Capítulo 2

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Ignacio Nayar guardó sus manos en sus bolsillos. Micaela estaba linda. Él no esperaba que su propia reacción fuera tan fuerte.
Después de algunos meses, esperaba que todo siguiera igual.
Infelizmente, eso no pasó. Era todo muy difícil.

Micaela era como un pecado ambulante, tenía curvas donde a los hombres más les gustaba. Su pelo rubio y sus ojos verdes profundos parecían destacar todo lindamente.

Ellos dos tuvieron algo en la época de la secundaria, pero después descubrieron que eran mejores como amigos. ¿O tal vez era porque él no podía controlarse? Probablemente era una mezcla de las dos cosas, ¿pero quién sale solamente con una persona en la secundaria?

La gota de agua de la relación de ellos dos sucedió después de una noche de borrachera en la facultad. Ellos durmieron juntos.
Fue una larga noche, excepto por el hecho de que él jamás se perdonaría por el dolor que le provocó a ella en la mañana siguiente. ¿Pero qué debió haber hecho? ¿Decirle "gracias"?
Haber tenido sexo con su mejor amiga no fue una de sus decisiones más inteligentes. Infelizmente, él no percibió eso hasta que fue demasiado tarde. Él fue el primer hombre de Micaela.

Dejarla a Micaela había sido una de las cosas más idiotas e, incluso así, más necesarias que él haya hecho. Los dos seguían siendo gentiles con el otro, pero su amistad nunca más volvió a ser la misma después de que durmieron juntos. Lo que siempre fue considerado una manera de aumentar el vínculo entre dos personas terminó siendo el  catalizador que arruinó una amistad de toda la vida.

Ellos se evitaron lo máximo posible durante los años siguientes. En la graduación de Ignacio, él le dió un abrazo rápido a Micaela y nunca más miró hacia atrás.

Jamás le pidió disculpas. No es que toda la culpa fuera de él, pero mismo así.

Verla nuevamente lo asustaba, pero era un mal necesario.

El consejo directivo había insistido en que si él no limpiaba su imagen, la empresa tendría prejuicios. De acuerdo con ellos, ya los estaba teniendo.
¿Pero cómo se le hubiese ocurrido que la chica con la que estaba durmiendo era una prostituta? Al fin y al cabo, él estaba en plena ciudad y ella era linda. No había imaginado que ella iría hasta la empresa ni que los fotografos le sacarían fotos en una plena escapada nocturna, de la cual él todavía no podía recordar totalmente. La frutilla del postre fue cuando su mamá lo llamó y le dijo que la abuela había sufrido un derrame por causa de la relación de él con las prostitutas.

Una semana después su abuela lo llamó y le dió un ultimatum. Si él la llevara a Micaela para que la viera antes de morir — palabras de ella, no de él. —, todo sería perdonado. Ella insistió tanto con que Micaela la visitara durante el fin de semana del Día del Trabajador, que Nacho no pudo decirle que "no". Por si acaso, una fotografa también visitaría a la famila en Rosario. Ella prometió sacarles fotos a ellos dos en el avión, además de perfectas fotografias de la piedra gigante en el dedo de Micaela.

Nacho dió una sonrisa irónica.
A veces él era tan brillante que se asustaba. ¿Qué podría llegar a salir mal?
Él era el heredero del cargo de director ejecutivo. La empresa valía un buen dinero. Después de limpiar su imagen, la abuela no solamente lo apoyoría, sino que también le daría un empujoncito extra para nombrarlo el director ejecutivo más joven del mundo.

Micaela entendería. Ella era ese tipo de chica. Todo lo que él necesitaba era explicarle lógicamente porqué sería interesante para ella. Al final, ser vista con él la ayudaría bastante con sus negocios. Y además él prácticamente ya estaba invertiendo en el futuro de ella.
Ella debería agradecerle, ¡como minimo!

El celular sonó y él miró su reloj. Nacho movió su cabeza. Había pasado demasiado tiempo tratando de convencerla a Micaela para que fuera su novia.
Ahora tendría que quedarse en el escritorio más tiempo de lo que fuera necesario.

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