15. Ryan

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     No quepo en mi de alegría. Por fin me he atrevido a decirle a Jessie que salga conmigo, que a ver, vamos al cine y encima lo tengo que pagar todo yo. Bueno, espero que merezca la pena.

     Voy caminando hacia mi casa con una sonrisa propia del Joker.  Ryan, tienes cuatro días para prepararlo todo.
     Mientras continúo caminando saco los auriculares y pongo alguna de
Pink Floyd, la ocasión lo merece.

     -¿Que tal hoy?- escucho decir a mi madre, que en ese momento está bajando las escaleras. Lleva ropa nueva y otra vez se está colocando esos pendientes del otro día.

     - Muy bien- respondo sonriendo mientras dejo mis cosas sobre la mesa del comedor.- Oye, mamá, ¿vas a algún sitio?

     - Eso era lo que te iba a comentar. Dylan me ha invitado a comer con él. En la cocina ya sabes que tienes todo lo que necesites para subsistir.

     -Este Dylan me está robando a mi madre y al final me voy a poner celoso- ironizo.- ¿A que hora volverás?

     - Eso era lo otro que me faltaba por decirte. Puede que tampoco llegue para cenar.

     En ese momento mi madre mira el reloj y, bastante alarmada, coge el bolso con prisa y se va sin despedirse siquiera.

     - Y yo que cojones hago ahora- digo mientras apoyo las manos en las caderas y miro a mi alrededor.- Jamie.

     Me toco los bolsillos para buscar mi móvil, luego recordé que lo había dejado en la mesa cuando entré. Memoria de pez.

     -Que quieres tu ahora-exclama Jamie al otro lado de la línea.

     - Lo he hecho tío-respondo orgulloso.

     - ¿El qué?

     - Quedar con Jessie, lo he hecho.

     - Oh dios mio. ¡Ese es el Ryan que quiero ver!

     - Tío, ven a mi casa. Mi madre se ha ido y me aburro.

     - ¿Escuchas eso?-pregunta Jamie haciendo sonar unas llaves-. Ya estoy encima de la moto. Te tengo que preparar para esa cita.

     -¿Tú? -reí-. Preferiría a alguien mas profesional.

     - ¿Qué?, como osas infravalorarme asi. Eres un gilipollas.

     - ¿Vienes o que?- concluyo para que deje de hacerse el indignado.

     - Hago un par de llamadas y voy.

     No. No. Mierda.

     - Jamie, por favor, no hagas nada sin mi... ¿Me has colgado? Me ha colgado.

     Me ha colgado.

     * * *

     Media hora después suena el timbre.
     Abrí la puerta de la entrada y me encontré con Jamie, Tania y Lalisa. Los tres gritando como niñatas en un concierto de Abraham Mateo.
     Cerré la puerta.

     - Ryan, cariño, no te enfades.

     - Jamie, eres imbécil. ¿Para que se lo cuentas a ellas?

     - Ryan, no es por molestarte, pero todos lo sabíamos ya-dice Tania-. Lo mas sorprendente de todo es que Jessie no se haya dado cuenta.

     Abrí la puerta y los invité a entrar a regañadientes. No debería habérselo dicho a Jamie.

     - ¿Cuando es la gran noche?-preguntó sonriente Lalisa.

     -El viernes.

     Volvieron a gritar igual de emocionados que antes. Jamie el que más.

Todo lo hago por ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora