Dieciséis. La mordida

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Peter me miró con los ojos muy abiertos.

-Alice... -dijo, en un susurro-, ¿lo estás diciendo en serio?

Me sorprendí, pues no lo había pensado, pero realmente, si él era mi pareja, si iba a convertirme en vampiro, ¿por qué no? Asentí, de pronto muy segura, y volví a pegar mi boca a la suya.

Él tardó un momento en devolverme el beso, pero lo hizo con más delicadez, y sentí lágrimas en mis ojos inexplicablemente. Sus besos eran cálidos, dulces, amorosos, y eso me derritió. Mis brazos colgaban lánguidos junto a mi cuerpo mientras él me besaba, agarrando mi rostro entre sus manos y acariciaba muy suavemente mi piel, haciéndome sentir un cosquilleo constante. con delicadez, me recostó en su cama y empezó a besar mi cuello. Llegó hasta el borde de mi camiseta, lamió mi piel, y me mordió.

Gemí fuertemente cuando lo hizo, pues el calor amenazaba con quemarme. Necesitaba sentir su piel contra la mía y saqué su camisa como pude. Dejó de  morderme y lamió mi herida con suavidad, y yo seguí gimiendo. El contacto cálido y húmedo contra mi piel era indescriptible. Me mordí el labio con fuerza, y sangre brotó en mis labios. Peter, con un gruñido, se adelantó y bebió las gotas rojas que brotaban, y comenzó a chupar mi labio inferior. Sus manos estaban en todas partes, y cuando me soltó, en sus ojos había una locura animal. 

Lejos de darme miedo, eso me excitó y me saqué la remera, ante su miraba abrasadora. Con un dedo, recorrió la piel desde mi cuello hasta el borde de mis jeans, y me estremecí. Luego comenzó a besarme, y con cuidado, me sacó el sostén, y jadeé, tomando consciencia de que estaba sin nada ante su vista. Como si leyera mis pensamientos, se inclinó y comenzó a lamer mi piel, que ardía. Sus labios bajaron por mi cuerpo hasta la parte baja de mis estómago, y de nuevo, con suavidad, desprendió mis jeans y los bajó con delicadeza. Levanté mis piernas, facilitándose lo, y mis pantalones cayeron olvidados al piso. Me senté en la cama y desprendí los suyos e hice lo mismo. Sentía mis mejillas arder, pero aún así lo sentía temblar bajo el roce de mis dedos y eso me daba valor.

Terminamos de sacarnos la ropa y él me tendió debajo suyo. Besó todo mi cuerpo, arrancándome gemidos, y se puso sobre mí. Me miró a los ojos, como preguntándome si estaba segura de lo que estábamos por hacer, y yo asentí, clavando mis ojos en los suyos, que brillaban, con emoción.

Lenta, cuidadosamente, Peter entró en mí y las lágrimas asomaron a mis ojos por el dolor. Él las enjugó con cariño y se limitó a abrazarme. Unos momentos después, comenzó a moverse en mi interior mientras me besaba, y el dolor le dio paso al placer. Sus movimientos eran cada vez más rápidos y nuestros gemidos se entremezclaban y morían en la boca del otro, mientras jadeábamos. Clavé mis uñas en su espalda, apurándolo, y él aceleró sus movimientos, cada vez más adentro, y me sentí llena.

De pronto el mundo iba más y más rápido, nuestro ritmo era cada vez mayor y casi al mismo tiempo, lanzamos un gemido, antes de desplomarnos en la cama, abrazados. Peter salió de mi interior y se tumbó a mi lado, mientras me rodeaba con los brazos y me tapaba con las sábanas. Había sido realmente mágico, y lo más importante, había hecho el amor con el ser que más amaba.

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Bueno, me gustaría que me dieran sus opiniones, ya que es la primera vez que escribo una escena así y no sé si está bien o no, gracias!

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