Cuando me desperté sentí un dolor muy fuerte en el tobillo así que decidí llamar a Abril para que me acompañase a la enfermería. Harry se había ido porque tenía que preparar las clases de aquella mañana, lo sabía porque me había dejado una nota.
-Abril, ven a la cabaña...necesito que me lleves a la enfermería.-Dije entre gemidos de dolor.
-Enseguida estoy allí.-Dijo Abril apurada.
Cuando Abril apareció yo no podía moverme así que la enfermería tuvo que venir a mi cabaña.
-¡Hola cielo! Abril me ha dicho que el tobillo te duele mucho, vamos a ver que ha pasado.
Almudena, la enfermera, me examinó el tobillo y descubrió que estaba peor que antes.
-Hmmmm...Me temo que vas a tener que quedarte todo el día metida en la cabaña.
-Mierda.-Dije mordiéndome los labios de dolor.
-Yo misma me encargaré de traerte el desayuno, la comida, la cena y todo lo que necesites.
Prefiero que lo haga Harry.
-Gracias Almu.
Almudena salió de la cabaña y de inmediato Abril se acercó a mi y empezamos a hablar.
-Ainhoa, Sophia me ha dicho que ayer Harry durmió aquí.
-¿Cómo sabe Sophia eso?
-Yo no tenía ni idea, pero...¿Es cierto?
-¡Sí!-Grité con rabia.-Abril necesito que averigües cómo narices se ha enterado Sophia.-Dije agarrándola del brazo.
-Vale, pero tranquilízate.
Abril salió de la cabaña y yo cogí el móvil para poner algo de música.
De pronto recibí una llamada de mi madre.
-Hola mamá...
-¡Ainhoa! ¿Todo bien?
-Sí...Excepto porque tengo el tobillo hecho polvo.
-¿¡Qué te ha pasado!?
-Me lo he torcido, pero tranquila, la enfermera me atiende cuando lo necesito y no me falta de nada, ahora lo único que necesito es reposo.
-Muy bien, descansa, esta noche te llamo.
-Mamá, no hace falta, en serio.
-Hasta esta noche, te quiero.
-Yo a ti también mamá.
Acabé por quedarme dormida, me desperté cuando Almudena me trajo la comida, hamburguesa de pollo y patatas fritas, apenas tenía hambre pero me lo comí absolutamente todo.
-¿Ainhoa?-Era la voz de Harry.
-Estoy arriba.
-¿Qué tal estás?-Dijo mientras subía al altillo en el que se encontraban las camas.
-Peor de lo que estaba, y no lo digo precisamente por el tobillo.
Harry se sentó en la cama de Abril esperando a que le contara lo que me pasaba.
-¿Has contado que ayer dormiste aquí?
-No se lo he contado a nadie Ainhoa.
-¡Entonces explícame por qué Sophia lo sabe!
-¡Te digo que no se lo he dicho a nadie!
-Lo siento...Me he pasado.
-No se lo he dicho a nadie y tienes que creerme.
-Abril me ha dicho esta mañana que Sophia esta difundiendo el rumor, seguro que te vio entrar...
-Pero no me vio salir, y supuso que iba a quedarme a dormir aquí.
-Exacto. Siento haber pensado eso de ti...
-Es normal, y lo entiendo.
-Harry es mejor que te vayas, Sophia puede verte aquí, y ten cuidado al salir.
-Adiós Ainhoa.-Se levantó y me dio un beso en la frente.
Cuando estaba a punto de pisar el primer escalón grité.
-¡Espera!
Harry se acercó, yo le cogí del cuello y le besé.
-Ya te puedes ir.-Dije riendo.
Él volvió a besarme.
-Ahora me puedo ir.
Yo por mi parte, volví a quedarme dormida cuando de pronto escuché un portazo y pensé que sería Almudena, así que grité su nombre, pero no me respondió, fue entonces cuando empecé a sentir miedo.
-¡Fuera de mi cabaña!-Grité con fuerza.
-¿Quieres que me vaya?-Mierda, era Sophia.
-Sí...
Se fue sin rechistar y sin intentar sonsacarme información.
Aquella tarde me encontraba mucho mejor así que decidí salir a dar un paseo.
-¿Te acompaño?-Era Abril.
-Gracias.
-Bueno, cuéntame, ¿Qué está pasando con Harry?
-Nada.-Dije agachando la cabeza.
-Os habéis...ya sabes...
-Podría decirse que sí.
-¿Sois novios?
-No.
-¿A qué esperáis? Os gustáis el uno al otro y hacéis muy buena pareja.
-No vamos a ser nada Abril...
-Ya lo veremos.
Abril y yo llegamos al lago y no podíamos creer lo que acabábamos de ver...
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No sin ti...pero sí contigo.
FanfictionElla y él unidos por una simple casualidad. Espero que disfrutéis. (Es un fanfic pero introduciré el misterio para darle más emoción)