7. Ryan

22 8 1
                                    

     Me quedo a dormir en casa se Jessie. No me lo creo.

     Haciendo alarde de mi seriedad acepté con cierto tono de indiferencia pero en mi mente mi hipotálamo daba saltos de alegría, porque diga lo que diga la gente las personas nos enamoramos con el hipotálamo, no con el corazón.

     Ya habiendo informado a mi madre de esto y habiendo despedido a las pocas personas que quedaban por irse de la fiesta, subimos de nuevo al cuarto de Jessie.

     - Estoy reventada- dijo Jessie, tirándose en la cama.

     - Se nota.

     - Oye-dijo Jessie para captar mi atención, aún boca abajo- saca la cama que hay debajo de la mía. Me da mucha pereza.

     Que me quedo a dormir en casa de Jessie. Mi hipotálamo reventará en cualquier momento.

     - Voy, maldita vaga.

     Asi me gusta Ryan, disimulando tu tremenda emoción.

     - ¿Nunca has pensado que nadie te entiende?

     - ¿Qué?- pregunté, confuso, mientras montaba la cama.

     - Eso, lo que has oído-respondió, incorporándose-. ¿Nunca has pensando que nadie te entiende? Quiero decir, que hagas lo que hagas nunca nadie entenderá lo que piensas o sientes.

     - Supongo que no.

     - Tu suposición no me sirve.

     - Que quieres que te diga-respondí mientras buscaba en su armario sábanas para la cama, ya montada- soy una persona muy simple, no tengo ningún sentimiento complejo que nadie logre entender.

     Bueno, a ver, estoy putamente enamorado de ti y tu no te das cuenta, ¿eso vale?.
Cada día maldigo más el poco coraje que tengo para decírselo.

     - No eres tan simple como piensas.

     - ¿Acaso sabes más de mi que yo mismo?-ironicé mientras reía.

     - Claro. Sé que te encanta escribir pero odias que te obliguen a hacerlo. Sé que adoras cualquier deporte menos el hockey porque te pone nervioso pensar que te van a dar con un stick. Eres tremendamente vago, amante de Aerosmith y malísimo en los videojuegos.
Cuando te pones nervioso te tocas la nariz, disimulando que la rascas y cuando te enfadas sales corriendo por ahí para tranquilizante y reflexionar.

     - Me estás dejando alucinado.

     - Cállate que aún no he acabado.

     》Odias los programas de humor de la televisión porque dices que lo único que hacen es tratar a los espectadores de idiotas.
     Cuando estás triste bebes mucho, demasiado, cosa que no deberías hacer porque no me gusta que tomes alcohol.
     No sabes expresar tus emociones y recurres a frases estúpidas y citas de libros que lees para explicarte, lo cual te frustra porque nadie logra entenderte, y por último pero no menos importante: tienes una sonrisa muy bonita, sé que lo sabes y que siempre te lo digo pero nunca me cansaré de hacerlo.

      Es en este preciso instante en el que ocurre ese gran fenómeno por el cual atribuimos a nuestro a corazón el hecho de estar enamorado, y es que mi hipotálamo ha hecho que todo mi sistema nervioso palpite, acelerando mi corazón a mil por hora.
     Es curioso lo que unas simples palabras de una persona a la que quieres pueden cambiar tu forma de respirar en segundos.

     - No sé qué decir.

     - No tienes que decir nada-respondió Jessie, mientras me agarraba la mano y sonreía- eres mi amigo desde hace muchos años aunque llevemos un tiempo distanciados. Te aprecio y absolutamente nada hará que nuestra amistad se rompa.

     Lo dicho, es increíble como unas simples palabras puedan cambiar tanto tu forma de respirar, de mil por hora a apenas un suspiro, y lo peor de todo, que te puedan hacer tanto daño que no sepas reaccionar a ello.

     -Ryan-dijo Jessie al ver que no respondía- ¿estás bien?

     No.

     - Sí, sólo que estaba pensando en que podría decir yo de ti. Has dicho tantas cosas de mi que ahora no sé si llegaré a estar a tu altura-mentí, riendo.

     - Nunca estarás a mi altura, lo sabes.

     - Claro, su majestad-bromeé mientras me levantaba de la cama-. ¿Y quiere la marquesa ir a cenar o es demasiado pronto?

     - ¿Cómo osas preguntar eso?, nunca es demasiado pronto para comer.

     - Vayamos pues, a la cocina.

     - Vayamos pues-repitió mientras se levantaba y salía por la puerta.

     Va a ser una noche muy, muy larga.

***

     ¡Hola! Espero que os haya gustado este cap. Va un poco atrasado porque he estado liada y no he podido escribir.
     Espero que os guste y nos leemos en el siguiente.

Todo lo hago por ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora