Capítulo 12

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Un zumbido atravesó mis oídos y pestañeé rápidamente para ver si había oído bien mientras sus ojos seguían observándome interrogantes y algo temerosos.

-¿Estás segura?.- Aquella pregunta fue lo único que pudo salir de mis labios mientras me mantenía estática en mi lugar.

-Por favor sólo vuelve aquí y no me hagas reconsiderarlo.- Su voz fue casi una suplica y yo me adentré otra vez en el cuarto aún algo aturdida cerrando la puerta tras de mí.

-Está bien guardare silencio por el bien de ambas.- Contesté reprimiendo una sonrisa.

Luego de lo que parecieron eternos minutos me encontraba recostada sobre la cama con Camila descansando plácidamente contra mi pecho mientras yo aspiraba el exquisito aroma de su cabello buscando impregnar de ella todos mis sentidos. Su respiración era acompasada y pesada pero sabía perfectamente que aún no estaba dormida, con una mano acaricie su cabello y dejé que mis labios reposasen en su coronilla. Todo el departamento estaba sumido en el silencio exceptuando las cuatro respiraciones en el interior del lugar, pero no me molestaba en absoluto porque me ayudaba a disfrutar del grato momento.

-Ya no queda tiempo.- La oí susurrar y fruncí el ceño intentando interpretar sus palabras- Tu pelea. Es técnicamente dentro de un día.

-Sí. Mañana es mi último entrenamiento. Papá a reunido a algunos de su viejo equipo para conformar el mío.

-¿Estás nerviosa o algo parecido?.- Su aliento hacia cosquillas en la piel de mi pecho.

-No. Estoy lista.- Conteste con total sinceridad mirando fijamente el techo blanco de la habitación- ¿Estarás ahí?.- Sabía que ella lo haría pero necesitaba confirmarlo una vez más.

-Te lo he dicho. Voy estar en todas tus peleas, aunque no me guste ver cómo te lastiman.

-Eso no pasara. Soy buena es esto ¿Recuerdas?.- Mi voz salió con diversión y un tanto fanfarrona mientras su risa hacía eco en la habitación.

-Desde luego que sí.

-Vale, es hora de dormir.- Murmuré depositando un beso en su frente antes de sentirla relajarse entre mis brazos.

Había algo dentro de mí que me impedía cerrar los ojos y conciliar el sueño. Quizás fuese culpa de aquella sensación que me invadía cada que estaba muy cerca de ella, y es que a su lado todo parecía ser un dulce sueño del que nadie querría despertar jamás. Suspiré cerrando los ojos y apretando ligeramente el agarre alrededor de su cuerpo, ella no se removió lo que me indicó que ya se había quedado profundamente dormida. Pero en cuanto intenté caer el los brazos de Morfeo, la mención de la pelea que se avecinaba dio vueltas en mi cabeza provocando una gran ansiedad en mí. Mañana sería un día duro en el gimnasio pero eso no importaba mucho, porque estoy dispuesta a darlo todo para ganar.

...

-¡Vamos chicas es hora de desayunar!.- Gruñí ante los insistentes golpes de Eddie en la puerta del cuarto.

-¡No molestes!.- Exclamé sobresaltando a la morena quien estaba algo desorientada junto a mí.

-Llegaras tarde al entrenamiento Laur. Y a papá no le agradará eso.- Dijo para después alejarse por el pasillo arrastrando los pies sobre la moqueta.

Parpadee varias veces con los ojos cargados de sueño intentando acostumbrarme a la poca luz que se filtraba por entre las cortinas. Mi cuerpo se resistía a despertarse, y es que me encontraba tan a gusto y relajada así, con Camila entre mis brazos. Pero ella también comenzó a desperezarse y se incorporó lentamente quedando sentada sobre el colchón junto a mí.

Illusion (Camren) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora