the only reason » l. h.

seis

Aprovechaba que Ashton estuviese en el cuarto de juegos con sus amigos y que Julie había salido con sus amigas para deshacerme del alimento que había consumido hace unas horas. Estaba lavando mi boca, escuché que alguien se acercaba a mi habitación, corrí a mi cama y me acosté en ella, actuando como si estuviera dormida. Dieron 03 leves golpes en la puerta, dudaron unos segundos si entrar, finalmente lo hicieron, sentía una mirada posarse en mí, sabía que era mi oportunidad para despertar.

—Michael, ¿qué haces aquí? —dije asustada.

—Nada, sólo que los videojuegos se pusieron aburridos y quería venir contigo —me guiño un ojo.

—No es bueno que vigiles a las chicas mientras duermen —sonreí nerviosa.

—¿Cómo estás? —me miró serio.

—Bien —lo miré confusa.

—¿Estás segura? —preguntó.

—¿Pasa algo? —tragué saliva.

—¿Te haces daño, Alice? —siguió preguntando.

—No, yo no soy una loca para hacer eso —mentí.

—¿Por qué usas ese suéter? —se acercó a mí.

—Se siente fresco aquí —mentí.

Me levanté de la cama, preocupada por si Michael había notado mis cicatrices. Iba contra la pared, mientras Michael me hacía pegarme contra ella.

—Confía en mí —dijo seriamente.

Antes de que él pudiera seguir hablando, lo tomé de sus ambas mejillas y lo bese para poder evitar que hablará más. Él siguió con el beso, nuestros labios se juntaron a pesar de que yo no quería seguir con ese juego, pero me veía obligada a seguir con aquello.

—No pasada nada —dije entre besos.

—Por favor, quiero ayudarte —finalizó el beso.

—Michael, todo está bien —me separé de él.

—Ali, yo sé que necesitas ayuda —suspiró frustrado.

—Es mejor que vuelvas con los chicos, Ashton podría aparecer en cualquier momento —le dije.

—Está bien,me iré —salió de mi habitación.

No podía pensar claro. Nadie me vio cuando me corté esta mañana. Nadie.

•••

Narrado desde Luke

Estaba perdiendo contra el asiático de Calum. La imagen de las cicatrices de Alice rondaban por mi cabeza, no sabía si había sido buena idea contarle aquello a Michael.

—¡Perdiste, Luke! —Calum festejó con su ridículo baile.

—Te dejé ganar —mentí.

—Ajá, como digas —rió Calum.

—¿Qué hora es? —pregunté.

—21:42 —respondió Ashton.

—¿No ha llegado Jules? —frunció el ceño Calum.

—No lo sé, pero supongo que esta en su habitación —Ashton soltó una carcajada.

—Creo que iré a ver si está —salió Calum de la habitación.

—Supongo que me debo de ir, tengo una tarea pendiente —suspiró Mike— Nos vemos mañana.

Michael salió de la habitación. De nuevo Alice estaba en mis pensamientos. Mike no debía de ayudarla, yo era él que debía.

—¿Pasa algo, Luke? —frunció el ceño Ashton.

—No, sólo estoy cansado —suspiré frustrado.

—Es que después del colegio te he visto... Raro.

—No es nada, Ash, sólo necesito descansar —sonreí— Nos vemos mañana, Irwin.

Salí de la casa de Ashton. Subí a mi auto y lo puse en marcha.

Llegué a mi departamento, dejé el móvil y las llaves en la mesita de noche. Me saqué la camisa, no tenía mucho sueño, encendí el televisor, estaban dando un maratón de Hey Arnold!, me quedé mirando aquel maratón hasta quedarme dormido.