Capítulo 8

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-Ainhoa vámonos.
Yo solo pude quedarme paralizada, sin palabras y un par de lágrimas brotaron de mis ojos.
-¿Cómo ha podido?-Dije llorando.
-Vámonos.-Me dijo Abril mientras me agarraba del brazo.
Yo sabía que Harry y yo no éramos nada, pero aún sin ser nada le quería solo para mí.
-¡Ainhoa!-Gritó él por detrás cuando me vio irme de allí.
-No le hagas caso Ainhoa.
-Ainhoa espera.
-¿En serio? ¿Quieres que me quede quieta frente a un idiota cómo tú?
Abril se apartó un par de centímetros.
-Ha sido un error, pero puedo explicártelo.
-¡No!-Grité.-No hace falta que me expliques nada, no quiero volver a verte Harry. Te he visto besar a Sophia...¿Cómo has podido hacerlo?
-Ainhoa...
-¡No me toques!
Abril decidió cogerme del brazo y llevarme a la cabaña, ella se quedó conmigo toda la tarde, vimos una película y nos fuimos a dormir. Estuve hablando con mi madre por teléfono, pero era tarde, así que no duró más de dos minutos.
-¿Mañana te quitan las muletas verdad?-Me preguntó Abril.
-Sí, por fin.
-Descansa, mañana será otro día.
***
-Cielo...-Susurró una voz.-Soy Almudena, vengo a quitarte la venda y a llevarme las muletas.
Abrí los ojos muy lentamente y me acomodé para que Almu pudiese quitarme la venda.
-Ya he terminado, prueba a dar un paseo por el lago, si tienes algún problema, avísame.
-Gracias por todo Almu.
Desperté a Abril y fuimos a desayunar.
-Así que Almu te ha dicho que vayas a pasear, ¿Quieres que vaya contigo?
-No Abril, vete a la piscina, quiero estar sola. Si me pasa algo serás la primera en enterarte.
Me fui del comedor, no hacía mucho calor así que me dirigí al lago. Al intentar sacar el móvil de mi bolsillo mientras caminaba, me choqué con alguien.
-Lo siento...No te he visto.-Dije.
-No te preocupes, soy Tom, voy a tu clase de canto.
-Ya...nos vemos mañana entonces, lo siento otra vez.
Yo continué mi camino.
Cuando llegué a la cabaña Abril ya había comido, y yo no tenía hambre así que no comí más que una pieza de fruta. Me senté en la terraza y me puse a pensar, entonces me di cuenta de que tenía el número de Tom, me apetecía escribirle y lo hice.
-Tom...soy Ainhoa, he encontrado tu número y he decidido escribirte para volver a pedirte perdón, ni siquiera sé si te he hecho daño.
-Tranqui, estoy bien, solo me he llevado un pisotón.
-Me alegro entonces, no te lo tomes a mal... <3
Alguien llamó a la puerta, por lo que dejé el móvil sobre la mesa de la terraza y fui a abrirla.
-Harry...¿Qué quieres?
-Necesito hablar contigo.
-Yo no lo necesito, así que vete por donde has venido.
Harry pasó sin hacerme caso y yo cerré la puerta.
-Siento lo que hice, ¿Vale?
-Vete.-Dije señalando la puerta.
-¿Por qué te comportas así? Ni siquiera éramos nada.
-Es cierto, no éramos nada.
-¿¡Entonces a qué viene todo esto Ainhoa!?
-¡Me gustabas! ¡Y todavía me gustas!-Grité.-Pero creo que yo a ti no te he importado nada.
Harry se quedó en silencio.
-¿Ves? A eso es a lo que me refiero, no te he importado una mierda, por favor vete.-Dije entre lágrimas.
Él se fue sin decir nada, mientras yo me quedé en la cabaña llorando desconsoladamente.
Mi móvil sonó de pronto. Tenía tres mensajes...todos ellos de Tom.
Mierda me he quedado dormida.
Me levanté del sofá y fui a la terraza que era donde había dejado mi móvil.
-Hola de nuevo Ainhoa...
-Me preguntaba si querrías ir a dar un paseo cerca de las puertas del campamento.
-Espero tu respuesta.
Claro que me apetecía, necesitaba despejarme, ahora más que nunca necesitaba a Harry, pero para poder descansar necesitaba olvidarme de él.
-¡Claro que me apetece! ¿Me recoges?
-¿A las 8:00 te parece bien? Si quieres cenamos juntos más tarde.
-Todo me parece muy bien, nos vemos luego Tom.<3

No sin ti...pero sí contigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora