¡AHH NO ME LO PUEDO CREER, tanto tiempo que no actualizaba! ¿Alguien sigue vivo? UFF, perdonadme chicos, pero en cuanto dejo la lectura de lado, las ideas se van como la espuma. Tenía muchísimas ganas de continuar la historia, pero nuca encontraba la inspiración, además que estoy fijándome ahora mismo en otras cosas. PERO LO SIENTO, no os prometo nada, pero definitivamente, la historia SÍ tendrá un final.
Cap 18
Me sentí aturdida por el cambio brusco de temperatura. Hace nada más unos segundos estaba gozando en el calor corporal de Aidan y en las mariposas recorriendo todo mi cuerpo y ahora de repente el ambiente se volvía frío como un tempano al escuchar como mi hermano subía las escaleras.
Tomé a Aidan del brazo y lo tiré para escondernos debajo de la cama. Le dije que guardara total silencio, que ni hiciera ruido al respirar, puesto que mi hermano tenía el oído de un felino.
Erik volvió a llamarme, esta vez desde la puerta mi habitación tocando un par de veces y al ver que no respondía, decidió entrar. Se me subió el corazón a la garganta y aguante la respiración, mientras, Aidan no estaba mas diferente que yo, aunque a ser sincera esta escena vista desde fuera pareciera de una serie de comedia. Casi se me escapa una carcajada.
Mi hermano paró en seco, justo delante de mi cara. Por un momento me sentí perdida.
"Qué raro, me dijo que no iba a salir hoy... Cuando venga me va a escuchar." Salió de la habitación a pasos de gigante y cerró de un portazo ¡Mierda! Me olvidé de que iba a salir del trabajo un momento para que fuéramos a visitar a su prometida.
Escuché como la puerta de la entrada se cerraba con la misma fuerza con que se cerró la mía. Me habría metido en un buen lio, aunque seguramente no peor de lo que hubiera pasado si nos hubiera descubierto ¿Cómo no pude acordarme de que iba a venir? Soy una descerebrada.
Salimos de debajo de la cama y un silencio algo extraño se formó a la vez que comenzábamos a vestirnos. No me sentía incomoda, mas bien avergonzada y Aidan no tenía algún tipo expresión ¿Tanto se asustó cuando pensó que nos iban a pillar? Bajamos las escaleras mientras le tomaba de la mano, sin pronunciar palabra, hasta que llegamos al salón.
"Ay Dios, siento mucho lo que ha pasado Aidan." Sonreí con nerviosismo y mis mejillas sonrojadas. "De verdad no me acordaba para nada que mi hermano iba a aparecer."
"No te preocupes, fui yo el imprudente al venir a tu casa y encima sin una excusa en mente." Se rio ansioso. Menos mal, creí que se había enfadado, que se sentía mal o algo por el estilo. Sonreí feliz al ver que no le dio más importancia al asunto. "Ahora debería irme, creo que ya fueron suficientes emociones por hoy." Apretó mi mano en la suya, la cual todavía no soltaba y se inclinó para darme un rápido beso en los labios que me supo a gloria.
"Adiós, te quiero." Dije con una sonrisa boba, cuanto mas tiempo pasaba con él, mas me enamoraba y todavía no se me olvida lo que estuvimos a punto de hacer en esa cama. Como para olvidarlo, vaya.
"Yo también te quiero. El lunes espero verte a primera hora, eh. Ni se te ocurra llegar tarde, si no te castigaré." Me guiñó el ojo que llegó como un flechazo a mi corazón y su sonrisa se torció sensualmente. No reaccioné hasta que el ya se había marchado.
Me tenía encantada, hechizada, enamorada como nunca. Me sentía en las nubes de la felicidad que reinaba en mí, definitivamente este día no podía ir a mejor...
Pegué un brinco al escuchar el timbre del teléfono que me despertó de mis fantasías, me acerqué y contesté.
"¿Diga?"
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Mi Profesor. Mi Querido Profesor ···
Novela JuvenilLeah Lee y su hermana melliza, Cléa, cumplen 17 en unos pocos días, lo que significa que están totalmente preparadas para su primer año de Bachillerato. A pocos días de terminar el curso, reúnen a todos los alumnos de su generación para darles una e...