Jueves 20 de abril, 2017.
Queridos amigos míos.
Alguien le dijo una vez a un chico: antes de ser profesional, debes ser humano, sino, fallarás en lo más importante.
A medida que pasa el tiempo la humanidad va perdiendo su esencia, el valorar lo que el mundo nos ha dado. Los valores que cada día nadie pone en práctica. Tengo en cuenta que existen personas que dan su corazón a los que necesitan llenarse. Y de qué sirve tener tantas vanidades si ni siquiera tienes el brillo de la vida.
Se está perdiendo el valor de las sonrisas, el calor de un abrazo, la belleza de los pequeños detalles, la satisfacción al ayudar a alguien, el amor de la amistad. Puedo asegurar que pocas (o ningunas) veces se han sentado a observar las estrellas, a sentir el tacto del viento, la belleza de la risa, el agradecimiento de alguien, y cuántas cosas más.
Mejor es averiguarlo por uno mismo. Por qué no le preguntamos a un ciego, el valor de todo lo anterior y tendrás la visión de su corazón.
Seamos como un ciego, en el sentido de ver todo con el corazón pero sin dejar de sostener el bastón para que no te puedas tropezar.
Nota: He logrado percibir su ansiedad y curiosidad por saber quién soy. Ninguna de sus conclusiones es correcta, tal vez soy quien menos ustedes cree, quién sabe si soy un chico, quizás un adulto o un profesor. Una cosa sí les diré: no descubrirán quién soy hasta que yo lo decida.
Atte.: Una mente de cuatro estaciones.
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Estaciones de Vida
De TodoY que venga al que le gusta esta locura, que es mi arte de vivir.