Viernes 28 de abril, 2017.
A veces es bueno irse de viaje y encontrarse con uno mismo.
Para mí no cabe duda que le he ofrecido mi mejor compañía y ser a mis verdaderos amigos. Aunque en la vida es difícil encontrarlos. Y en lo poco que he caminado en la vida, muchos me han acompañado durante el trayecto, otros me han sonreído y compartido una buena conversación pero después se despidieron desde lejos. Otros se me han unido en el camino pero han dado alto a un punto de él. Y a medida que pasaba el tiempo, algunos me dejaban en soledad en el trayecto por lo dificultoso que les parecía.
Y hasta ahora, sigo caminando y conservo a los que me toman de la mano, y considero que me quieren y protegen porque no saben cuántas piedras y puentes ha habido con dificultad de pasar.
A veces se quiere dejar de caminar porque estamos tan cansados de tanto que no hemos llegado a nuestro destino, pero hay amigos que te animan, no dejan que te quedes a mitad del camino porque tienes que avanzar.
No te preocupes si en el camino te dejan solo o pasan de tu lado apresurando el paso. No importa, pues a medida que vas caminando, vas a encontrar a personas que van a querer a acompañarte.
Y eso es lo único que importa. Los que se quedan, porque al final de todo, siempre se regresa donde se pertenece.
Nota: Compañeros, cuando decida decirles quién soy. Les diré las razones de mi seudónimo. Pues no tiene nada que ver con el libro que están comentando. Apenas me he enterado por ustedes la existencia de él.
Atte.: Una mente de cuatro estaciones.
ESTÁS LEYENDO
Estaciones de Vida
AcakY que venga al que le gusta esta locura, que es mi arte de vivir.