en las mesas que se encontraban ahí.

Me paré un rato junto a la puerta del lugar esperando a que llegara, pasaron escasos diez minutos cuando ella bajó de un taxi, llevaba una blusa azul con una chaqueta, además de sus jeans ajustados como los que llevaba el día anterior y claro sus anteojos anchos color negro.

Sin duda alguna era un cambio radical el look que hoy lucía al que vi ayer, aún con sus ojos un poco hinchados por tanto llorar debo admitir que se veía hermosa, sin más entramos al lugar y nos sentamos en la barra.

Empezamos a charlar y charlar mientras ambos pediamos tarros de cerveza Lincoln, lo primero que le pregunté un tanto apenado era su nombre, me dijo que se llamaba Julie, esto sin duda me relajó, pues borrabamos la teoría de que fuera una cleptomana haciéndose pasar por una chica dulce, creo que eso fue un gran alivio.

Después de un rato me dijo si quería jugar un poco de billar, invitación que obviamente no pude rechazar; siempre fuí un gran jugador de billar, en la universidad estaba invicto y con una amplia ventaja sobre los otros jugadores, así que decidí tratar de lucirme frente a Julie,  acomodé las bolas y di mi primer disparo, en el cual metí tres directamente,  así continúe hasta que sólo quedaban dos, en este punto decidí fallar  para que Julie pudiera siquiera hacer un tiro; fue grande mi sorpresa cuando Julie metió una en su primer tiro y así sucesivamente, con mucha habilidad y velocidad Julie me había empatado sin fallar ni un intento, ante la mirada asombrada de los ebrios que no le quitaban los ojos de encima, aquí Julie hizo lo propio y falló el tiro a propósito, hecho que hizo que la gente del bar reclamara esta mala decisión, parecía una victoria fácil hasta que me dispuse a tirar, no me podía concentrar en el juego por mirar a Julie la cual no me quitaba los ojos de encima con una sonrisa en sus labios, cuando hice el movimiento de tiro esta desconcentración me hizo golpear la mesa, arruinando así mi lanzamiento; Julie tomó el taco y con una confianza absoluta en si misma metió las bolas faltantes, terminando así nuestra partida, ella me había ganado.

Cuando ocurrió esto toda la gente del bar grito y victorió a Julie, la cual empezó a saltar y a gritar de la emoción, esto normalmente me hubiera molestado,  pero en ella me parecía adorable su reacción, al tratar de acercarme un tipo gigante se cruzó en mi camino y empezó a hablar con Julie, la cual parecía ofendida y molesta por lo que el le dijo, tanto así que soltó una cachetada sobre el gigante, -¡déjala tranquila!- exclamé mientras lo jalaba del chaleco, ajeno a las posibles consecuencias que esto traería; sólo vi el movimiento de su brazo y de su puño en sincronía cuando un golpe impactó directo en mi pómulo, dejándome inconsciente.

Cuando desperté me encontraba en una silla del bar, el cantinero me estaba lanzando un poco de agua a la cara mientras Julie hablaba con un uniformado, era la policía. Cuando me vió despertar corrió hacía mi con una mirada preocupada la cual cambió al momento cuando dijo -eso fue estúpido- ambos nos miramos un par de segundos hasta que  soltamos una gran carcajada que extrañó a la gente que nos rodeaba  -vamos te llevo a tu casa-  le dije aún un poco mareado por el golpe.

Subímos al Cadillac de mi tío y me guió hasta su apartamento en medio de la noche, aún estaba adolorido del golpe recibido el cual dejó una fea marca en mi pómulo izquierdo la cual hasta el día de hoy me sirve de recordatorio de una ley de vida, nunca te hagas el héroe. Al llegar ella me preguntó si quería pasar,  y aunque cada gramo de mi ser hubiese querido aceptar su propuesta, vi necesario contarle sobre la universidad y del poco tiempo que iba a pasar aquí; preparado para algún reclamo de su parte me sorprendió que de repente se acercara y me diera un beso, -entonces no tenemos mucho tiempo- dijo mientras ambos bajabamos del coche y entrábamos a su casa.

Saben es curioso como recuerdo cada detalle de esa noche aún después de una ligera borrachera y de un fuerte golpe en mi cara, sin duda alguna esa noche me dejó más recuerdos que sólo un pómulo roto y una noche con una chica sexy, ese día había encontrado a aquella persona especial, cielos como la extraño.