Un gemido escapo de mis labios al sentir sus colmillos atravesando la piel de mi cuello, en él se mezclaban el placer y el dolor, en esa línea enloquecedora y limite en el cual no se distinguían uno de otro.
Me aferré a sus hombros, clavando mis uñas en su espalda, atrayéndolo más a mi. Sus manos se aferraron a mi cintura, apretando mi cuerpo, y comenzaron a subir por debajo de mi remera, acariciando mi piel y produciendo cosquilleos en mi. Sentí todo lo que él sentía, y su deseo y se mezcló con el mío, haciendo que mi cuerpo fuese fuego puro, y la necesidad de sentirlo en mi interior me consumió. Sin embargo, había algo más, otro sentimiento que no alcanzaba a entender.
>>Te amo<< me había dicho, antes de morderme, y supe que era cierto. Su amor se deslizó en mi interior como una calidez que me llenaba.
De pronto, dejó de morderme y me sentí fría, y casi le pedí que siguiera, pero pasó su lengua por las heridas, cerrándolas, más no me soltó, sino que su lengua no abandonó mi cuello, y comenzó a bajar por mi piel. Rozó el borde de mi remera, y luego se irguió, mirándome, casi pidiéndome permiso.
Rodé y me coloqué sobre él, jadeando. Me apoderé de su boca salvajemente y Peter me respondió de la misma forma. Su lengua tenía el sabor a sangre aún, pero era dulce, y sabía deliciosa. Se me escapó otro gemido, que murió en su boca. Mis manos recorrieron su pecho musculoso y comencé a desprender los primeros botones, deseosa de sentir su piel contra la mía, la cual estaba ardiendo. Me sentía acalorada, fébril.
Peter se separó de mí y jaló mi remera hacia arriba y yo subí mis brazos, facilitándole la tarea de quitarla. Rodeé su cuello, sentándome en su regazo y presionando mi cuerpo con el suyo. Terminé de desprender los botones y la deslicé fuera de su cuerpo, acariciando su piel dorada, enredando mis manos en su pelo, arañándolo, haciendolo soltar un jadeo.
-Alice -dijo él-. Espera. Si no nos detenemos ahora yo... No podré parar, no podré controlarme...
Me reí suavemente.
-No quiero que te controles. -le respondí.
No dijo nada; sólo aplastó su boca contra la mía y sus manos comenzaron a bajar mi pantalon, quitándomelo. Le imité, y quedamos sólo en ropa interior. Temblando, me abrazó y desabrochó mi corpiño, pero no llegó a quitarlo, pues unos gritos sonaron en la planta baja, dejándonos paralizados, pues ambos reconocimos esa voz.
Era Ezra.
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Atracción Eterna
FanfictieLa historia pertenece a la saga de libros Lazos de Sangre. En esta versión, Alice elige a Peter sobre Jack, ya que no puede ni quiere luchar contra lo que su cuerpo y ahora también su corazón, le pide, que es Peter. Pero Jack no se va a dar por venc...