4. Alerta roja

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La primera hoja era algo así como mi currículum, servía para mis misiones. Si tenía que proteger al gobernador ruso la lucha, la rapidez mental y la actuación se fusionaban haciéndome pasar por la asistente personal de este.

Desde pequeña había estado aprendiendo de los tontos y de los sabios. Yo sabía mucho para tener 17 años, no siempre fui una agente, tampoco mi primo, pero eso es algo que contaré más adelante.

Por ahora estoy pensando en como matar a Henry, él es el encargado de hacer las hojas de las misiones por lo tanto, también escribió mi currículum, bueno, lo modificó, yo no tenía la descripción eso de curvas de impacto, mirada fiera; lo voy a matar.

Decidí dejar la descripción de mi misión para leerla mañana, tengo hasta el viernes para aceptarla por lo tanto me queda un día para leerla, mañana. Abri mi laptop y entre a Netflix, si Netflix, espero que no tengas ningún problema por que sino mañana amareceras muerto o muerta -soy todo un amor, lo se- me puse los audífonos y comenze a ver mi serie.

Me desperté y vi el anuncio de Netflix de si seguía viéndola, apage la laptop y vi la hora en el reloj, este marcaba las 2 de la mañana. Guarde la carpeta y me dirigí a los dormitorios, no quería llegar a mi casa y escuchar gemidos, aveces se va de largo dependiendo si esta buena o no.

La agencia estaba muy solitaria, se que son las dos de la madrugada pero aún así, a esta hora a veses todavía hay agentes haciendo papeleo. Verificó que el área de los dormitorios este en orden y al terminar de revisar alguien me tapa la boca arastrandome hacia a tras.

{Peter}

Estaba durmiendo cómodamente con la chica peliroja que traje a la casa. Me levante por un vaso de agua de la cosina, al bajar escucho la alarma del reloj de la agencia. Preciono un botón y al momento escucho la voz de Ale.

—Todos los agentes reportence a la agencia, están atacando. Esto no es un simulacro, repito, esto... —Se escuchó el sonido de balazos.

Subí a mi cuarto y me vestí lo más rapido que pude. Deje una nota que decía que tenía que salir por una emergencia. Una vez abajo decidí tomar las llaves de la moto, así llegaría más rapido.

Conduci por las calles de Los Ángeles. Una vez que llegué a la tienda de baratijas entre y fui directo al ascensor. Una vez dentro de este saque mi pistola, la recarge y la guarde. Cuando llege al piso de la agencia vi como todos estaban peleando, uno se me acercó y comencé a pelear con el, cuando su cara estuvo a escasos centímetros de la mía pude reconocer su rostro. El era uno de los muchos que trabajaban para la orquídea negra, los que mataron a mis papás. Le golpeó la cara con mi codo haciendo que se aleje de mi, recibe tres disparos al pecho. Giro para ver quien a disparado y resultó ser Jake.

—¿Donde esta Alessandra?

—La estoy buscando. No esta peleando aquí.

—Creo saber donde esta.

Una vez que llegamos al cuarto de control vinos como Donovan tenía a Ale contra la pared muy cerca de su cuerpo, los dos entramos sin pensarlo dos veses y al entrar nos apuntaron dos de cuatro espías que estaban en el cuarto. Donovan acariciaba la cintura de Ale, ella trataba de alejarlo pero era inútil. Se veia como él se la estaba arrimando.

—Mira quienes llegaron. Tu primo y tu amiguito. ¿Como están tus papás Peter? —No le respondí a lo que el sólo soltó una risa. —Quitenles sus armas.

—Dejalos idiota.

—No queremos que se vallan. —Ale le aplastó el pie con sus botas. —Maldita. Eres ruda, de las que me gustan. —Decía todo cerca de su oído.

ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora