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Verónica:

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Verónica:

Mis padres abrieron la puerta molestos, sabía que me iban a llamar la atención, pero se guardaron el regaño pesado de siempre al verme acompañada.

— Bonitas horas de llegar Verónica Alejandra — Dijo mi madre.

— ¿Por qué chingados apagaste el celular? — Interrogó mi padre molesto.

— Ahorita hablamos, hay que entrar — Respondí.

Entramos a la casa, estábamos demasiado alteradas por lo que acabábamos de vivir, además de que estábamos como pordioseras, Minzy con el uniforme muy sucio y lleno de tierra, las calcetas rotas de todos lados y en lugar de blancas eran negras, también tenía manchas de sangre en la falda.

La otra chica, portaba un pans completamente rasgado por todas partes, lleno de sangre, su cabello rubio y largo demasiado enredado; rasguños en el rostro y moretones en los brazos y piernas (que eran visibles). Mientras que yo, no tenía mucha tierra encima, las calcetas también eran negras como las de Minzy y con unas cuantas gotas de sangre (poco visibles).

— ¿Qué estaban haciendo que están tan sucias? — Preguntó mi padre.

— Bueno… — Fui interrumpida por mi madre.

— ¿Eso es sangre? — Preguntó alarmada.

— Bueno… Ella — Apunté a la chica — Fue secuestrada y la ayudamos — Respiré profundo — Sí, a ella la han torturado — Respondí.

— Hay que llamar a las autoridades — Dijo mi padre. Tomó el teléfono de casa y llamó al 911.

Mientras tanto nosotras permanecíamos sentadas en el sofá, esperando a que mi padre terminara de hablar por teléfono, pero la conversación se estaba largando demasiado; después de aproximadamente veinte minutos mi padre se acercó a nosotras y dijo:

— La policía vendrá en un momento.

La policía no tardó mucho en llegar, subimos al vehículo; mis padres nos alcanzarían en la estación en un rato, llegamos al lugar y antes que nada se llevaron a la chica para examinarla, en lo que a Minzy y a mí nos interrogaban.

Le dijimos al oficial todo lo que había pasado, habían dado por encontrada a una de las personas desaparecidas (1 de 65); mis padres llegaron poco después.

La chica finalmente fue examinada, se le encontraron problemas de alimentación, golpes en básicamente todo su cuerpo, cortadas; la llevaron de inmediato al hospital para tratarla. Después volvimos a casa, mis padres estaban preocupados por las tres.

— Vayan a bañarse, mientras preparo algo para cenar — Dijo mi madre entrando a la cocina.

— Además, vístanse bien. Tus primas vendrán en un rato — Comentó mi padre.

— No lo sabía, pero ya vamos — Mencioné.

Pasamos a mi habitación por toallas, después nos dirigimos al baño, puse a llenar la tina, en la cual entró la chica, Minzy y yo la estábamos bañando.

— ¿Y cómo te llamas? — Pregunté a la chica.

— Hanna — Respondió.

— ¿Hanna? — Cuestionó Minzy. Era cierto que ellas tenían cierto parecido.

— Kim Hanna — Repitió la chica.

— ¿Hermana? — Interrogó Minzy a punto de llorar.

— ¿Eres Minzy? — Preguntó Hanna.

Minzy asintió. Así que la chica en la tina era Hanna, la chica bullying, mi chica bullying; continuamos bañándola y ella salpicó un poco de agua que cayó en la camisa de Minzy haciéndola transparentar y mostrar el sostén de la chica de cuento de hadas el cual era color coral.

 Así que la chica en la tina era Hanna, la chica bullying, mi chica bullying; continuamos bañándola y ella salpicó un poco de agua que cayó en la camisa de Minzy haciéndola transparentar y mostrar el sostén de la chica de cuento de hadas el cual e...

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Minzy:

Avergonzada salí del baño corriendo, inconscientemente llegué hasta la habitación de Verónica, atranqué la puerta al entrar, después de un rato, volví al baño, antes de girar la chapa de la puerta escuché hablar a Verónica con Hanna sobre ¿mí?

— Se ve que le gustas a Minzy — Dijo Hanna.

— Lo sé, pero a mí aún me gusta la chica bullying — Mencionó Verónica.

— Sé que ella es diferente a aquella chica bullying, pero no la lastimes — Comentó Hanna un poco amenazante.

— ¿Me estás pidiendo que la acepte? — Preguntó Verónica.

No quería seguir escuchando, así que estaba por irme de vuelta a la habitación; pero quería saber que más dirían de mí, por esa razón permanecí en la puerta.

No quería seguir escuchando, así que estaba por irme de vuelta a la habitación; pero quería saber que más dirían de mí, por esa razón permanecí en la puerta

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– Natsy-Chan 💕

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