Cap 16
"¿Y se supone que eso es un disfraz?"
Subimos varias calles cuesta arriba que era necesario cruzar para poder llegar a la casa de la hermana de Elio. Mia no dejó de observarme de reojo desde que quedamos en mi casa para marchar juntas a la fiesta, hasta que al fin decidió escupir la estúpida pregunta.
Rodé los ojos y aspiré una gran bocanada de aire para así, poder contestarle ¿A quién se le ocurría vivir en una casa tan lejos del pueblo, casi al lado del bosque y con miles de cuestas rocosas por subir? Andar hasta allí cada día definitivamente era un suicidio para gente como yo que no se ha acercado a un gimnasio en lo que lleva de vida. Por eso es que Ruth tiene ese cuerpo tan... bien formado. Alguien como Aidan tan solo puede tener a otro alguien como ella que está a su altura, tanto en atractivo como en bondad...
Me di una bofetada mental para silenciar mis pensamientos.
"Ya estabas tardando en preguntar." Dije en un soplo. "Soy una mujer lobo, lo que pasa es que es un disfraz totalmente económico." Sonreí complaciente, creo que llevaba el disfraz más original de todos.
"Pero ¡Si estas vestida común y corriente!" me señaló con ambas manos exagerando totalmente el gesto, mirándome como si estuviera cubierta de sangre o algo.
"¿Te lo tengo que explicar?" negué con la cabeza y eché una carcajada, haciéndola enfurecer. "Soy una mujer lobo antes de la transición ¿no ves que no hay luna llena? Entonces no me puedo convertir." Expliqué con una gran sonrisa, como si hubiera dicho la cosa más inteligente del siglo. Ella borró por completo la mueca de disgusto para relajar el rostro y entrecerrando los ojos, sonrió de oreja a oreja y se rio como nunca.
"¿Nunca te han recomendado un psiquiátrico o algo? Yo estuve en uno que es muy bueno, te lo recomiendo si quieres." Reímos al unísono fuertemente, tanto que creo que llamamos la atención de los niños que salían a pedir caramelos. Por alguna razón todos empezaron a correr.
"Da igual lo que digas, no podrás negarme que será el disfraz más original de toda la fiesta." Negó con la cabeza y yo asentí convencida.
"Que pasa, ¿no tenías dinero para algo menos 'original'?" hizo unas comillas imaginarias con los dedos. Le acabé explicando que no tenía previsto salir en Halloween, menos todavía tener que disfrazarme o ir a una fiesta. Pero claro, lo que menos se me pasó por la cabeza fue lo que pasó hace nada más un par de horas con Aidan. Tampoco que en estos instantes era y seguiría siendo la amante de un hombre con novia ¿emocionante? Sí, un poco... no era lo que me esperaba, pero definitivamente era mucho más de lo que realmente podría imaginar.
A quien quería engañar. ¡Estaba feliz, emocionada, contenta, alegre! ¡Todos los sinónimos posibles! Puede que me echara un poco para atrás lo de Ruth, pero un poco, poquísimo, casi nada o nada... Desde principio de verano he soñado con un momento como este y ahora me parece como un sueño hecho realidad, como si hubiera roto todas las barreras de lo imposible, como si hubiera dejado atrás mi destino prediseñado y con mis propias manos hubiera conseguido construir mi propio destino soñado. Esto suena demasiado... profundo, tal vez. Pero no sabía cómo definir correctamente todo el cúmulo de ideas y preguntas en mi cabeza, de cosas inexplicables que rondaban por ahí. Millones de sentimientos concentrados en uno solo.
Felicidad, infinita felicidad.
Estaba tan sumida en mis pensamientos y tan concentrada en darme una explicación a mí misma de lo que sentía, que sin darme cuenta me había quedado detrás de Mia y choqué con su cuerpo que al parecer paró en seco.
"Ya estamos aquí. Vaya..." su rostro totalmente sorprendido me aturdió y al levantar yo la vista, vi el por qué.
¿Cómo hacía esta familia para tener tanto dinero? ¿Era algo hereditario o qué? Porque por otra cosa...
ESTÁS LEYENDO
Mi Profesor. Mi Querido Profesor ···
Genç KurguLeah Lee y su hermana melliza, Cléa, cumplen 17 en unos pocos días, lo que significa que están totalmente preparadas para su primer año de Bachillerato. A pocos días de terminar el curso, reúnen a todos los alumnos de su generación para darles una e...