Se abrió la brillante puerta trasera del aula y entró por ella Harry Styles, mis ojos no me engañaban, era Harry. Su pelo, sus ojos, sus labios, era todo real y tan perfecto que ir a aquel campamento era lo mejor que podría haber hecho nunca.
Harry llevaba siendo, por denominarlo de alguna manera, mi amor platónico desde hacía mucho tiempo.
-Hola.-Dijo Harry muy tímido.
-De la cabaña uno a la diez acudiréis por la mañana y vuestro profesor será Harry, el resto de cabañas acudirán por la tarde y su profesora seré yo. De pronto un chica que parecía bastante refinada se quejó.
-Yo quiero asistir a las clases de la mañana.
-Lo siento Sophia pero los grupos ya están formados y no va a haber excepciones.
La tal Sophia salió del pabellón y parecía muy enfadada.
Cuando Gigi nos dejó salir del pabellón ocurrió algo que puede que para mí llegase a ser bonito.
Siempre llevaba una pulsera de cuero puesta, y debe ser que al agarrarme al brazo de Abril, la pulsera se desabrochó y se cayó al suelo.
-Oye.-Dijo Harry, y me tocó la espalda con el dedo índice.
Yo me giré y vi sus ojos tan cerca que me estremecí.
-Gracias...-Le dije mientras cogía la pulsera haciendo que nuestras manos se rozaran.
¿Gracias?
-¡Vamos Ainhoa!-Gritó Abril dede fuera.
-Aún no puedo creer que Harry vaya a darnos clase de canto.
-Pues créetelo porque está ocurriendo.-Dijo Abril riendo.
-¿De qué te ríes?-Pregunté.
-Estás coladísima por él.
Yo me quedé en silencio.
-Puede ser.-Respondí por fin.-Tengo que dejar de hacerme tantas ilusiones porque entre él y yo jamás habrá nada.
Eran las doce de la mañana y a mi me apetecía darme un baño, pero esta vez en la piscina, así que se lo dije a Abril y fuimos allí.
Quedaban un par de tumbonas libres por lo que Abril y yo fuimos corriendo a por dos, cuando de repente apareció la chica que se había quejado del horario de sus clases, Sophia.
-Esas tumbonas las íbamos a coger nosotras.-Dijo señalando a dos chicas que había detrás de ella.
-Ya...pues haber llegado antes.-Dije yo muy decidida.
-Iros a la mierda.
-¿Crees que me has ofendido? Pues espera sentada.
Sophia rendida se marchó y extendió su toalla cerca del bordillo.
-Qué repelente es.-Dijo Abril acerca de Sophia.
Estuvimos un buen rato allí tumbadas hasta que nos cansamos y fuimos a darnos una ducha antes de cenar.
***
-Abril, he terminado y estoy agotada, me voy a la cabaña.
Ella se quedó hablando con Clara y con Marta, dos chicas con las que habíamos cenado aquel día.
De camino a mi cabaña me desvié y me tropecé cayéndome al lago.
-Mierda.
-¿Hola?-Escuché una voz.
-Joder.
No podía salir del lago porque me dolía muchísimo el tobillo, me lo toqué y lo note hinchado.
-¿Hola?-Volvió a repetir la misma voz.
-Necesito ayuda, no puedo salir.
De pronto apareció Harry, quien se lanzó con ropa al agua dispuesto a ayudarme.
-¿Estás bien?
-Ahora sí.
Ainhoa cállate.
-Te llevaré a la enfermería.-A lo que yo asentí.
Cuando consiguió que ambos estuviéramos fuera del agua se detuvo.
-Gracias Harry.
Le miré a los ojos y él hizo lo mismo. Estuve a punto de lanzarme y darle un beso, pero no me atreví.
Harry me dejó en la enfermería y se fue, se fue y yo me quedé con las ganas de un beso suyo.
ESTÁS LEYENDO
No sin ti...pero sí contigo.
FanfictionElla y él unidos por una simple casualidad. Espero que disfrutéis. (Es un fanfic pero introduciré el misterio para darle más emoción)