Capitulo 4

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                            (28 febrero 1998)

"En la cama estoy postrada solo me queda llorar, es inevitable recordar mi yo de antes
¿que tan mal hice?, lo bueno es que tengo al mejor novio y a la mejor amiga del mundo, ellos siempre me apoyarán. Sé que Luis estaba de viaje por eso nunca fue a visitarme, pero siempre me llamaba."

Mamá: hija! Aquí está Luis, -sentí como la puerta se abría y me observó  detenidamente, en su cara había azco, tristeza, asombro, todo menos amor.
Estaba tan convencida de su amor, que nunca noté esas pequeñas señales.

— como te sientes? —se acerco para darme un beso pero desvío su cara. Ante esta acción me llené de coraje y pregunté

—Donde estabas la noche de la fiesta? Porque me dejaste sola? Estaba ebria, talvez todo esto no había pasado.

—Amor de verdad lo siento.
Es que tuve una emergencia en casa, pensé que te quedarías con Marta—Dijo algo inseguro.  Pero sé que  dijo la verdad. Marta llega, interrumpiendo nuestra conversación.

—Hola amiga, con una mirada consoladora que me alimenta el alma, que  bueno que ya estés en casa, nunca me Permitieron verte en el hospital —Creo que esas fueron las únicas palabras verdaderas que me había dicho.

Pasaron dos semanas, mi recuperación física fue mejorando, mis emociones estaban en el piso, eso no importaba, tenía que volver a la escuela. Admito que solía comportarme como una tonta y humillar a los demás, solo por mi popularidad y autoridad sobre ellos. Ahora sé lo que se siente  ver la vida desde otro ojo. Muy pocas personas me ven con pena, la gran mayoría me mira con  cara de burla, como yo lo hacía antes.

Un largo pasillo, lleno de miradas, burlas y cosas negativas que tuve que enfrentar.

XXX: Mira quién se dignó aparecer, nuestra reina de la belleza.

XXX: ¿Que le sucedió?  Esto es el karma.

XXX: Pobre, primero sus amigos la traicionaron y luego esto—Eso me dejó con mucho suspenso, no le presté atención y continué pensando en cómo a veces podemos ser tan crueles.

En el aula, la maestra me mira con tristeza y procede a recordarles que el baile será en una semana, no estaba consciente o interesado en ir a una fiesta, tengo suficiente para lidiar con esta desgracia que causó la anterior.

                               (14 marzo 1998)

"En las cuatro paredes llenas de lágrimas, acorraladas por un túnel sin fin que mi mente no había descifrado del todo, cada minuto, cada segundo que pasaba era otro paso a mi infelicidad, me sentía rechazada, no solo por ellos, sino por mí."

Narra Luis:

Ha pasado una semana y esta noche haré lo más bajo.  Realmente siento pena por hacer esto, no quiero hacerlo pero es un trato con Marta.  Debo admitir que he estado cerca de ella durante tanto tiempo que, aunque me gusta lo suficiente como para hacerle el amor, no podría ser tan malo. Solo  imaginaré que es a Marta a quien hago mía.  Pero es que Daniela es tan diferente después de ese accidente, que  mi mente me atormenta, ya no es esa chica  plástica y sin sentimientos. Ahora se esconde bajo la luz de la oscuridad y los brazos del llanto, su alma y sus ojos los reflejan y es por eso que he intentado muchas veces deshacerme del trato, pero Marta está por encima de todas las cosas y yo haría cualquier cosa.  Por verla feliz, aunque me cueste mi felicidad y la de los demás.

El diario de las 100 nochesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora