9. Ryan.

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     La he cagado. La he cagado mucho. No sólo Jessie ha huido de mi despavorida sino que ahora esta noche a solas con ella ha acabado siendo una fiesta de pijamas adolescente.

     -Ryan, yo creo que este labial te quedaría fabuloso- bromeó Jamie, dándome luego un cojinazo tan fuerte que me tiró de la cama.

     - ¿Tu eres tonto? Como te coja de voy a tirar por la ventana.

     - Chicos, parad ya-pidió Tania mientras peinaba a Jessie.

     - Será mejor que duermas con un ojo abierto- le dije con todo intimidante a Jamie mientras me volvía a sentar en la cama- la venganza se sirve en plato frío.

     - Lo que tu digas-respondió tranquilo- haberte tirado de la cama es lo único que necesitaba para ser feliz.

     Después de esta discusión entró por la puerta una chica a la que sólo había visto de lejos, en alguna clase, pero nunca había hablado con ella.

     - ¡Hola Lalisa!- exclamó Jessie, contenta- pasa, deja tus cosas en la mesa si quieres.

     La chica entró, tímida, y dejó sus cosas donde Jessie le había dicho.
     No sabía que Jessie y ella fueran amigas, siempre veía a esa chica sola leyendo por cualquier esquina.

     - Este es Ryan- le dijo a la chica mientras me señalaba- y el otro de ahí Jamie.

     Jamie la saludó e hizo un hueco en la cama, instandola a que se sentara. Lo hizo.

     - Me suenas mucho pero no sé de donde-dijo Jamie, mirándola atentamente. Sé que se le está ocurriendo algo malo. Malo para mi.

     - Vamos juntos a música.

     - ¡Claro! Ya decía yo. Y, ¿qué música te gusta? A Ryan le gusta mucho la música, muchísimo.

     Ahí está, tardaba mucho.

     - La música clásica me gusta, y el jazz.

     - Vaya-dijo Jamie con cara de fastidio- Ryan es más de Blues y Rock.

     - Oye, ¿y si hablas de ti y me dejas a mi en paz?- dije molesto.

     - Cállate.

     La chica se rió ante la situación y entonces recordé que clases dábamos juntos. Literatura y biología. Cuando se pone a leer en literatura para sí misma suelta una risa parecida, contenida. Siempre me resultó gracioso, me entraban ganas de leer lo mismo que leía ella para ver si me reía también.

      -Vale, entonces, ¿Lalisa, no?- comenzó de nuevo, para mi desgracia, Jamie- Lalisa, no te importa que Ryan sea mas de Blues y Rock, ¿no?

      - Sinceramente, me da igual.

      A Jamie se le quedó tal cara de gilipollas plasmada que no pude evitar reirme a carcajada limpia. Buenísimo.

     - Bueno chicos- dijo Tania para llamar nuestra atención- ¿jugamos a verdad o atrevimiento?

      - Eso es muy típico- respondí mientras me recostaba sobre la cama.

      - Por eso, hay que jugar para reírnos un rato.

     - Yo voto que si- dijo Jessie- esperad que voy a por una botella.

     - Esto es una democracia-dije- ¿quien más está de acuerdo conmigo en que no quiere jugar?

     Sólo levantó la mano Lalisa. Estúpidas democracias.

     - Voy a por la botella.

     Nos pusimos todos al alrededor de las tres camas estaban puestas en la habitación, en el medio de la cama que estaba en el medio colocamos una libreta para apoyar la botella. El juego iba a empezar.
     Tania giró la botella, que acabó apuntandome. Empezamos bien.

     - ¡Yo pregunto!-exclamó Jamie. Le voy a cortar la cabeza al desgraciado- ¿Verdad o atrevimiento?

     -Verdad- respondí girándome en su dirección.

     - ¿Con cuantas personas te has liado?

     -¿En serio? ¿A caso no lo sabes ya?

     - Es que no me acuerdo muy bien-respondió irónico- venga, ¿con cuantas?.

     - Con cinco, y eres un imbécil.

     Las chicas se reían de la situación. Ver a Jessie, la única chica con la que de verdad querría estar riéndose también hizo que me estallara un trocito de cerebro. Puto amor.

     - Sigamos- dije, haciendo girar la botella.

     - Jessie, te ha tocado-dijo Jamie.

     -¡Yo le pregunto!-dijo Tania- ¿verdad o atrevimiento?

     - Atrevimiento.

     - ¡Que lanzada!-exclamó Tania- te reto.. a darle un beso a Ryan.

     Los ojos de Jessie se abrieron de par en par, pero no tanto como los míos. Jamie se empezó a reír tanto que no pudo contener las lágrimas y Lalisa miraba la situación, confusa.

     - ¿Pero no son novios?-preguntó la nueva, extrañada.

     -¡No!-respondió Jessie nerviosa. Jamie comenzó a reirse más fuerte aun si cabe.

     - Vamos, Jessie, cumple el reto-instó Tania, conteniendo la risa que le estaba pegando Jamie.

     -Te voy a pegar como no te calles-amenacé a Jamie. Éste hizo caso omiso, llorando de la risa por la situación tan irónica.

     -No puedo hacer eso, es mi mejor amigo, sería como besar a mi hermano- dijo Jessie.

     - Tienes que cumplir el reto.

     Jessie me miró y luego miró a Tania, que estaba riéndose junto con Jamie. Apartó la botella y la libreta y se posicionó delante de mi. Mi corazón iba a estallar. Las risas del fondo pasaron a un segundo plano. El primer plano lo ocupaba Jessie, sentada sobre sus rodillas frente a mi, mirándome cómplice, pidiéndome perdón con la mirada. Miró hacia sus rodillas y suspiró, yo mientras estaba quieto, inmóvil, con el corazón a mil por hora y sin creerme lo que estaba sucediendo. Me tomó la cara con ambas manos y me dio el beso, que apenas duró unos segundos, milésimas.

     - Venga, ya está-dijo Jessie, sonrojada, mientras volvía a su sitio y colocaba la botella y la libreta donde estaban.

     - ¡Que bonito por favor!-exclamó Jamie mientras se limpiaba las lágrimas.

     -Tania, ésta te la voy a devolver, tenlo presente- amenazó Jessie, molesta, muy molesta.

***

     ¿Qué os a parecido? Tener unos amigos así a veces es complicado 😂.
     Ya sabéis, votad, comentad y nos leemos en el siguiente capítulo. Chau.

Todo lo hago por ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora