Lo siento [Vhope]

VI

|Hoseok|

Me estoy volviendo loco.

Llevó cuatro días viéndome con Taehyung, y en esos días he visto a un niño tierno y amable, que no merece morir. Pero se supone que los asesinos no tenemos compasión, tengo que seguir las ordenes sin rechistar, eso me lo han enseñado en todos los años que llevo viviendo aquí. Sin embargo, cuando estoy con él, algo dentro de mi cambia, quiero resistirme, pero no puedo. 

Cuando lo vi tropezarse y lastimarse la rodilla, me asusté y sentí, por primera vez desde hace muchos años, preocupación por otra persona que no fuera yo.  Le ayudé a pararse y le regañé por ser descuidado, pero después de que él me pidiera disculpas, reaccioné. 

¿Qué diablos está pasándome?

Yoongi confía en mi para matar a ese niño, tengo que hacerlo, pero, Taehyung parece tan inocente, tan ajeno a que su amigo de las tardes es un asesino al que le encargaron matarlo.

He intentado de todo para lograr quitar mis pensamientos sobre él, pero mientras más lo hago, encuentro más razones por las que debe vivir.

Por las noches, cuando la lluvia golpea mi ventana, no logro dormir, pienso cómo reaccionará cuando tenga que acabar con su vida. Lo peor, es que me encargaron deshacerme del cuerpo también, tendría que matarlo, y luego quemar su cuerpo. La sola idea de su cuerpo inerte, con una cara angelical serena, y sangre manchando su torso, me provoca escalofríos.

¿Por qué? ¿Por qué?

Desde hace mucho que no siento nada, desde hace mucho pensé haber quedado sin emociones. Cuando veía a los nuevos reclutas saludarme, no sentía nada, ni siquiera compañerismo, cuando anunciaban la muerte de un asesino, no sentía nada, ni pena ni tristeza, menos enojo por vengar su muerte o cualquier idiotez sentimental.

Pero con él... Con él siento una felicidad que no había sentido desde hace mucho, me trae paz y serenidad cuando hay una tormenta creciendo dentro mío. 

Él se está volviendo la luz de mi oscuridad. Y eso me asusta. 

No quiero sentir nada, estoy bien con tener que vengar la muerte de mis padres y morir en el proceso. Eso dice mi mente.

Mi corazón quiere quedarse al lado de ese mocoso, quiere protegerlo y cuidarlo, conocerlo hasta saber cada pequeño detalle de él y su vida, evitar que sienta tristeza y derrame lágrimas.

¡Pero eso está mal! ¡No debo sentir eso! ¡No debo!

Pero lo hago.

Llevo cuatro míseros días con él, cuatro y me tiene en esta situación. Pero...

¿Cuándo empecé a sentir de nuevo?

Puede que fuera al segundo día de nuestros encuentros... Cuando mi verdadero yo se reveló, y me quedé con la mirada perdida, sin sentimientos ni emociones. Recuerdo que él puso una de sus manos en mi mejilla con delicadeza, y me miró con preocupación. "No me gusta esa mirada, Hobi hyung, usted no debería tener esa mirada" dijo mientras me miraba directo a los ojos, y podría haber jurado ver un brillo en sus pupilas. Me dolió, pues él no sabía que esa era mi mirada.

Tal vez fue la vez en que ambos nos reímos por primera vez, juntos, aquello formó el momento más cercano a la felicidad que he tenido, recuerdo aquella melodía como si la hubiera escuchado mil veces.

De repente, algo me sacó de mis pensamientos, en la ventana de mi cabaña, vi un bello arcoíris, de esos de los que tanto aparecían al termino de mis hermosas lluvias, aquellos que robaban la vista del aguacero que se hubo producido, y aquel arcoíris...

Me recordó tanto a él.

Él era un bello y alegre arcoíris. En cambio, yo era una fría y despiadada tormenta. Jamás íbamos a poder estar juntos, eso era seguro, por lo que debería eliminar todo sentimiento por él ahora que puedo.

Suspiré, y miré mi dibujo, sorprendiéndome. No tenía planeado dibujar eso. 

Tomé el dibujo entre mis manos, apreciándolo, él era hermoso. 

No debo pensar esto.

Tengo que cumplir mi misión, no puedo detenerme. 

No debería estar pensando de él como si estuviera enamorado.

Pero lo estoy.