Lucy
Aún recuerdo el día que te conocí...
Después de la discusión con mi padre y fugarme de casa, comencé a vivir a mi manera, buscando mi propia felicidad, dejando atrás la chica obediente y sin voluntad...
En lo que pudo ser un día como cualquier otro; Caminando por la orilla de la calle hundida en mis pensamientos, cuando un alboroto atrajo mi atención. Cientos de chicas rodeaban a alguien; pude haberlo ignorado completamente, pero por un momento mi ilusa mente pretendió que era alguien importante e idealizó que el destino me habría de asistir un poco. Abriéndome paso entre los admiradoras pude observar a un hombre que para lo que me respecta no me parecía significativo; Pero después de todo no era un simple hombre ya que en sus dedos poseía unos extraños encantamientos atreves de sus anillos con los que enamoraba a las chicas para llevarlas a una trampa...una trampa en la que yo caí. Me sentía como un pedazo de metal atraído por aquel magneto, ya estando tan cerca de tocarle el hombro fue gusto en ese momento cuando tú inigualable cabellera rosa pálido me sacó del trance. ¿Qué hago aquí?, ¿quién es el?, mejor dicho ¿quiénes son ellos?. Esas fueron las preguntas que mi curiosa mente formaba, tras haberse roto el hechizo; aunque nunca comprendí por qué solo yo pude salir de ese trance en cuanto te vi. Es como si el destino te hubiera puesto en el camino solo para mí, y tanto arrebatabas mi atención que no hacía más que observar cada uno de tus movimientos. Vi tu rostro desilusionado, al parecer el sujeto no era a quien buscabas e iniciando una discusión por quien era realmente aquel impostor le propiciaste un fuerte golpe en el estómago con tu puño mandándolo a volar, fue entonces cuando pude ver la marca en tu brazo, el símbolo de fairy tail, el gremio al que ansiaba integrarme, pero no sabía cómo llegar a él, así que pensé en hablar con un miembro del gremio al cual siempre quise pertenecer...
Al ver que te alejabas, decidí seguirte, pero te perdí en el parque. Decepcionada, Seguí caminando, de repente escuche un crujido proveniente de los arbustos y por un momento creí que eras tú, pero no fue así, no era nadie más que aquel farsante...
Saludándome con su irritable voz "seductora" e intentando que callera de nuevo en su trampa comencé a alejarme de él hasta que menciono algo importante, algo que realmente le había funcionado, y como podía negarme a la facilidad de ingresar al gremio que tanto admiraba, y lo único que tenía que hacer era asistir a la fiesta en su barco.
Ansiosa por conocer el gremio emprendí el camino a una habitación que rentaba provisionalmente para pasar la noche en lo que decido a donde ir. Me arregle, y ya cayendo la noche me puse en marcha a el barco en donde sería la fiesta... Pero que tonta fui.
En el barco
Caminaba por los pasillos del barco buscando el salón que me dijo aquel mago, pero al encontrar la puerta me detuve; me extrañaba que no hubiera ningún ruido, me di la vuelta y pensé si caminaba de regreso y es que algo en mi interior me decía que no era buena idea entrar. Justo cuando volvía mis pasos, se abre la puerta rebelando al mago que me había invitado, me quede helada y él se dirigió hacia mí...
Me sostuvo del brazo
Intente zafarme de su agarre, pero fue inútil
Con una sonrisa perversa le dio la razón a mi mal presentimiento, y es que aquel infame hombre se dedicaba a secuestrar chicas para venderlas al mejor postor. Colocó un pañuelo con un aroma fuerte el cual bloqueo mi mente haciéndome caer en un profundo sueño...
Ignoro cuanto tiempo estuve dormida; pero al despertar, me sentí algo mareada. Instantáneamente recordé lo que había pasado y pude ver a muchas chicas atadas y con la boca cubierta, supuse que estaba en el mismo estado, intente sacar mis llaves ya que el cinturón me lo puse en la pierna pero debido a que estaba amarrada no las alcanzaba. Así que me resigne. Con la esperanza por los suelos, mi cabeza solo repetía "no debí salir de casa". Cerré mis ojos un momento y espere a que dios se compadeciera de mí.
Permanecí atónita, no sabía qué hacer al escuchar aquel hombre diciéndome que le habían ofrecido una suma de dinero por mí.
Una serie de pasos se escucharon y pude ver que era un sujeto con ropaje elegante pero de la edad como de mi padre; en mi desesperación me movía de un lado a otro tratando de desatarme, mientras el hombre con perfil libidinoso amenazaba con su tacto sobre mí; pero al parecer el destino es caprichoso y nos tiene sorpresas para todo, porque fue justo ese el momento en el que apareciste rompiendo el techo y mostrando tu inusual cabellera rosa dejando a salamander sorprendido...
Aproveche que estaban distraídos y que una chica ya estaba consiente para desatarnos mutuamente y así liberar a las demás.
El hombre que me había comprado igual estaba distraído así que lo golpeé en la cara dejándolo inconsciente. De un momento a otro el barco empezó a moverse provocando que te marearas y tirándote al piso por las náuseas que te causaba, claro yo ignoraba por completo que era eso.Al liberar a todas se dirigieron a la cubierta del barco y tomaron los botes para salir de allí y con suerte regresar a la playa. Cuando estaba por salir salamander se da cuenta y lanza fuego hacia mí, pero aquel ataque nunca llego; te habías puesto delante de mí recibiendo el ataque, pero al dispersarse el humo estabas de pie, intacto. El barco comenzó a moverse una vez más y fue allí cuando descubrí tu extraña debilidad, pero lo más curioso fue que aun así pensabas salvarnos...
Me puse delante de ti evitando que el otro mago intentase lastimarte y saque una de mis llaves dispuesta a enfrentarme a él por vender a las mujeres como si fuesen objetos, y que mejor que una mujer para darle una lección.
Busque agua para poder invocar a acuarios pero no encontré más que un recipiente de cristal donde había ponche y maldiciendo mi suerte invoque a acuarios aun sabiendo que me podría matar...Un círculo mágico se dibujó en dicha superficie y de ella una segadora luz surgió, para después dar paso a un ser muy poco conocido para algunos, se trataba de una sirena de piel blanca, su cabello era de un tono azul celeste al igual que su cola, esa criatura era nada más y nada menos que acuarios quien me asechaba con una aterradora aura oscura. El solo recuerdo me provoca escalofríos.
Acuarius realizo su poderoso ataque destruyendo el barco y dejando los restos en la orilla...
Al reaccionar pude ver que me encontraba en la orilla, y también distinguí un ataque de fuego próximo a mi dirección. El ataque fue tan inesperado que no logré esquivarlo recibiéndolo directamente y impidiendo que me lograra levantar cayendo nuevamente en los brazos de la inconsciencia.
Me encontraba tirada en el suelo, salamander se acercaba peligrosamente, cuando de los restos del barco surgiste, tu cuerpo estaba envuelto en ardientes llamas, incluso juraría que podía sentir su calor. Aquel hombre lanzó unos de sus ataques más poderosos y él creyendo que todo había acabado se disponía nuevamente arremeter contra mí, pero para su sorpresa y para la mía tú te habías devorado su ataque y con una sonrisa burlona contraatacaste.
El ataque al impactar contra el sujeto salió volando hasta perderse en el oscuro cielo nocturno.
Levante mi mirada, pude verte extendiendo tu mano hacia mí y con una cálida sonrisa me preguntaste si me encontraba bien a lo que titubeante respondí positivamente.
Mi mente me bombardeaba con múltiples preguntas...Él es sorprendente, ¿quién es? ¿De dónde viene? Y ¿qué hace aquí?, ninguna de mis preguntas podría responderse por sí sola, en ese caso lo más prudente seria preguntarle pero una voz interrumpió mi pregunta. Sentí tu mano sujetar la mía, y halaste de ella para que corriera debido a que el grito provenía de uno de los soldados quienes nos seguían a causa de la destrucción del puerto. Me puse nerviosa, en cambio tú con un tono divertido en tus palabras y tu encantadora sonrisa pronunciaste tu nombre y al saber hacia dónde te dirigías mi corazón saltó de alegría.
Natsu...gracias...