-Soy toda oídos.-Dijo mi madre cogiéndose de las orejas.
-Carlos y Cristina han decidido que Abril participe en un campamento en el que se realizan actividades relacionadas con la música, y hoy mientras comíamos Cristina me ha propuesto ir con Abril.
-Me parece buena idea.-Dijo mi madre muy convencida.
-Ojalá.-Dije bajando la mirada hasta toparme con mis pies.
Mi madre se quedó callada esperando a que yo continuase hablando.
-El campamento es en Londres, empieza la semana que viene, cuesta trescientos cincuenta y cinco euros y estaré allí dos meses.-Dije todo tan deprisa que a mi madre no la dio tiempo a asimilar tanta información.
-¿Entonces dices que tengo que pagar un dineral para enviarte a Londres y perderte de vista dos meses?
-Más o menos...
-Ni de broma.-Sabía que aquella iba a ser la respuesta de mi madre.
-Mamá dame la oportunidad de pasármelo bien, por favor.
-Hablaré con Cristina para que me explique todo lo que necesito saber y en la cena lo hablamos.
Nada más entrar a casa llamé a Abril.
-Hola Abril.
-¿Has hablado con tu madre?-Me preguntó muy intrigada.
-Sí.
-¿Y?
-Ni de broma.
Estuve hablando con Abril durante media hora más, y colgué la llamada cuando escuché a mi madre gritar que la cena ya estaba preparada.
-¿Has hablado con Cristina?-Y me quedé quieta esperando su respuesta.
-Sí, y puedes ir al campamento.
-¿En serio? ¡Muchísimas gracias mamá!
Cuando las dos hubimos terminado de cenar, recogimos la cocina y enseguida nos fuimos a dormir.
***
A la mañana siguiente el zumbido del microondas volvió a ser el culpable de que me despertara, aunque esta vez me retorcí en la cama hasta que mi madre subió para avisarme de que ya era tarde. Aquella mañana no tenía ninguna gana de ir al instituto, pero mi madre me iba a obligar a ir pese a cualquier excusa.
-Ainhoa tienes el desayuno encima de la mesa.-Me extrañó que mi madre no gritase de manera que retumbase toda la casa.
-Ya bajo.-Yo tampoco grité.
Bajé a la cocina y en ese instante comenzó a sonar el teléfono.
-¿Hola?-Dije yo.
-¿Eres tú Ainhoa?
-¡Papá!
-¿Qué tal os va todo a mamá y a ti? ¿Ya te queda poco para terminar las clases, no?
-Todo va muy bien, la semana que viene me voy con Abril a pasar dos meses en un campamento.
-¿Cerca de casa?
-¡Es en Londres!
-Pásatelo muy bien.
-¿Qué tal todo en Canadá?
-Muy bien, pero seguro que no hace tanto calor como allí.
-Menos mal.-Los dos nos reímos.
-Dale un beso a mamá de mi parte y guárdate uno para ti, os quiero y os echo de menos.
-Adiós papá, nos vemos pronto.
Echaba de menos a mi padre, hace dos años le propusieron un puesto de trabajo muy prestigioso en Canadá, mi padre aceptó el cargo y viene a visitarnos cada año.
Me quedé pasmada viendo como la alarma, situada cerca de la ventana la cual a su vez estaba encima del fregadero, parpadeaba, hasta que escuché un sonido que me resultó familiar.
-¡Mierda!-Subí corriendo las escaleras.
-¡Mamá échame la pasta de dientes en el cepillo y sácame el rímel del neceser!-Grité mientras subía los peldaños de dos en dos.
Llegué a mi habitación y me puse la primera camiseta y los primeros pantalones que pillé, me calcé y fui al baño a asearme. Tardé diez minutos en asearme y tras ello bajé las escaleras casi volando y sin despedirme de mi madre salí en busca del coche de Abril.
-Te lo dije, estamos acostumbradas.-Dijo Abril riendo.
-Lo siento.-Dije mientras me retiraba el pelo de la cara.
No dije ni una sola palabra en todo el trayecto.
-Ya hemos llegado.-Dijo Cristina.
-Y a tiempo.-Añadió Abril.
Yo me quedé callada y salí del coche.
-¿Estás nerviosa? ¡El lunes nos vamos a Londres!
-Tengo muchas ganas, pero todavía quedan dos días.
-¿Quieres que vayamos mañana al cine por la mañana?
-Abril, desde las diez de la mañana hasta las dos de la tarde estoy trabajando en la biblioteca del pueblo.
-Es verdad, vamos por la tarde entonces.
-Supongo.
Sonó el timbre y entramos en clase, era nuestro último día de instituto y nos darían el boletín de notas, pero estaba segura de que las mías serían buenas.
Tras casi seis horas encerrados, nos dejaron salir y disfrutar de nuestro tan deseado verano.
-Abril nos vemos mañana por la tarde.
-Adiós.-Abril se quedó despidiéndose de los demás compañeros, algo que yo ya había hecho.
Llegué a mi casa y me tumbé en el sofá, estaba agotada, y lo único que quería era que llegase el lunes para poder viajar a Londres.
Me quedé dormida y cuando me desperté vi como mi madre entraba en casa muy sigilosamente, parecía cansada, así que se tumbó a mi lado y nos quedamos dormidas hasta la hora de cenar.
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No sin ti...pero sí contigo.
FanfictionElla y él unidos por una simple casualidad. Espero que disfrutéis. (Es un fanfic pero introduciré el misterio para darle más emoción)