cap 11

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Narra Thea

Han pasado una semana y tres días que no sabemos de Niclous, me siento mal sabiendo que le dije cosas horribles a Niclous cuando lo único que deseaba es tenerlo junto a mí y sentir sus brazos alrededor mío, sintiéndome protegida y segura que todo se iba arreglar, cuándo Eric me dio la noticia de mi madre, Darren y Niclous fueron los que me ayudaron a ser fuerte, solo recordar cuando amanecí en los brazos de Niclous, me sonrojo y tengo una sonrisa ilusa, enamorada como una niña de 15 años, le pido a todos los dioses que podamos  encontrar a Niclous y cuando tenga la oportunidad le diré todo lo que siento y que quiero pasar el resto de mi vida junto a él, yo sé que es algo precipitado pero es lo que siento. Empezó a sonar i love you, i hate (te amo, te odio) era el celular de Emma quien podría llamar a estas horas, saque mi móvil del bolso y eran las 11:50 p.m. Me encanta la sonrisa de Niclous, lo tengo de fondo de pantalla, es la única foto que tenemos juntos, sus ojos radiantes de luz y amor, su sonrisa sincera y perfecta, todo de él es perfecto, aunque algunas veces tiene momentos muy perversos pero me gusta que sea así, Emma me saco de mis pensamientos dándome las mejores noticias que puedo recibir en estos meses.

-Thea, encontraron a Niclous en Grecia, en una ciudad de Delfos, vamos a ir al templo de tu padre Theresa-Grecia un país de historia y paisajes del sueño, aun no creo que sea hija de Apolo un dios respetado, venerado y ejemplar, hay muchas cosas que tengo que aclarar pero eso no es lo importante en estos momentos Niclous esta con bien y eso me alivia saberlo.

-Gracias a dios que está bien Niclous-suspire de alivio-¿Darren dónde queda el aeropuerto más cercano?-quería verlo ahorita mismo, ya no aguanto la verdad, tengo que decirle, que lo lamento por insultarlo y destrozarle el corazón como una malévola chica sin sentimientos.

-Thea, yo sé que tienes muchas ansías de verlo pero necesitamos nuestro equipaje y documentos- Emma algunas veces es irritable pero es mi hermana no puedo hacer nada por ello.

-quien dijo que íbamos a ir en vuelo económico, hermosa te recuerdo que tengo una compañía, y mi madre compro un jet privado-lo dije con todo burlón algunas veces me gusta ser irritable.

-Que insistente eres Theresa, pero tus deseos son ordenes princesa, literalmente, eres una descendiente de Apolo, y todo este tiempo te hemos tratado de una forma que no es correcta y eso ya acabo te trataremos como princesa, no queremos ser castigados con la furia de Apolo por no tratarte como tal- me incomodo las palabras de Darren la verdad no quiero que me traten de princesa me gusta como me tratan solo que no quiero que me oculten más cosas es lo único que deseo.

-No, Darren, no quiero que me traten como una princesa, me encanta como tratan como su amiga y hermana con esa confianza de sonreír con sinceridad, jugar como niños pequeños sin tener miedo a que te corten la mano por tocar o abrazar a la princesa, dejemos todos esos modales atrás- el sonrió con placidez me gusta ver, que son sinceros con ellos mismos y no tienen que fingir ser una persona para caer bien a otras, toda persona es única como es, y las personas correctas te van aceptar de esa forma, por alguna razón te lo ponen en tu camino y te acompañan para siempre en las buenas y las malas, y yo encontré a mis personas favoritas para que me acompañen en esta larga caminata de locuras y sonrisas.

Llegamos al aeropuerto más cercano, la verdad andaba súper desastrosa, mi blusa es holgada color negro mate, pantaloncillos con estampados de flores, zapatillas color café, tenía un moño recogiendo mi cabello con algunos mechones saliendo, sinceramente no era la mejor forma para encontrarme con Niclous, no lucia hermosa, a él le gustaba verme con el cabello suelto, siempre me ha dicho que le encanta mi pelo castaño y ondulado, me gustaba sentir su dedos acariciando cada mechón de cabello, aferrándose a mi como que fuera el ultimo día que me viera, me dirigía a una tienda para comprar ropa necesitaba algo urgentemente, pero la mano de Emma me detuvo.

-¿A dónde vas con tanta prisa Thea?-su cara estaba llena de preocupación.

-quería comprar algo de ropa, no quiero que Niclous me mire así, de ridícula – me puse roja al admitir eso, y la cara de Emma era todo un poema, en poco tiempo mire su sonrisa burlona y estaba ladeando su cabeza de un lado a otro.

-quien iba a decir que Theresa se iba a preocupar de eso, por un chico, eres una chica muy picarona Thea- me dijo en forma burlona, no pude resistirme reír de su comentario, ella me conocía a la perfección la verdad.

-eres mala Emma te burlas de mis ridículas preocupaciones- se lo dije con una amplia sonrisa en mi cara.

-Vamos, te compras ropa en Grecia te va encantar la lancería y...-ella sabía lo que estaba hablando, mi cara se tornó en un rojo carmesí- claro las blusas son de buena calidad, tu sabes que bromeo Thea... bueno no se si tu... tu sabes quieres estar a muy a solas con Niclous- Emma se burlaba de mí.

-Emma no seas sinvergüenza eso no se habla aquí, eso es confidencial, a mí se me hace que tú y Darren están muy unidos de corazón con ropa y sin ella verdad- tuve que quedarme callada la verdad, Darren venia llegando y el escucho eso y fue Emma quien se quedó callada y sonrojada, Darren, solo sonreía con inocencia y un toque de picardía.

Nadie artículo alguna palabra después de esa escena vergonzosa, lo único que me molestaba es que Elaya tuvo que venir ya que él no conocía ni el camino ni tenía permiso para manejar, para que se fuera la mierda de mi vida, ese idiota nunca cambio, me arrepiento de derramar lagrimas por personas que nunca las merecieron, nunca le interese, solo fui un juego para él, un títere más de su maldita vida, que pudo controlar a su antojo y destruir de una manera única, pensando en él dijo que iba al baño pero no ha vuelvo y si le paso algo al idiota este, no quiero que nadie muera ni se tire de este avión no quiero pesares ni enviar cartas de invitación de funeral para una persona que solo se le puede encontrar la mierda.

Iba pasando por el pasillo, cuando escuche gemidos, no podía estar pasando, no hoy, por favor que no sea lo que yo creo que es, cada vez que me acercaba al baño, los gemidos de una chica se escuchaban más claros, me tense cuando ella grito su nombre su maldito nombre...no aguante más, lagrimas salieron sin permiso alguno y mojaban mis mejillas sin piedad, salían esas insignificantes gotas saladas de mis ojos color miel, sentí como todo mi mundo se fue por la mierda por completo, esto es lo único que no quería saber de este maldito, no siento nada ,solo lastima por él, pero recordar que yo estuve con ese bastardo y engañándome por años, sin saber con cuantas se ha revolcado a mi espalda, teniendo una maldita venda en mis ojos sin darme de la cruel verdad que estaba en mis narices y nunca quise ver.

Me fui de ahí me senté cerca de la ventanilla, mire la oscuridad que había, escuché como unos pasos se acercaban, me seque las lágrimas lo más rápido que pude y me hice la dormida, no quiero verle la maldita cara ese bastardo, por suerte era Emma, me quedo viendo con tristeza al ver mi cara demacrada y comencé a llorar otra vez.

-en unos minutos llegamos a Grecia, no te preocupes siempre voy a estar contigo-fue lo único que necesitaba por ahorita.

Entre Una Diosa y Un DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora