Han pasado 2 o 3 meses que todo ha cambiado, y al parecer no para bien, Niclous que es mi mejor amigos desde que tengo memoria, se trasladó de universidad y la verdad no me ha dado justa razón, aún hay demasiadas preguntas en mi cabeza y no hay malditas respuestas, puedo estar buscando y busca, pero al parecer nunca las encontrare, yo creo que si nuestra madre estuviera viva, fuera buscarlo, le daría su gran sermón, le abrazaría y capaz lo trae devuelta de las orejas, pero por desgracia no está, ella está en un lugar mejor, y siempre nos vera desde allá arriba a pesar de todo somos sus hijos, iba camino a la universidad y se me estaba haciendo tarde, una llamada del celular me saco de mis pensamientos.
-dime Thea-
-¡¿a qué hora vas a llegar!? ¡¿Sabes que vamos tarde y no me has venido a recoger!?-mierda me olvide de Theresa, di un giro hacia una cuadra cercana y no di señal que iba a girar, el conductor de atrás, empezó a tocar el claxon del carro.
-¿Qué fue eso?-
-nada Thea, sal de la casa, espérame en la acera-dicho eso no espere a que me contestara y colgué, algunas veces me levanto de malas, y yo creo que hoy es uno de ellos, no sé cómo Thea aguanta mi mala actitud, me iba saltando los semáforos en rojo, iba a gran velocidad, con tal que llegara rápido a recoger a Thea y no perder la clase, llevo mucho tiempo conservando y ganando becas para no pagar la universidad, mis hermanas no se merecen un gasto más, y al parecer Thea también estaba en ese rango, aunque algunas veces le tengo que explicar unas cosas más de mil veces, aun me pregunto cómo saca buenas notas, lo que sí puedo decir es que tiene un carácter fuerte, tú le faltas el respeto y créeme te dice hasta de que te vas a morir, aunque algunas veces saca unas estupideces de la nada. Estaba a una casa para llegar a la casa de Thea y la mire en la acera con él entre cejo fruncido, y aquí vamos un sermón de buena mañana. Me estacione al frente de ella y si estaba enojada.
-Buenos días princesa- evadió mi mirada y abrió la compuerta.
-No te mereces mis buenos días, arranca vamos tarde- hacia sus pucheros, la verdad se hacia la enojada, arranque y volví a la velocidad anterior para llegar a tiempo solo me quedan 5 minutos para entrar a clases.
-qué te parece si solo porque hoy te recogí tarde vamos a tomar un café- se le hizo una sonrisa de lado, yo conocía esta sonrisa, algo planea.
-y... ¿si mejor me llevas a comer? Hay un nuevo restaurante se llama Mate Beach.-lo sabía, lo malo es que ella come demasiado.
-¿Quee? Tú me vas a dejar pobre, tienes un estomago sin fin y aun no sé a dónde va toda esa comida- ella me dio una sonrisa, al escuchar mi comentario, era muy linda, tenía un sonrisa perfecta y unos ojos color miel.
-no seas exagerado, si comemos lo mismo, lo que pasa es que me encantan los postres-es cierto y demasiado.
-no sé cómo puedes comer tanto dulce, ¿acaso eres de otro planeta?-los dos sonreímos al mismo tiempo.
-no se tal vez, tengo planeado comerte los sesos un día de estos ¿sabes?- la quede viendo raro, ahora me entienden cuando digo que sale con estupideces.
-déjate de estupideces, y baja que aquí no vamos a recibir las clases- con las conversaciones de Thea siempre tiene que haber risas. Ya hora vamos a recibir un sermón por parte del profesor Meyer.
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Entre Una Diosa y Un Demonio
Adventureme coloco en su hombro y toda la camisa se levantó, mi trasero estaba expuesto con toda naturalidad, quise bajar la camisa pero siempre regresaba a mi cadera, era algo pequeña en esta posición. -Niclous bájame, por favor- gritaba por toda la habitac...