VIII

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El día se veía agradable, el clima no era ni muy caluroso, ni muy frío, era perfecto. Y eso a uno de los dos chicos que se iban a ver ese día, le emocionaba. Hoseok caminaba, algo perdido en sus pensamientos, con dirección al punto de reunión que tenía con Taehyung. El menor se había empeñado en que siempre se vieran ahí, como si fuera su "lugar".

El asesino veía de nuevo como las personas, eran felices al lado de otras, los niños se divertían con otros niños, los adolescentes tenían a sus amigos, y estaban esas parejas de enamorados. Le causaba curiosidad saber que se sentía tener amigos, pero él sabía que no podía tenerlos.

Al oír un sollozo, miro hacía un lado, y se encontró con un chico llorando. Se le quedó mirando, pensando que tal vez, no era tan bueno tener amigos, ese chico se veía solo y destrozado... Cómo él.

Iba a seguir caminando cuando tres chicos pasan corriendo a su lado, casi golpeándolo, se giro para reclamarles pero vio como los tres estaban abrazando al chico que antes lloraba. 

Su corazón dolió. Ese cariño nadie se lo había demostrado, jamás sintió amor de alguien, solo Yoongi le mostraba el interés por su salud, pero jamás le pregunto como se sentía respecto a ser un asesino, si de verdad le gustaba o si alguna vez dudo. Se fue lejos de esos jóvenes lo más rápido que pudo, no quería seguir viendo esa escena. 

Llegó al punto de encuentro y vio a Taehyung ahí, sentado al lado de la fuente que se encontraba al lado de la heladería, y vio como Tae miraba los helados con total hambre. Se quedó perdido en el perfil del chico, viendo esos ojos tan hermosos y tiernos, junto con esa boca... Todo era hermoso. Hasta que Tae se giro a verlo, le dedico una sonrisa cuadrada, su típica sonrisa que le causaba alegría. El menor se levantó corriendo en su dirección, y al llegarlo le abrazo con cariño. 

Hoseok en un principio se quedó congelado, el abrazo era tan cálido y podía sentir el corazón de Tae latir, después de unos segundos, correspondió el abrazo con fuerza, como si Tae se fuera a ir lejos de él... Aunque era verdad.

- ¡Hopie hyung! - se separó para verlo a los ojos - Le traje un regalo - de su bolsillo sacó una cajita dorada, y con una sonrisa miro al mayor - Sé que llevamos pocos días de conocernos, pero siento que puedo confiar en ti como nunca lo he hecho, y siento un cariño muy fuerte por ti... Y no puedo evitar notar tu mirada perdida, tus ojos que se obscurecen cuando piensas y tu cara de seriedad... Sé que tienes un problema que no me quieres decir, pero yo estaré aquí para ti, y te apoyaré - terminó con una sonrisa tierna y una mirada de sus ojos directo a los de Hoseok. 

Hoseok pudo sentir su corazón acelerarse, Taehyung... Se había preocupado por él... Justo como aquellos chicos que socorrieron a su amigo llorando. Taehyung notó su tristeza pero Hoseok no se quedó de brazos cruzados, con manos temblorosas tomó la caja que su menor le ofrecía.

La abrió con curiosidad, y cuando vio lo que tenía en su interior miro sorprendido a Taehyung, quien se encontraba riendo por la reacción de su hyung.  Se acercó a quitarle la caja, y con una dulce mirada, tomó tímidamente la mano de su hyung, y le colocó le anillo que mando hacer especialmente para su hyung. Hoseok miro el dedo que portaba el anillo, y luego miro a Tae, este estaba sonrojado y nervioso. No dudo mucho y se acercó a abrazarlo, abrazarlo mientras disfrutaba al máximo del calor de Tae. 


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- Gracias, Taehyung, lo llevaré siempre - soltó con voz rota, no quería llorar, pero pensar que tenía que matar a esta persona... lo mataba a él.

Taehyung se dedico a acariciar el cabello de su hyung, dejando que llorara en paz y dejará salir todo lo que retenía. Abrazando y reconfortando a J-Hope, era lo más que podía hacer para ayudarlo. Tae entendía que a veces, solo necesitabas desahogarte, él ya lo había experimentado. Pero Hoseok nunca lo había hecho, esta era la primera vez que lloraba en el hombro de alguien.

Ambos duraron abrazados por mucho tiempo, y cuando Hoseok se hubo tranquilizado, Taehyung sin decir nada, lo tomo de la mano para dirigirse a la heladería y pedir lo de siempre. Hoseok agradeció el que su menor no preguntara nada, y se esforzó por hacer a Taehyung muy feliz el resto de la tarde, aunque no debiera hacerlo.

Y aunque Hoseok no lo quisiera, su corazón se iba iluminando mientras más veía aquellos hermosos ojos, con esa tierna sonrisa cuadrada.




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Aquella tarde, Hoseok entendió que Taehyung lo quería y lo amaba mucho más de lo que alguna vez alguien lo había hecho. Y él también lo estaba haciendo.



Lo siento [Vhope]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora