—Hola amor— dije a través del teléfono— necesitamos hablar— me interrumpió su tierna voz
—Sé que las cosas han cambiado mucho entre nosotros, algo me hace sentir que las cosas entre nosotros se están desmoronando y no te juzgo, no es agradable e interesante estar con alguien como yo. Te amo demasiado y no podría forzar nuestra relación—Me quedé en silencio atento a cada palabra pronunciada por sus labios.
—Daniela, ¿Como dices eso? sabes que te quiero, daré todo por estar a tu lado todos los días de mi vida y veré tu hermosa sonrisa, pase lo que pase, siempre estaré contigo— mentí
Decidí sorprenderla. Fui a su casa, es la noche decisiva, tengo que hacerla mía, solo un momento y Marta sería mía para siempre. Salí del auto rápidamente tomando el último sorbo de mi whisky, es la primera vez que lo hago sin sentirme exitado. Toqué la puerta, allí estaba ella, sin decir nada la besé desesperadamente, tratando de convencerme de que quería que fuera mía, no me funcionó, pero devoré sus labios como un león hambriento.
El beso se hizo más intenso, luego la cargué en mis brazos, subí las escaleras a paso lento, la llevé a su habitación, la puse suavemente en la cama y continué con mi trabajo. Pude sentir su inseguridad, pero no dije nada, es ahora o nunca. Poco a poco la desnudé y no puedo negarlo, sentí tristeza, su cuerpo estaba lleno de quemaduras. Debe ser difícil para una chica como ella, tan materialista, superficial, tan pendiente del que dirán, salir y enfrentar su estado físico. Lo que me hace sentir como una completa basura.
Una vez que nuestro cuerpo se unió, bajo la delgada tela de las sábanas, inundado por el calor de nuestros cuerpos y el sonido de nuestra respiración, estaba su cabeza apoyada en mi pecho mientras acariciaba su cabello desgastado. Mis pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de mi teléfono con un mensaje de Marta:
"Espero que hayas hecho lo que te ordené y lleves a tu novia al baile. Si no olvida que existo."
Debo admitir que a veces me duele que Marta no me detenga, que no me cuide o que no me da tanto amor como Daniela. Pero soy consciente de que no ha tenido una vida fácil. Tal vez ella no sepa expresar su amor.—¿Amor, ya pensaste que vas a utilizar para el baile?
—No pondré un pie en esa fiesta, mira cómo me dejó la última— ahora resulta que la chica está traumatizada— no iré.
—Daniela no puede cerrar tu mente por un accidente, mereces ser feliz, cambia esa actitud— dijé serio, mañana paso por ti.
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El diario de las 100 noches
HorrorVeía todo oscuro, todo negro, no sabía que pasaba por mi cabeza, todo lo que salía de mis poros era dolor, un dolor amargo que me tenía cautiva, y me llamaba la atención seguir buscando en el mismo, más dolor. Sin dejar fuera una soledad, era un vac...