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A diferencia de otros días, el sol se encontraba iluminando todo lo que podía y dando calor a todas las criaturas a las que sus fuertes rayos alcanzaban, cosa que Hoseok odiaba. Sin embargo, las brisas que soplaban eran frías, como si el día de hoy la tierra no supiera que clima tener.

Se había esforzado en hacer un pequeño plan para que esta misión fuera cumplida dentro de poco. El primer paso, era conocer al menor. El segundo, era hacerse su amigo. Y el tercero, era matarlo cuando estuviera solo. Sencillo.

Hoseok iba caminando por la banqueta, con una ropa casual. La información que le brindaron, le permitió saber que Taehyung tomaba clases de canto en un lugar del centro, y salía justo a las 5:00 pm. Por esa misma razón, Hoseok se encontraba vagando alrededor del centro.

Cuando iba a pasar enfrente del local donde daban las clases, la puerta es abierta de golpe por Taehyung, casi golpeándolo, pero como Hoseok tiene muy buenos reflejos, pudo detener la puerta con su mano derecha, y dio inicio a su actuación. Pero se quedó un momento en blanco al ver al niñato en persona. Su cara reflejaba algo de miedo, pero al verle parado, cambio a una de pena y sus mejillas se notaban un poco rojas, parecía un lindo y bonito niño. Hoseok vio como el menor comenzó a hacer varias reverencias en frente suya, y el asesino simplemente cerró la puerta con cuidado. Y se quedó viendo al menor dando constantes reverencias, como vio que no se detenía, se acercó a él y con sus manos tomó sus hombros, para detenerlo, y le dedicó una sonrisa, cabe decir que era falsa.

- Hey, tranquilo, fue un accidente - dijo sonriendo, para después notar el sonrojo del menor.

- Eh... Este si... Yo, lo siento, es que no me fijé cuando abría la puerta así de golpe y - se detuvo cuando escuchó la risa del extraño, y lo miró con curiosidad - ¿Por que se ríe?

-  Es que, te ves adorable dando excusas - dijo con una sonrisa, notando como el menor sonreía y retrocedía un poco.

Se quedaron unos minutos viéndose, Taehyung estaba analizando a aquel joven que estaba enfrente suya, se veía buena gente y actuaba como buena gente, pero Taehyung sentía que algo andaba mal con él. Hoseok solo se repetía mil veces, que debía lograr hacerse conocido de este niñato hoy, pero cuando iba a hablar para romper el hielo, su compañero lo hizo primero.

- Soy Taehyung - se presentó con una sonrisa y le extendió su mano, después de que Hoseok la tomara siguió - Lamento lo de la puerta, ¿Podría invitarte un helado de Suzy's? - preguntó un tanto nervioso, mientras se rascaba la nuca con una sonrisa tímida en el rostro.

- No es necesario - sonrió, sacudiendo sus manos como señal de negación.

- Claro que sí, ¡Vamos! - sin más, el niño le tomó de la mano para jalarlo directo a la heladería.

¿A todos los que desconocidos los trata así?  ¡Además, hace un momento estaba nervioso y tímido! ¿Es bipolar y no me lo informaron?

Taehyung le arrastró hasta una mesa afuera del lugar, y lo sentó para después correr emocionado hasta la otra silla, y sonreírle con diversión.

- ¿A todas las personas a las que casi golpeas con una puerta las jalas así? - preguntó con burla, mientras se cruzaba de brazos en la silla, pero al ver como el niño bajaba la mirada apenado, se corrigió - Porque si es así, debes tener muchos amigos - sonrió - Te ves como el típico chico que es muy amigable y social.

- En realidad, no tengo muchoooos amigos, pero estoy muy satisfecho con mis pocos amigos - dijo sonriendo, y esta vez, su sonrisa formo un bello cuadrado, cosa que llamo la atención de Hoseok. - Por cierto, no me has dicho tu-

- Buenas tardes, ¿Van a pedir ya? - interrumpió el mesero.

Una vez que Hoseok pidió su helado, notó como Taehyung negaba ante el mesero, señal de que el no iba a pedir uno, ¿en serio le pagaría el suyo? Bueno, hace mucho no probaba un helado, y tenía que aprovechar.

- ¿Cómo te llamas? - preguntó Taehyung.

- Me dicen J-Hope - sonrió.



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Hoseok llegaba a su cabaña después de una linda tarde con Taehyung, habían estado platicando durante una hora y media, sin que Hoseok lo notara, y aparte de que el menor le pidió su número, pero Hoseok no poseía un celular, por lo que se lo negó, diciéndole que lo vería de nuevo mañana a la misma hora. 

Todo estaba planeado.

Hoseok debía dejarse en claro que Taehyung era solo un objetivo y no encariñarse con él, pero raramente, ese chiquillo le llenaba un poco el vacío que tenía en el alma, y eso asustaba a Hoseok, nunca había pasado eso antes, y debía evitar sentir cariño o siquiera algún sentimiento por ese niñato que terminaría muerto. Para evitar seguir pensando en Kim, el asesino se dirigió al gimnasio, no le importaba si era de noche y debería estar durmiendo, no quería seguir pensando. 

Estuvo haciendo ejercicio en toda la noche, él podía oír a los búhos y como el viento sacudía algunas ramas y un que otro grillo, eso lo relajaba, pero por más que intentó, no pudo evitar seguir pensando en ese niño de sonrisa cuadrada.



Lo siento [Vhope]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora