Capítulo 12

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La mañana siguiente lo primero que hice fue coger el móvil en busca de algún mensaje de Tom, pero no encontré nada.
-Abril, voy a salir a correr cerca del lago.
Llegué al lago en menos de 5 minutos, saqué de mi mochila una manzana y me la comí a mordiscos sentada en el césped, mientras la mordía, recordaba lo ocurrido la noche anterior con Tom, me gustaba y quería que aquello se repitiera una y otra vez, quería ser más que una amiga para él y creo que estaba muy cerca.
Una voz irrumpió en mis pensamientos.
-Sophia, tenemos que mantener lo nuestro en secreto.
Ví como Sophia y Harry salían de una cabaña, yo me escondí detrás de un árbol casi más ancho que yo y escuché y vi todo.
-Vale.
Harry besó a Sophia y en ese momento salí corriendo, mientras lo hacía me choqué con alguien.
-Joder, ten más cuidado la próxima vez...-Dije mientras me levantaba-Dios mío, Tom, lo siento, he tenido una mala mañana.
Él me besó, mientras me besaba puso sus manos sobre mi cuello haciendo que me estremeciera.
-Oye, ¿Qué somos?-Pregunté directamente.
-¿Que qué somos?
-Sí, nosotros, ¿Qué somos?
-Lo que tú quieras.
-¿Qué tal si somos...algo un poco más serio?
-¿Novios?-Yo asentí y dejé que me besara.-Llegaremos tarde a clase si no dejamos de besarnos.
Fue una conversación más que rápida pero necesitaba escuchar la palabra novios saliendo de su boca.
Me cogió de la mano y salimos pitando.
-¿Estamos todos?-Dijo Harry, quien por desgracia era mi profesor de música. Le odiaba porque le había cogido un cariño impresionante en muy poco tiempo, lo que me hacía imposible olvidarme de él, pero a la vez le agradecía haberme abierto los ojos para darme cuenta de que Tom es la persona que quiero tener cerca.
-Ainhoa.-Susurró Tom.-¿Qué te pasa?
Habían pasado quince minutos de clase y yo todavía no había abierto la boca para pronunciar una sola palabra, y Tom lo había notado.
-Nada...estoy pensativa, nada más.
-Bien, podéis iros.
Me disponía a salir por la puerta cuando noté como un brazo me agarraba.
-Ainhoa...ven a las cinco.
-¿Para qué?
-¿No te acuerdas? Te tocan las particulares.
Mierda, se me había olvidado, dos veces al mes teníamos particulares con nuestro profesor, y claro el mío tuvo que ser Harry.
-Vale vale, aquí estaré.
Salí de clase y me fui a mi cabaña, no quería ni me apetecía hacer nada, solo quería pasar la mañana viendo series y películas.
-¿Vamos a la piscina?-Me preguntó Tom.
-No tengo ganas, prefiero quedarme en la cabaña.
-Entonces me quedo contigo.
-No hace falta, ve a divertirte.
Tom se acerco y me besó.
-Te quiero, y no voy a dejarte aquí mientras yo me lo paso bien.
Aquellas palabras me sacaron una sonrisa y supe entonces lo mucho que me gustaba Tom.
-¿Quieres hablar?
-No, mejor vemos una peli, no quiero darle protagonismo a nadie.
-¿Cuál te apetece?
-Elige tú, siempre lo hago yo.
-Te elijo a ti.
Tom se abalanzó sobre mí y me besó, me cogió de la cintura y me sentó en el sofá mientras seguía besándome.
-Para...
-Lo siento.-Dijo él.
-No tienes la culpa, es que no tengo ganas, pero te quiero, además Abril puede entrar en cualquier momento y no me apetece que nos vea.
-Voy a irme.
Tom cogió su móvil y se marchó, entonces me di cuenta de que le había hecho daño y salí en su busca.
-¡Tom! ¡Espera!
-¿Qué pasa?-Dijo girándose.
-Te quiero, por favor no te vayas.
-Ainhoa, vamos a darnos un tiempo, no te has olvidado de Harry, solo hace falta ver cómo le miras, lo siento.
Se me vino el mundo encima, Tom era de las pocas personas que me entendían y fui una estúpida al dejarle escapar. Volví llorando a mi cabaña, ahora estaba sola, no tenía a nadie que me apoyara, solo me quedaba Abril, y en aquel momento no apareció por la cabaña.
Para colmo tenía que volver a verle la cara a Harry, el día no podía acabar peor.

No sin ti...pero sí contigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora