Narra Thea
Mi día perfecto se arruino, primero tuve una mañana muy movida y divertida, bueno la verdad en ello no me quejo, después se arruino con este maldito poder de compartir información con otra persona y yo no lo hice a propósito, solo sucedió y no quería que ese maldito sentimiento volviera conmigo, pero volvió, mire todos los recuerdos de Niclous, conocí a su mama biológica y de adopción, claro por recuerdo, ellas dos han muerto, la madre biológica de Niclous es esposa de un dios nórdico llamado si no mal recuerdo Bragi era un dios desentiende de Odín, Darren también es hijo de un dios pero pacífico y no reconocido que no recuerdo nombre aun así tiene el don de tranquilizar (modo de dormirlo hasta que a él le dé la gana despertarlo)y meterse en las mentes de las personas con contacto físico o vista directa, pero el poder de Niclous aún no lo sé, no pude ver en sus recuerdos, nos invadió el dolor y malos recuerdos por desgracia, respire hondo y salió un suspiro tan largo, que por un momento me sentía sin presión alguna pero, al ver la casa de mi madre, me tense y me recorrió un escalofrió en mi columna vertebral, recordar los buenos momentos que pase aquí y lo inocente que todo parecía.
-Theresa llegamos-estaba tan consumida en mis pensamientos que no me note cuando Niclous había aparcado, me baje y me quite el casco lo deje en la moto, Niclous hizo lo mismo y se paró afrente mío y coloco sus manos en mis mejillas, mirándome fijamente como si se perdiera en mis ojos miel.
-Eres tan hermosa, me pierdo en tus ojos miel Aleyda-lo decía con tanta dulzura y sus ojos brillaban de tal manera que sentí arder mi cara, de sus palabras tan bonitas y únicas.
-Eres único Niclous, me encantas tanto- esa no fui yo hablando esas palabras salieron de mi propio corazón, sentí como Niclous se aferró a mi cintura y me abrazo tan fuerte que le correspondí de la misma manera, escuche como sus latidos iban rápidos pero precisos.
Escuchamos que alguien carraspeo al lado de nosotros y nos separamos, Niclous y yo nos quedamos viendo con una mirada de incredulidad.
-Que maldita maldición que siempre nos caguen nuestro momento romántico, dejen nos ser empalagosos amenos un momento-hacia un puchero Niclous yo me burle al saber cómo maldecía y suspiraba de fastidio.
-esta vez no fui yo-Darren se reía de nuestra situación, Emma venia tranquila y queriendo buscar sombra hacia un sol de verano muy fuerte, se acercó a mí y me abrazo le correspondí el abrazo, mire como Niclous y Darren bromeaban, jugaban como niños pequeños, nosotras nos adentramos a la casa dejando a nuestros chicos atrás ya que estaban muy alegremente y no queríamos interrumpir su diversión, entramos en la cocina y busque algo de tomar, Niclous me llevo a desayunar y estuvo delicioso, Emma me empezó a contar lo romántico que era Darren con ella y todo como un cuento de hadas, después unas buenas horas de estar contándonos sobre nuestras relaciones y lo similar que tenían ellos dos algunas veces, ellos entraron algo agitados, Niclous venía con sus pómulos rojos, me quedo viendo con malicia, y quede extrañada con tal acto, se acercó a mí y se quitó la camisa y empezó a restregar su cuerpo contra el mío llenándome de sudor, solté un chillido de asco sobre tal acto.
-Niclous te han dicho que eres un reverendo asqueroso- el por su parte reía con tanto placer.
-pero así me quieres cariño- lo decía con un tono burlón y malicioso.
-la verdad no te quiero, eres un patán- al decir eso me di la vuelta y me encamine hacia la puerta trasera que daba a la piscina, sentí los pasos de Niclous y Salí corriendo, cuando estuve en la orilla de piscina, Niclous venia extrañado del comentario anterior.
-no lo estarás diciendo en verdad ¿cierto?-agache la cabeza no aguantaba la risa y no podía disimular, pasaron unos segundos y como no le respondía poco a poco se iba acercando hasta que coloco sus manos en mis brazos en ese momento, lo sujete fuertemente de su cintura.
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Entre Una Diosa y Un Demonio
Adventureme coloco en su hombro y toda la camisa se levantó, mi trasero estaba expuesto con toda naturalidad, quise bajar la camisa pero siempre regresaba a mi cadera, era algo pequeña en esta posición. -Niclous bájame, por favor- gritaba por toda la habitac...