Sabía que era una mala idea, no se que pasaba por mi mente cuando acepte. ¡Fue una mala idea! Nunca pensé en las consecuencias que esto podía tener, nunca pensé en lo que pasaría.
~18 horas antes~
-¡Desconectado! -había logrado entrar en la casa de Demian. Era una linda casita de dos planta, era grande en verdad. Dos plantas les bastaba para... para lo que sea que tuviera está casa. Antes me habían entregado una carpeta donde venían datos de Demian y su hermana. Decía donde vivían y por órdenes de Mario me infiltre en el estudio de su tía. Tenía lo mismo que un estudio cualquiera sólo que notaba algo extraño.
-Genial, entra y busca lo que tengas que buscar -esa sin duda fue mi conciencia.
Del maletín que tenía saque un par de guantes y me los puse con suma delicadeza. Deje la computadora a un lado, en un lugar estable del árbol, y procedí a caminar hacia la ventana que daba al estudio. Previamente había verificado que no había nadie en la casa, así que sin dudarlo quise entrar.
Abrí la ventana y entre en el estudio dando una vuelta de carro. Puse un comunicador en mi oido y me puse a buscar. Le había avisado a Mario que entraría a la casa de Demian, él quedó en hablarme. Pase por un retrato que llamó mi atención. No tenía nada extraordinario, sólo estaban Demian y su hermana en la playa, no tendrían más de seis años, esa fotografía me recordaba algo e hizo que pasará un escalofrío por toda mi espalda, pero ahora no podía acordarme con certeza de que era. Demian, en esa foto su piel estaba libre de tatuajes. Su cuerpo era un lienzo en blanco en esos momentos.
-¡312! -el grito de mi tío me trajo de regreso, me había quede ensimismada viendo la imagen.
-No me grites Mario, ¿qué tengo que hacer? -susurre mientras buscaba por el estudio algo que pudiera servir para mi investigación.
-Instala el micrófono cerca del escritorio, verifica que nada lo pueda localizar, también que no sea visible -de una pequeña mochila que llevaba en mi espalda procedí a sacar un micrófono diminuto, apenas del tamaño de un grano de maíz. Coloqué el minúsculo micrófono en el escritorio respetando lo que dijo Mario.
-Micrófono puesto -saque una tablet de la mochila e hice una prueba sonora. Funcionaba el micrófono.
-Ahora necesito que salgas, no revises nada señorita. Puede que sean muy cuidadosos en como dejan las cosas.
Desconecte el comunicador y camine hacia la ventana por donde había entrado. Al caminar se me resbaló de las manos un pequeño valín, a todos lados lo llevaba, trate de agarrarlo en el aire pero al final se calló al suelo. Me agache pera agarraron pero algo dio en mis ojos lastimandome, al mirar de donde provenía el brillo pude ver una caja fuerte bajo el escritorio con reconocimiento de huella digital. Estaba por mirar más de cerca para tratar de abrir la caja pero escuché como abrían la puerta, rápidamente agarre el Valín y salí del estudio por la misma ventana donde entre para luego ocultarme entre las ramas del árbol.
Por la ventana pude ver como Demian entraba a buscar algo, sabía que hasta aquí podía hacer hoy y me dispuse a guardar todas las cosas. Una vez guardadas baje con cuidado del árbol y comencé a caminar hacia la izquierda siguiendo en la misma acera.
~15 horas más tarde~
-¡Aless! -Reconocí la voz de Demian a través de los pasillos de la Universidad. Lo había estado evitando desde que salí de su casa.
-Demian -dije su nombre como saludo cuando llegó hasta mi.
-Quiero invitarte a salir, ¿te parece saliendo? -Abrí los ojos sorprendida, nunca me hubiera esperado una invitación por parte de él.
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Ángel
Teen Fiction-Mirame -protesto tomandola de las mejillas con una sola mano -. Te debe de dar igual lo que pasó, sabes que esto te da igual, nunca te importa pues nunca te comprometes sentimentalmente, lo se. -Me lastimas -Musito al borde del llanto cuando el aga...