La rutina volvió para ambos hombres.
Teppei se reincorporó a su trabajo, respetando sus horarios laborales, encontrándose en ocasiones con Hanamiya para ir a comer, salir a cenar o ir a casa de alguno de los dos y darle vuelo a la hilacha y de pronto se dio cuenta que quería tener un departamento un poco más grande que el que tenía. Su pequeña habitación había sido el lugar ideal para ahogar las penas y hundirse en su miseria cuando lo había necesitado, pero ahora el espacio era insuficiente.
Hanamiya no vivía con él, su... lo que fuera que tuvieran no permitía que ambos convivieran como si de una pareja se tratara pero el fin de semana que había hecho exhaustivo en su hogar, notó que las cosas de Hanamiya eran cada vez más y más en cantidad, cada que le visitaba parecía dejar algún objeto y estos se estaban acumulando de manera alarmante. Para ser honesto, a él le gustaban los lugares grandes, cómodos y ahora que las cosas que estaban regadas por el lugar no eran únicamente suyas, quería que Makoto tuviera más espacio en el que pudiera colocar sus pertenencias y sentirse a gusto. Que el moreno tuviera un lugar que llamar suyo en el hogar del castaño... dejarle ir y venir a su antojo. Makoto así era, como un gato sin dueño que encontraba un humano tonto que le daba de comer para despues marcharse sin deberla ni temerla.
A Teppei le gustaba ese gato malcriado y no cometería el error de imponer sus sentimientos a las personas, ya no.
Había tenido 19 años cuando le había confesado a Hyuga que le amaba, despues de su operación y rehabilitación en Norteamérica, a su regreso, apenas le había visto, se lo había dicho.
Hyuga siempre había sido un tsundere y se había quedado mudo, es decir, no todos los días tu mejor amigo se te declaraba y te besaba como nada.
Había aceptado de manera silenciosa.
Se había dejado envolver lentamente por sus sonrisas, las caricias coquetas, los besos tímidos y el día a día de ambos fue entrando en una rutina tranquila que les había llevado a vivir juntos y 7 años despues habían decidido casarse. Lo había arrastrado a un mundo lleno de flores y palabras dulces, de emociones tiernas, románticas y cursis, siempre queriendo dar todo por Hyuga, incluso a veces sin tomarle en cuenta, pensando que lo que hacía estaba bien, que lo hacía por ambos y que todo sería bien recibido.
No podría tener la seguridad de eso, pero podría apostarse una buena cantidad a que esa había sido justamente una de las causas a que Hyuga le fuera infiel, a lo mejor ya lo había ahogado con tanto amor... a saber.
Estaba divagando.
Tenía poco más de dos horas que había recibido un correo por parte de su abogado notificándole que el día lunes sería la primera audiencia del divorcio... aquello había removido emociones estancadas en su interior.
¿Qué les había arrastrado a esta situación? ¿Qué había ocasionado que Hyuga le fuera infiel y que él se hubiera vuelto un alcohólico depresivo para superar ese bache? ¿Había dado mucho amor? ¿Había empalagado? Es más, ahora que lo pensaba todo... ¿Hyuga realmente lo había amado? De jóvenes ambos habían tenido un crush por Riko... ¿Qué había pasado?
Makoto salió del baño con su traje de Adán y caminó por la pequeña habitación bien quitado de la pena, dejando caer gotitas de agua de su cuerpo, incluso había tenido el descaro de empinarse con el pretexto de recoger un libro y Teppei no se perdió detalle alguno de aquello.
-fue una semana horrible...- comenzó Makoto, acercándose al sillón donde estaba Teppei sentado y acomodándose de manera casual a su lado, en loto.
-no pensé que vender un inmueble fuera tan tedioso... ¿puedes creer que una persona tuvo el descaro de preguntar si la casa estaba embrujada? –
Hanamiya se había calmado bastante con respecto a la muerte de su madre. Ella había sido una mujer que no había visto más allá de sus intereses, su casa tenia años abandonada puesto que su marido, al enterarse del cáncer que tenía había huido cual cucaracha, abandonándola a su suerte... al parecer Makoto la había ido a visitar en los 2 últimos años un par de veces y le había dicho todo lo que había sentido, lo bueno y lo malo, la mujer había logrado disculparse con el antes de morir.
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fue el
FanfictionDevastado por el abandono de Hyuga, Teppei encontrarà la tranquilidad en la persona menos esperada.