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Lily comía bastantes papas como para ser normal, mientras Cherry le robaba de vez en cuando una, ocasionando que la otra se enojara.

Miles tomaba su malteada de vainilla haciendo soniditos extraños de satisfacción y él solo se llenaba de ternura al observarlos.

Entonces la campanilla del local sonó y  por inercia su rostro se alzó viendo a quien llegaba.

Sonrió tan natural que llamó la atención de sus hijos.

Con unos pantalones deslavados, unos tenis antes negros del mismo modo, una playera de metálica y una chaqueta de mezclilla, Gerard se aproximaba a él. Se veía hermoso. Incluso su pelo estaba recién pintado. Y en su pierna, aferrado a ella, estaba su pequeña Bandit.

Sonrió aún más al verla.

Ella le reconoció enseguida sonriéndole tímidamente alzando su manita para saludar.

- ¡Hey!, hola chicos.- Habla el castaño. Sus hijos le miran algo confusos.- Niños, él es Gerard... Un amigo.- Termina por decir algo nervioso. El pelirrojo entiende, así que solo asiente de acuerdo a sus palabras.- Y esa preciosa es Bandit, su hija. Saluden.-

- Hola Bandit.- Se escucha enseguida, todas en diferentes tonos y tiempos. La pequeña sonríe cuando Lily le extiende su paquete de papas.

- Quieres una?... Mi papá las ha comprado.- Ella extiende su manita tomándola.

- Muchas gracias.

- De nada. Soy Lily. Ella es mi hermana Cherry.- La mencionada saluda moviendo su mano de un lado al otro, y luego Bandit respinga cuando Miles salta de su asiento frente a ella.

- Yo soy Miles. Muchos gusto, señorita.- Le extiende una mano. Bandit suelta una carcajada.

- Hola Miles.- Frank y Gerard se sonríen felices con la situación.

- Por qué no van a jugar con Bandit al área de los niños. Gerard y yo queremos platicar cosas de adultos.- Los niños enseguida asintieron, siendo Lily quien tomara la mano de Bandit para llevarla hacia aquella área que su padre dijo.

Una vez desaparecidos en los toboganes de colores, Gerard se sentó frente al castaño con una tímida sonrisa en los labios y la mirada baja. Sus largas pestañas le daban un aspecto lleno de inocencia y solo pudo tomar sus manos y acariciar el dorso de estas con sus pulgares.

- Cómo estás?- Le pregunta susurrante. Gerard asiente y le mira a ver con algo de pena.

- Bien... Me duele aún un poco las caderas pero bien...- Frank asiente y no dice más, solo contempla un poco más su rostro y está seguro que la baba se le cae.

Entonces alza su mano y la besa delicadamente.

Por qué Gerard es fascinante.

Por qué ha tomado una decisión pero no sabe cómo empezar a efectuarla:- Frankie?...- Le saca de sus pensamientos mientras suspira, entonces suelta con dificultad su mano y dirige la suya hacia la bolsa de su chaqueta, sacando de esta un papel doblado.

- Ten.- Se la ofrece. Gerard niega sin entender.- Quiero que cuando llegues a casa, la leas, y cumplas lo que ahí dice. Solo así podremos estar juntos.- Sus ojos se abren sin entender y empieza a balbucear. Frank niega enseguida pasándose a su lado, tomándole de las mejillas y viéndole fijo, donde ya empieza a ver lágrimas brotar en aquellos verdes luminosos.

- Frank...

- Escúchame. Tú me amas, no es así?- Gerard asiente repetidamente queriendo replicar.- Gee. Hey, yo igual te amo. Te elijo a ti. A pesar de todo, te elijo a ti. Así que si en verdad quieres que estemos juntos, sigue lo que te digo, si?- El pelirrojo cierra los ojos apoyando su frente a la del tatuado.- Todo saldrá bien. Siempre se puede. Promesa.- Y su corazón bombea con fuerza, por qué tiene miedo y no sabe cómo resultara todo aquello, pero está decidido.

Le toma de las mejillas y entonces le arrastra hacia él, besándole de manera tierna.

Un movimiento sutil. Enserio le ama.

Se separa con cuidado como si temiera dañarlo, besándole una ultimas vez de manera casta pero manteniéndose ahí más segundos que lo hacen sufrir pues quisiera quedarse ahí por horas.

Cuando se separa, le sonríe débilmente:- Me voy. Nos vemos pronto.- Gerard quiere detenerlo pero le es imposible. Frank ya se ha puesto de pie y ha avanzado hasta él área de juegos para buscar a sus hijos. Estos exclaman tristes pero le siguen, no sin antes despedirse de su nueva amiga.



La noche llega algo lenta; Frank baja del auto y luego baja a sus hijos quienes entran corriendo a casa diciéndole a su madre las muchas cosas que hicieron aquel día.

- Hola.- Saluda entonces el tatuado cuando ellos se han ido a cambiar y cepillar como ella les ordenó.

Jamia esta parada en el umbral de la entrada a la sala y no le mira.

- A donde fueron?

- A McDonalds. Te lo dije.- Le recuerda. Ella asiente.

- Si. Para que mentir. Lo recordaba bien. Creí por un segundo que si iba de sorpresa, te gustaría y podríamos pasar un momento en familia.- Su voz está rota y Frank empieza a tensarse.- Lo que no imagine es que te vería tomado de la mano junto a un hombre... Uno al cual besaste después.- Entonces sus ojos le miran de manera acusatoria.- Un beso que, Dios mío, era tan profundo... Tan...- Rompe en llanto sin dejar de mirarlo. Y él está ahí, sin negar nada. No sabe qué decir, no sabe qué hacer.

Sabía que el momento de hablar de ello llegaría, pero no pensó que Jamia se enteraría de la manera más absurda.

Se acercó a ella algo indeciso recibiendo una bofetada que resonó. Aún así no retrocedió. La miró a ver cuando ella llevó ambas manos a su boca tapándola. Sorprendida de que le haya pegado de tal forma por primera vez.

- Jam..

- Qué coño fue eso!?... Qué?... Quién?...- Entonces su mirada se entornó hacia la suya negando varias voces como si de repente lo tuviera en frente. La respuesta.- El pelirrojo... El que estaba parado aquella vez frente a la casa...- Sus avellanas se abrieron con sorpresa relamió sus labios.

- Jam, escúchame.

- Qué es lo que está ocurriendo, Frank?, qué... Me estoy volviendo loca.- La castaña se toma el rostro y niega.- Demonios!... Qué ocurre!?- Le grita.- Qué ocurre, Frank?, desde cuando eso...- Ni siquiera sabía lo que quería decir.

No sabía nada.

El dolor en su rostro; la confusión.

Frank no podía siquiera hablar. Sentía un nudo en su garganta y no sabia que decir a continuación.

El momento había llegado, era ahora o nunca.

Decir la verdad.

***
Esta tonto esto? :v

Queridos lectores, me veo en la necesidad de pedirles ayuda.

No sé si leen una de mis fics llamada "Pixeles", pero pues en ella estamos a punto de culminar la historia. El punto está en que no puedo desarrollar la idea siguiente de la batalla final y esas cosas y solicito de la manera más amable, si es que quieren, que alguien me de apoyo y ayude a escribir los capítulos finales :) o ideas, lo que sea es bueno.

No quiero llegar a cancelarla por la falta de idea e inspiración en ella y me gustaría saber sus opiniones de quienes la leen, claro.

En fin.

Opiniones de esto?

Tal vez fue absurdo la manera en la que Jamia se enteró....
XD :v

El siguiente es el final?

Enfermiza Obsesión. ||Frerard||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora