La Apuesta Perfecta [Chanyeol- EXO]

Capítulo 9

Miré hacia arriba y me encontré con ocho chicos, mirándome realmente preocupados.

-Hola chicos-los saludé como pude.

-¿Qué te pasa? - me pregunto Sehun sentándose a mi lado.

-Sabes que puedes confiar en nosotros... - le siguió Kai sentándose también, los demás lo imitaron.

-Es... que... Suzy... - empecé como pude ya que estallé en lágrimas.

-No llores-me dijo Chen dejando que llorará en su torso.

-Ella me dijo...que era una zorra, que era una cualquiera... fea, gorda y antisocial... que me alejara de Chanyeol... y que él solo está... conmigo... para utilizarme... - volví a estallar en lágrimas.

-No la escuches. No sabe lo que dice, tú no eres nada de esas cosas - intento tranquilizarme D.O - No eres ni gorda, ni fea y menos una zorra cualquiera, que la única que lo es, es ella - todas sus palabras eran en vano, ya que eso no era lo que en realidad me dolía.

-Y Chanyeol no es tan mala persona, lo conozco muy bien - me afirmo Suho y yo me tranquilicé, pero sin ser consciente de que él tenía tenia los dedos cruzados detrás de la espalda.

-Gracias chicos - conseguí decir - En lo de Chanyeol, Suzy se equivoca. Pero en lo demás, tiene razón - dije.

-No, no digas eso - me replicó Xiumin - Ella no tiene razón

-Sí. Sí la tiene. Si no lo fuera, ustedes no me hubieran molestado antes como lo hace ella.

-No sabíamos lo que hacíamos, y no teníamos la razón - habló Lay

-Lo que digan... - no tenía más gana de hablar del tema. Yo ya sabía cómo era y me daba asco, mucho asco - Bueno chicos, me voy - me despedí.

-Nos vemos luego - dijeron a unísono. Antes de irme Baekhyun me agarró del brazo y me dijo:

-Somos tus amigos, confía en nosotros - yo solo asentí y me fui.

La escuela termino y de camino a casa pensaba y me hacía preguntas a mí misma. No entendía nada, ¿por qué el comentario sobre Chanyeol me hizo sentir así? ¿Y por qué los chicos me trataron así de bien?

Definitivamente no era algo que entendiera muy bien, todo esto me parecía muy extraño. Pero de una cosa estaba segura, los chicos se equivocaban.

Yo no tenía nada de hermosa ni delgada, todo lo contrario. Yo era fea, gorda, pequeña y una idiota, una completa idiota. No merecía vivir. A nadie le importaría que yo ya no estuviera. Nadie me extrañaría...

Cuando me di cuenta, ya había llegado a casa...