Capítulo 10

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-Ainhoa despierta, vamos a llegar tarde a clase.
Ahora no tenía ninguna excusa para no ir, no tenía ganas, pero tenía que hacerlo.
-Vale.-Dije frotándome los ojos.
Abril y yo fuimos a desayunar y acto seguido fuimos a clase.
-Estate tranquila, actúa con normalidad.
-Eso intento.
Cuando entró Harry, quien iba a impartir las clases, un escalofrío recorrió mi cuerpo de punta a punta, a pesar de que Harry no habíamos llegado a ser nada, los días que pasé con él los viví muy intensamente porque nadie me había hecho sentir tan bien en tan pocos días.
-¿Estamos todos?-Dijo clavándome la mirada.-Vamos a empezar.
Me sentí muy intranquila e incómoda en aquella clase, pero a pesar de ello hice todos y cada uno de los ejercicios.
***
-¿Vamos a la piscina?-Me preguntó Abril mientras yo sacaba una botella de agua de mi mochila.
-Sí.
De camino a la cabaña pensé en Harry, no era capaz de olvidar aquellos días e intentaba encontrar una explicación lógica a lo que hizo, pero por más que lo intentaba, no lo lograba.
-¡Ainhoa!-Escuché a mis espaldas, reconocí aquella voz, era Tom.
-Hola Tom.
-Sophia me ha dicho...-En aquel momento los ojos se me abrieron como platos, Tom sabía lo que ocurrió con Harry.-...que esta noche se celebra una fiesta ibicenca en la piscina, habrá música y comida...¿Irás?
Menos mal, casi me da un infarto.
-Sí, iremos.-Dije mirando a Abril.
-¿Quedamos otro día entonces?
-Claro, Tom.
-Te he visto asustada, ¿Te pasaba algo?-Me preguntó Abril cuando se fue Tom.
-Por un momento he pensado que Sophia le había contado a Tom lo que ocurrió con Harry.
-¿Que crees que diría Tom si lo supiera?
-Prefiero no saberlo.
-¿Tienes idea de lo que pueden pensar de Harry?...¡Es un profesor!
-Lo sé, no quiero hablar del tema...
-Lo siento...Será mejor que vayamos a coger dos tumbonas cuanto antes.
Cuando llegamos a la piscina no había ni una sola tumbona libre así que tuvimos que dejar las toallas en el césped.
Nos metimos al agua más bien despacio y de pronto...
-¡Aaah! ¡Dios mío!
Brotaba sangre del pie de Abril, había un azulejo roto en una de las paredes de la piscina, supongo que Abril se había cortado al intentar impulsarse.
-Vale, tranquila, sal de la piscina, te llevaré a la enfermería.
Por suerte o por desgracia el único profesor que estaba cerca para poder ayudarnos era Harry, no quería llamarle, pero lo hice por el bien de mi amiga.
-¡Harry! ¡Ayuda!
Harry acudió corriendo y cogió a Abril en brazos, de su pie no paraba de salir sangre y yo empezaba a estar preocupada.
Cuando Abril entro en la enfermería Almu se encargó de curarla y yo mientras tanto esperé fuera, Harry estaba sentado a mi lado.
-Gracias.-Dije por fin.
-Era lo que tenía que hacer.
Y de nuevo se hizo aquel incómodo silencio.
-¿Quieres una toalla?
Aún estaba en bañador.
-No, gracias.
-Hoy te veo muy guapa.
Me sonrojé, y quise darle un beso pero sabía que no debía.
Al fin salió Abril.
-Hola.
-¿Muletas?-Dije llevándome las manos a la cabeza.
-Es un corte profundo y si quiero que se cure no puedo apoyar el pie, me han dado las muletas por simple comodidad.
-¿Te duele?-Se le ocurrió preguntar a Harry.
-Gracias por ayudarnos Harry.
-No hay de qué.
Abril y yo nos fuimos de la enfermería, Harry se quedó hablando con Almudena, tenía que informarse de lo que había pasado porque tendría que contárselo a Raúl y a Gigi.
-Siento no poder ir contigo a la fiesta ibicenca.-Dijo Abril con pena.
-Yo tampoco voy a ir.
-¿¡Por qué!?
-Tengo que quedarme contigo.
-No, tú vas a ir a esa fiesta y vas a divertirte con Tom.
-Vale, pero no vendré muy tarde.

No sin ti...pero sí contigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora