Illusion (Camren) [EDITANDO]

Capítulo 16

Volví a echar otro vistazo en dirección a la casa, sólo había unas cuantas luces encendidas y mi mirada no se pudo apartar de la ventana en una de las esquinas de la casa. Una luz tenue se filtraba por entre las cortinas y podía ver perfectamente como la silueta de la morena iba de un lado a otro por la habitación. Dinah se había encargado de darme una pequeña descripción de la gran casa, sólo en caso de alguna emergencia, y con eso me refiero a ser atrapada por alguien mientras me escabullo por la ventana de Camila. Solté un profundo suspiro antes de avanzar rápidamente por la acera y doblar justo en el lado izquierdo de la casa, tal y como la rubia había mencionado, una cerca lateral estaría justo frente a mí dándome libre acceso a la parte trasera de la casa si yo lograba quitar el cerrojo.

Usando todas mis habilidades motoras me las arreglé para conseguir abrir la puerta de gruesos tablones pintados de un reluciente blanco dejándola entreabierta a mi paso. Busqué la canaleta de metal asegurada con fuertes broches del mismo material contra la pared lateral de la casa, y comencé a subir recargando inseguramente mis pies contra los broches. Me aferré como pude al largo tuvo rogando para no caer, no podía fracturarme y estaba cometiendo una gran locura en ese momento, en cuanto mi rostro estuvo a la altura de la ventana me arriesgué a soltar una de mis manos para dar ligeros golpes contra el cristal.

Vamos Camz, no puede ser tan difícil salir a la ventana, pensé cerrando ligeramente los ojos en cuanto escuche un chillido proveniente de la estructura. Creí que iba a morir cayendo de diez metros de altura pero la ventana se abrió dejándome ver a la chica que me traía loca.

-¿Lauren?.- Preguntó en un grito ahogado llevándose una mano a los labios sorprendida por verme luchando con una gran caída- ¡¿Qué haces?!

-¿Me dejas entrar? Mi brazos se están adormeciendo Camz.- Hice una mueca y ella asintió abriendo por completo la ventana y apartándose para permitirme entrar.

En cuanto puse un pie en el interior de su habitación pude respirar con normalidad, me acerqué para echar una mirada hacia abajo abriendo ampliamente los ojos ante la distancia entre la superficie que estaba bajo mis pies y en asfalto. Cerré la ventana muy despacio para luego darme la vuelta y encontrarme a una atónita Camila viéndome con ojos como platos.

-¿Estás loca?.- Preguntó en un susurro poniendo ambas manos en forma de jarra alrededor de su cintura.

-No fue gran cosa. Sólo tranquilizante, juro que no quise asustarte.- Dije haciendo una mueca reflexionando acerca de mi estupidez.

-¡Pudiste haberte matado! ¿Te imaginas caer desde allí?.- La imagen de mi echa polvo contra el concreto no fue agradable y negué con una mueca de disgusto.

-Estoy bien. Lo logré.- Sus ojos se encontraron con los míos y ella sólo pudo dejar escapar un suspiro en señal de rendimiento.

Traía el cabello castaño recogido en un rodete algo despeinado y algunos mechones rebeldes caían por el costado de su rostro. Malditamente adorable. Vestía un suéter gris de lana y unas ajustados calzas negras las cuales moldeaban perfectamente su figura, estaba descalza y por lo que pude observar a mi alrededor, parecía trabajar en algún proyecto. Pasaron varios segundos en que sólo nos observamos sin decir nada y de un momento a otro, sorprendiéndome y sorprendiéndose a sí misma, se acercó para rodear mi cuello con sus brazos y besarme. Mis ojos se mantuvieron abiertos al principio mientras intentaba procesar la información. Pero luego de asegurarme de que se trataba de algo real, rodeé fuertemente su cintura con mis brazos atrayéndola hacia mi en un abrazo sin soltar sus labios.

Cuanto había extrañado tenerla cerca.

-No puedo ser sólo tú amiga. Voy a pelear si es necesario para hacerte mi novia, princesa.- Murmuré sobre sus labios en cuanto nos separamos y la sentí sonreír ligeramente.