My Gfriend [GL]

# 6 #

Minzy:

No era capaz de procesar el hecho de que Verónica se haya fijado en Hanna, no recordaba mucho de ella, pero sabía muy bien que era una chica problemática; somos muy diferentes, jamás podría ser como ella, no que sea malo sino que no va conmigo.
Somos personas diferentes, yo soy Minzy y ella es Hanna, seremos gemelas, pero jamás iguales en nada más que la apariencia; hace bastante que no la veía así que no sabría cómo es ahora.

Desapareció en la primaria, un extraño caso de alumnos desaparecidos; Hanna y yo fuimos separadas en el transcurso del divorcio de nuestros padres, así que ella vivía aquí en México con mi “madre”, mientras que yo permanecí en Corea junto a mi papá.

En la secundaria me tocó hacerme pasar por ella (durante 2 años); sin embargo, me siento culpable, temó decirle a Verónica que no soy la chica de la que se enamoró, que no soy esa chica bullying; aún si mi mejor amiga me llama Hanna, ya que me conoció con ese nombre, pero sabe la verdad.
No he perdido la esperanza de que Hanna sea encontrada. Me senté en una banca que estaba en el pasillo de ese instituto, comencé a cantar en español una canción que originalmente era en coreano, a un tono poco audible.

— «Cariño ámame así. Como si fuera la última noche de mi vida. Como si en mi próxima vida solo pensara en ti.
Mi mente y mi alma están fuera de mi cuerpo. Así que seguiré disparándote ferozmente. Sí, me gusta cariño, cada cosa de ti».

— ¿Por qué lloras? — Preguntó Verónica preocupada.

Voltee a verla, con aquellas lágrimas que salían una tras otra, su mirada se centró en mi – ¿Quién eres en realidad? – Pensé que estaría pensando en ese momento; no quería mentirle y hacerle creer que yo era Hanna, su primer amor.

— Solo estoy cantando una canción — Dije. La canción la estaba cantando para sentirme ¿Feliz?

— Está bien — Mencionó dudosa.

— Me hace sentir bien cuando me asusto — Pronuncié con una falsa sonrisa.

— ¿Qué te ha asustado? — Preguntó viéndome con ojos brillantes.

— Me asusta la oscuridad — Mentí.

— Cantaré una canción para que te tranquilices — Comentó sonriente.

— Bien — Asentí.

— «When I see your face. There's not a thing that I would change. Because you're amazing. Just the way you are. And when you smile. The whole world stops and stares for a while. Because girl you're amazing. Just the way you are» — Dejó de cantar y volteó a ver a todos lados.

— ¿Por qué dejas de cantar? — Pregunté preocupada.

La pelinegra no respondió a mi pregunta y volvió a voltear a todos lados, de verdad comenzaba a asustarme estar en plena oscuridad en un instituto; más que nada por aquellas historias que mis amigas contaban en la secundaria.

Mi cuerpo se heló de solo pensar en aquellas leyendas, – ¿Serán ciertas aquellas historias? – Pensé, realmente no creía en esas cosas; sin embargo, ya no estaba tan segura de que fueran falsas.

Voltee a ver a Verónica, estaba pensativa –Pensará en Hanna – Era evidente que estaba pensando en ella; – ¿Cómo olvidas a un primer amor de la noche a la mañana? – Pensé, pero resultaba ser cierto. Según las relaciones de mis amigas con sus primeros amores, aquellas historias que resultaban maravillosas y que terminaban con un triste adiós – Así es el amor – Arqueé la mirada y volví a prestarle atención a la pelinegra.

— ¿Está todo bien? — Pregunté preocupada.

— Sí — Respondió vagamente.

Su mirada estaba perdiéndose en la nada, lo que hacía más evidente mi suposición, pero no le podía arruinar aquel momento; el oír el rechinido de una puerta me erizó la piel, – Es solo mi imaginación ¿Verdad? – Presté atención para saber si había escuchado bien, pero no era nada.

Entramos a un salón, posiblemente en el que estaban; Verónica encendió las luces, dicho salón estaba muy limpió, las butacas acomodas en filas (bien alineadas). En la pizarra estaban aún los gráficos de la clase que se había dado.

Saqué un plumón de mi mochila, me acerqué a la pizarra y comencé a resolver las operaciones y gráficas solamente por diversión, eran bastantes pero demasiado fáciles; terminé de realizarlas y me senté en una de las butacas (la que estaba al lado de Verónica).

— ¿Así que en este salón estabas? — Pregunté sonriendo. Me había olvidado de que ella creía que yo era Hanna.

Volteó a verme con extrañez, pero en ese preciso momento no lo entendía, bueno hasta que recordé – Cierto, soy Hana para ella – Pensé desanimada.

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– Natsy-Chan 💕