Cap 3
"¡Al fin llegas, señora patosa!" escuchó la voz de Mia desde lo alto del edificio, levanto la vista y está justo a Thais asomándose por la ventana de la habitación de mi amiga pelirroja. Yo les sonrío enseñando mis dientes y me acerco un poco donde están ellas para responderles, por suerte vivía en un tercer piso, así que si elevaba un poco la voz me podía escuchar bien.
"¡Lo siento chicas, me quedé más que dormida, juro que no vuelve a pasar!" ellas rieron ante mi máxima preocupación y se metieron en la habitación después de burlarnos un rato. Subí las escaleras para entrar al edificio y entré en el primer ascensor que vi libre, una vez me bajé, miré a mi alrededor, observándolo todo detenidamente. Thais era un año mayor que nosotras y aun no lo parecía, por lo que sus padres la dejaban vivir sola, pero con el apartamento a nombre de ellos. Sus padres tenían bastante dinero, ya que su padre era abogado y su madre trabajaba en un hospital y le alquilaron un apartamento en uno de los edificios más lujosos de la ciudad. Chica suertuda, pensé, cuando ya estaba en frente de su puerta, pero esta se abrió de repente y un par de manos me agarraron de la camiseta y me metieron rápido.
"Vamos, vamos, vamos." Mia y Thais empezaron a recoger sus cosas y sin que me diera tiempo a decir una palabra, mis dos amigas me llevaron a rastras hacia la salida, de ahí salimos corriendo hacia el centro comercial más cercano.
Dimos vueltas por todas las tiendas de ropa y con los dotes de Mia, no tardamos mucho en decidir un conjunto completo para Thais. Compramos algo de maquillaje también y nos fuimos directas al baño de chicas, para poder hacer el gran cambio.
"¡Listo, estas para mojar pan!" Habló Mia, mientras yo miraba con una sonrisa al ver como Thais daba vueltas sin parar delante del gran espero de los baños. Thais llevaba una camiseta blanca de tirantes con encajes pegada al cuerpo enseñando un poco el ombligo, una falda por encima de los muslos de un rojo carmesí y unas sandalias con un poco de tacón, además de un sombrero de verano color blanco, su cabello está recogido en una trenza baja recogida desde uno de los lados y en cuando a maquillaje, sus labios eran de un rosa pálido, un poco de rímel y lápiz de ojos y totalmente lista, además de unas gafas de sol y un bolso como complementos.
"¡Chicas, me encanta!" Thais daba saltitos emocionada y se nos tiró encima para darnos un fuerte abrazo el cual correspondimos muy alegres. Pero una duda me vino a la mente.
"¿A que hora tienes la cita?" pregunté curiosa, ella se nos separó lentamente y nos miró un poco pensativa.
"¿Qué hora es?" cuestionó, mirando su reloj de muñeca. Se puso pálida y sus manos comenzaron a temblar, sin apartar la vista del reloj. "Hace cinco minutos." Nosotras junto a ella nos miramos con los ojos muy abiertos. Sin pensarlo dos veces, salimos de los aseos y fuimos a la salida, donde estaría Theo esperándola.
Y si, justamente ahí estaba el, de pie y de espaldas a nosotras, mirando a todos lados. Theo era un chico algo bajito para su edad, pero era uno o dos centímetros más alto que nosotras tres. Tenía diecinueve, el cabello pelirrojo al igual que nuestra amiga y totalmente desordenado, de piel muy blanca y ojos verdes, fácilmente se podría confundir por un británico estirado, si no fuera por la ropa medianamente casual que portaba. Nosotras nos llevábamos bien con el, la verdad, pero decidimos dejar sola a Thais y que no supiera de nosotras. Vimos desde la puerta transparente como ella se disculpaba y el le hizo una señal para irse, con una gran sonrisa, ella nos miró de reojo antes de irse con el chico cogido del brazo y nos hizo un signo para saber que todo estaba bien, nosotras asentimos contestas y desaparecieron por una esquina del edificio.
Decidimos quedarnos en una heladería para tomar algo refrescante, entonces es cuando empezó nuestra interesante conversación sobre que íbamos a llevar para la excursión, que traje de baño nos íbamos a poner, la comida etc...
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Mi Profesor. Mi Querido Profesor ···
Novela JuvenilLeah Lee y su hermana melliza, Cléa, cumplen 17 en unos pocos días, lo que significa que están totalmente preparadas para su primer año de Bachillerato. A pocos días de terminar el curso, reúnen a todos los alumnos de su generación para darles una e...